¿Por qué es importante dormir bien?

Sin lugar a dudas, descansar bien durante suficiente tiempo mejora el desempeño físico y mental, protege contra enfermedades y es vital para el bienestar.

 ·  07/06/2023
¿Por qué es importante dormir bien?

El sueño es una necesidad biológica vital. El cuerpo humano lo necesita para repararse y lograr que sus procesos físicos y mentales fluyan perfectamente. Durante el sueño el cuerpo deja de realizar ciertas actividades y desempeña una serie de acciones, con el propósito de restaurar las reservas de energía. Nuestra mente consciente se desconecta de la realidad; la respiración y el ritmo cardiaco disminuyen su velocidad y los músculos se relajan. Mientras todo esto sucede, el cuerpo libera una mayor cantidad de algunas hormonas, con lo que estimula ciertos procesos metabólicos esenciales y fortalece el sistema inmunitario. Todo esto ocurre de forma automática.

El sueño profundo fomenta la salud

Sin lugar a dudas, descansar bien durante suficiente tiempo mejora el desempeño físico y mental, protege contra enfermedades y es vital para el bienestar.

Cada una de las etapas del sueño tiene un propósito distinto. La función principal de las fases de sueño ligero y profundo es reabastecer al cuerpo de su capacidad física. Durante el periodo de movimiento ocular rápido (MOR), nuestra capacidad mental desempeña un papel preponderante. Durante este ciclo, el cerebro presenta niveles de actividad similares a los que tiene durante la vigilia, y es cuando soñamos.

Tanto el sueño profundo como el sueño MOR son esenciales para procesar la información que recibimos y los pensamientos que hemos tenido a lo largo del día. El cerebro evalúa toda la información que obtuvimos durante la vigilia y organiza y consolida los recuerdos. También almacena los datos importantes en la memoria de largo plazo y descarta los detalles superficiales o menos relevantes. Es por esto que el sueño profundo de calidad es esencial para tener un desempeño mental óptimo. Obtener la cantidad de sueño suficiente antes de un examen ayuda a recordar lo que se estudió la noche anterior.

Dormir poco daña el organismo

Por otro lado, no descansar lo necesario o sufrir de episodios de sueño fragmentado puede provocar una sensación de agotamiento. La falta recurrente de reposo o las interrupciones regulares de este pueden provocar serios estragos en la salud. Se ha comprobado que la gente que no duerme lo suficiente enferma más a menudo y tiene una menor esperanza de vida. No dormir lo necesario por un periodo de tiempo prolongado podría generar un impacto negativo en la salud y bienestar. Afortunadamente, esto no sucede con los déficits temporales. Una noche de descansar mal te afectará al día siguiente, pero puedes reponer- te bien la próxima noche.

No solamente las personas de mediana edad experimentan los efectos de la falta de sueño. Un estudio realizado entre gente joven y sana en Estados Unidos demostró que los participantes que llevaban 17 horas sin dormir reaccionaban frente al volante de forma similar a quienes tenían niveles de alcohol de 0.05 en la sangre. Por cada hora adicional sin sueño, los tiempos de reacción se deterioraban un 10% más. Si la gente no duerme durante más de 24 horas, comienza a alucinar. Si persiste la falta de sueño durante una se- mana, o peor aún, durante varias, el cuerpo comienza a fallar. Cualquiera que piense que puede dormir poco está poniendo en riesgo su integridad física.

La falta de sueño baja las defensas

Nuestro mecanismo de defensa integrado, el sistema inmunitario, trabaja las 24 horas del día a todo vapor. Algunas de sus funciones suceden durante el día, otras se llevan a cabo de noche. Cuando estamos despiertos, el sistema inmunitario está ocupado principalmente con las cosas que entran desde el exterior: todo el día combate bacterias, virus y hongos que producen enfermedades, y evita que contraigamos infecciones. Aquí es donde actúa el sueño, puesto que la falta del mismo afecta la cantidad y el tipo de citoquinas, transmisores químicos del sistema inmunitario cuyo efecto final es propiciar el proceso de inflamación y disminuir la capacidad de combatir infecciones, aunque quizá lo primero sea lo más dañino.

Una cantidad adecuada de sueño protege contra los resfriados

Las personas que descansan menos de siete horas diarias tienen tres veces más riesgo de contraer un resfriado que quienes lo hacen por lo menos duran- te ocho horas. Estas fueron las conclusiones a las que llegó un estudio de cuatro años llevado a cabo en la Universidad Carnegie Mellon de Pensilvania. Pero lo más importante no son las horas de sueño, sino la calidad del mismo. Los estudios muestran que, en promedio, la gente que se queda despierta más del 8% del tiempo que está en la cama tiene cinco veces más riesgo de enfermar que la gente que duerme de forma normal.

Es importante encontrar el justo medio

Un estudio realizado en la Universidad Yale demostró que dormir entre seis y ocho horas por noche provee los efectos protectores óptimos contra la diabetes. Los investigadores descubrieron que menos de seis horas de sueño duplicaban el riesgo de desarrollar esta enfermedad. A su vez, dormir más de ocho horas triplica el riesgo.


Dormir poco es nocivo para el cuerpo y la mente

Una carencia de sueño significativa puede afectar tanto al cuerpo como a la mente. Las personas que no duermen lo suficiente corren el riesgo de sentirse abrumadas por las exigencias del día a día. La falta de sueño también está relacionada con mayores niveles de abatimiento y, en algunos casos, puede preceder al surgimiento y recurrencia de depresión grave. Cuando no hemos dormido lo suficiente, nuestro cerebro simplemente tiene menos capacidad de reacción. Basta una mala noche para que se afecten las habilidades de concentración y aprendizaje. La falta de sueño tiene un impacto negativo en nuestro ánimo, y a menudo nos hace sentir irritables, lo cual, a su vez, dificulta que logremos dormir.

El sueño es antienvejecimiento

Mirarnos al espejo después de dormir bien revela su efecto en el cuerpo. La piel luce más fresca, suave y tersa. ¡Por eso se le llama “sueño reparador”! Este es uno de sus beneficios a corto plazo, pero también los tiene a largo plazo.

Desarrollar buenos hábitos de sueño trae recompensas, ya que los estudios sugieren que contribuye a proteger las células contra el envejecimiento prematuro. Los investigadores creen que la hormona de crecimiento humano (HGH, por sus siglas en inglés) es responsable de este efecto. Parece que la gente que atraviesa por muchas fases de sueño profundo durante la primera mitad de la noche puede producir más HGH, lo que incrementa la capacidad del cuerpo para remplazar los millones de células que mueren diariamente. Uno de los resultados más visibles de este proceso es una piel más lozana y con una apariencia más juvenil.

Una noche de dormir mal

Incluso perder un par de horas de sueño tiene consecuencias:

◗ 2 horas menos: Al siguiente día te sentirás alerta y con energía, pero te agotarás pronto y te costará concentrarte.

◗ 4 horas menos: Tu habilidad de pensamiento y toma de decisiones se verá afectada y reaccionarás más lentamente. Como resultado, correrás mayor riesgo de sufrir un accidente.

◗ 6 horas menos: Esto pondrá a tu cuerpo en un estado de emergencia. Tus nervios y sentidos estarán sobrecargados, y el sueño te vencerá espontáneamente. En cuanto encuentres un lugar tranquilo, te dormirás.


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