10 formas de reducir tu consumo de grasa
Pequeñas modificaciones pueden lograr resultados significativos. Por esa razón, te compartimos una forma de reducir de manera sustancial el consumo de grasa a largo plazo mediante pequeños cambios. ¡Es más fácil de lo que parece!
Es fundamental recordar que nuestro cuerpo requiere de grasas para su correcto funcionamiento, por lo tanto, no es recomendable intentar eliminar por completo las grasas de nuestra dieta.
En lugar de ello, debemos enfocarnos en consumir grasas saludables y controlar su ingesta. Reducir el consumo de grasa en la dieta puede ser beneficioso para mantener un peso saludable y promover la salud cardiovascular.
Aquí tienes 10 formas de reducir tu consumo de grasa:
- Opta por lo magro. Compra carne sin grasa visible o elige cortes magros.
- Enfríala. Para facilitar el trabajo de recortar la grasa visible de la carne antes de cocinarla, ponla en el congelador unos 20 minutos. Esto la reafirmará para lograr un corte más preciso y hará más visibles las vetas de grasa. Refrigera los estofados, guisos o caldos toda la noche, luego quita la grasa cuajada de la superficie.
- Cambia a bocadillos con poca sal. Los bocadillos salados como las papas y las frituras de maíz pueden tener tanta grasa saturada como la carne de res.
- Aligérala. Casi la mitad de las calorías de la leche entera son grasa, mientras que la leche baja en grasa (o descremada) tiene menos de esta y menos calorías. Si no te gusta la leche baja en grasa, mézclala con una proporción cada vez menor de leche entera. Usa leche descremada para cocinar.
- Bájale. Prueba opciones bajas en grasa de queso crema y otros productos para untar, o usa queso ricota, queso cottage, yogurt o hummus bajos en grasa.
- Pela el pollo. La mayoría de la grasa de las aves está en la piel, así que quítasela antes de cocinarlas. Para mantener jugosas estas carnes, marínalas, báñalas en su jugo o envuélvelas en aluminio.
- Usa sartenes antiadherentes. Con estos no necesitas utilizar mantequilla o margarina para evitar que los alimentos se peguen. Si aún quieres recubrir la sartén, usa un poco de aceite de oliva, de canola o en aerosol.
- Guarda la freidora. Incluso con aceites sanos, freír agrega calorías de grasa que puedes ahorrarte. Lo mejor es hornear y asar, pues se añade poca grasa y resalta el sabor de carnes, pollo, pescado y verduras como pimientos y berenjenas.
- Combina ingredientes. En recetas de carne molida, usa carne magra y sustituye algo de carne por verduras ralladas (cebolla, zanahoria, calabacita) o lentejas.
- Altera la receta. Al hornear panquecillos, por ejemplo, puedes hacer una versión más sana si sustituyes la mitad de la cantidad de ingredientes grasos, como margarina o aceite, con una cantidad igual de puré de manzana o ciruela pasa.
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