Dieta y diabetes
Una dieta saludable es fundamental para el control de la diabetes y para mantener una vida saludable en general.
Es un hecho que la dieta y la diabetes van de la mano. Aprende a comer bien y podrás llevar una vida normal, a pesar de esta enfermedad.
La dieta desempeña un papel fundamental en el manejo de la diabetes. Los alimentos que consumes se convierten en glucosa, que es la principal fuente de energía del cuerpo. Sin embargo, en las personas con diabetes, la glucosa no se metaboliza adecuadamente debido a la falta de insulina o a la resistencia a la insulina. Por lo tanto, es importante seguir una dieta equilibrada y controlada en carbohidratos para mantener estables los niveles de azúcar en la sangre.
Punto de partida
Cada alimento y tentempié que comes afecta tus niveles de glucosa en la sangre, a veces para bien y otras para mal, según las elecciones que hagas. Por eso, alimentarte de forma saludable es la parte más importante para el control de la diabetes.
Aunque la ciencia de la nutrición puede ser complicada, comer sanamente no lo es. Sírvete porciones razonables, incluye muchas frutas y verduras, y evita la comida envasada.
Presta atención a los carbohidratos que consumes. Los alimentos “blancos” —harina refinada, azúcar, arroz y papas— pueden hacer que la glucemia repunte y luego caiga estrepitosamente, y son los mayores responsables de la diabetes. Sin embargo, los carbohidratos complejos, como la cebada y el arroz integral y otros granos enteros, son excelentes para ti.
Es fundamental consumir porciones pequeñas de proteínas magras y grasas saludables en cada comida.
Acciones clave
- Reabastece tu alacena con alimentos saludables. Una dieta sana requiere que tengas a tu alcance alimentos nutritivos, ¡y que te alejes de la comida poco sana! Deshazte de los productos procesados que contienen mucha azúcar, sal o químicos, y sustitúyelos con alimentos naturales y nutritivos.
- Planea tus alimentos y tentempiés con anticipación, y compra solo lo que necesites para la comida que planeaste. Esto evita que llenes tu hogar con alimentos innecesarios.
- Deja las bebidas azucaradas, como refrescos, jugos de frutas endulzados, tés embotellados y otras bebidas envasadas.
- Aprende a cocinar verduras. Con un poco de práctica (y las especias, hierbas y condimentos correctos) quedan deliciosas, y son muy saciadoras.
Parece que no se puede mencionar la palabra “diabetes” sin que surja el tema de la comida. ¿De verdad están tan relacionados?
¡Sí! La comida desempeña un papel importante en muchas enfermedades crónicas, pero en el caso de la diabetes, la conexión es extremadamente cercana. Cuando se tiene esta enfermedad, casi cualquier cosa que comas puede tener un efecto inmediato en tu salud, ya sea positivo o negativo. Y con el tiempo, lo bien que comas tendrá un efecto decisivo en el avance o recesión de tu condición. Así que, si te parece que la gente exagera con respecto a la relación de la comida con la diabetes, cambia de opinión. Comer bien es la forma primordial de tratar este mal.
¿Esas son buenas o malas noticias? Soy muy feliz comiendo como lo hago.
La idea de hacer un cambio en tu estilo de vida quizá no sea tan atractiva, pero te garantizamos esto:
- La comida nutritiva es deliciosa. Ya lo verás unas semanas después de que hagas la transición.
- Te sentirás mucho mejor. La comida sana te ayuda de tantas formas que quizá no te des cuenta. Tendrás más energía y dormirás mejor. Te resfriarás menos. Tu piel lucirá lozana. Perderás peso. Tu carácter será más estable y, en general, estarás más feliz.
- No necesitarás gastar más. La gente a menudo confunde comida saludable con comida gourmet, pero comer sanamente todos los días no es caro ni complicado. No tendrás problema para adaptarte.
- No pasarás hambre. De hecho, si aprendes a disfrutar las frutas y verduras como parte de una dieta saludable, puedes comer más. Verás, los alimentos poco sanos están repletos de calorías, mientras que los saludables —manzanas, naranjas, frutos del bosque, ejotes, melón— contienen mucha agua y nutrientes, pero pocas calorías.
- Aprenderás mucho. Comprender el sistema moderno de alimentación y aprender a distinguir lo que es saludable y lo que no resultará una experiencia transformadora. Es interesante, importante y, a veces, impactante.
¿No nos crees? De seguro conoces gente apasionada con comer sanamente. Habla con estas personas. Míralas con nuevos ojos. Quizá descubras que aquello de lo que alguna vez te burlaste les está ayudando a vivir maravillosamente bien.
Todavía tengo dudas. ¿Qué debo hacer?
No te desesperes. He aquí un plan básico de comida sana para mantener niveles estables de glucemia:
- Haz tres comidas al día, de tamaño modesto. ¡No te saltes ninguna!
- Intercala esas comidas con algún tentempié saludable. Nunca pases más de tres horas sin comer, excepto cuando duermas.
- Asegúrate de consumir proteínas magras en cada una de tus comidas.
- Para obtener una sensación razonable de saciedad, llena tu plato de verduras frescas.
- También incluye una porción de carbohidratos complejos en cada comida. Evita los carbohidratos blancos como papas, arroz o pan blanco, y opta por su versión integral.
- Algunas veces a la semana come leguminosas (frijoles, lentejas, etc.) o pescado como fuente de proteína, en lugar de carne roja o de ave.
Este tipo de acercamiento a la comida te ayudará mucho a mantener estable el nivel de glucosa en la sangre y a cuidar tu peso