Relajarte es cuestión de salud
Relajarte no es sólo una sensación placentera: es vital para ayudar al organismo a renovarse y repararse para conservar la salud.
Relajarte no es sólo una sensación placentera: es vital para ayudar al organismo a renovarse y repararse para conservar la salud. También refuerza el sistema inmunitario.
Te cuesta relajarte lo suficiente, y a todos nos pasa, ni siquiera mientras estamos dormido: apretamos las mandíbulas durante toda la noche o simplemente no soltamos la tensión de nuestros músculos. Como resultado, no nos sentimos relajados cuando despertamos.
Aprende a relajarte: añadirás un espacio restaurador a tu día y, al soltar tus tensiones, cada día dormirás mejor.
Relajate y detona tu sexulidad
Estamos programados para disfrutar del sexo, y a menudo este no forma parte de nuestras prioridades, así que simplemente no se da. Sin embargo, esto equivale a ignorar una de las formas naturales de relajarte y una actividad gozosa y eliminadora de estrés, que también quema calorías.
Cuando nos sentimos ansiosos o estresados el deseo se desvanece, y necesitamos darle una ayudadita. Trata de crear una atmósfera romántica.
Compra un difusor para producir una fragancia sensual, y tú y tu pareja dense un masaje que logre relajarte, en una habitación iluminada por velas, usando aceites aromáticos como el jazmín o la bergamota.
Pon música suave y tómate tu tiempo para entrar en el estado de ánimo adecuado. Disfruta de estar con tu pareja de una manera grata y relajada. Meditar puede ayudarte a relajarte.
Relajarte es conservar la diversión
Relajarte es pensar en las cosas que te gustaba hacer de niño. ¿Crees que podrías retomarlas? Por ejemplo, comprar una bicicleta, inscríbete en una clase de baile, patina o zambúllete en una piscina. Aprende yoga o tai chi, monta tu bicicleta, intégrate a una asociación de paseos o practica artes marciales.
Si el tiempo es un obstáculo, o si prefieres una actividad que puedas hacer en tu hogar, una solución sencilla es comprar una cuerda y saltar 20 minutos al día.
O, si tu estilo de vida lo permite, ¡adopta un perro! Esto no sólo será gratificante en sí y te ayudará a relajarte. Sino que también te obligará a salir a caminar con regularidad.