¿Alergia o atopia?
La alergia se refiere a la respuesta inmunológica exagerada a sustancias específicas, mientras que la atopia se refiere a la predisposición genética a desarrollar alergias en general.
¿Alergia o atopia? Estos términos muchas veces se confunden. La segunda se refiere a la tendencia hereditaria a desarrollar la primera. En general, la atopia se relaciona con cierta capacidad determinada genéticamente de reaccionar frente a alergenos comunes inhalados, por contacto o en la comida.
Mientras que la alergia es una respuesta exagerada del sistema inmunológico a sustancias generalmente inofensivas en el medio ambiente, como el polen, el polvo, los ácaros del polvo, ciertos alimentos o el pelo de mascotas. Por ejemplo, se ha observado recientemente que las respuestas alérgicas al látex son más frecuentes en familias atópicas; por consiguiente, puede considerarse un trastorno con base genética. En contraste, las respuestas al veneno de insectos y a medicamentos no son más frecuentes en familias con predisposiciones heredadas.
Si no sabes determinar a ciencia cierta si padeces una alergia o atopia, conviene que acudas con un alergólogo, un dermatólogo o un otorrinolaringólogo.
Existen complejidades intrínsecas en el diagnóstico y en el tratamiento de enfermedades como la dermatitis atópica (eccema), la rinosinusitis, la otitis media, la conjuntivitis, la urticaria, el angioedema y la dermatitis por contacto. Por lo tanto, se recomienda la interconsulta o el tratamiento en colaboración con el tipo de especialista que tu médico general determine.
¿Somos demasiado limpios?
Algunos investigadores la llaman “teoría de la higiene”. El doctor Marc E. Rothenberg, jefe de la sección de alergias e inmunología clínica del Centro Médico del Hospital Infantil, en Cincinnati, explica que, como el sistema inmunitario tiene muy poco que hacer, se convierte en una especie de “vándalo juvenil” fisiológico que, por falta de retos y aburrimiento, solo desea meterse en problemas. Esta es una teoría bien estudiada: desde 1997, los científicos han publicado más de 6,000 investigaciones que analizan los aparentes vínculos entre la vida hiperhigiénica de ciertos lugares y la incidencia de las alergias.
A causa de los grandes avances de los últimos 50 años contra enfermedades infecciosas, parásitos y otros agentes patógenos, el sistema inmunitario se queda ocioso, pues su función consiste en reconocer la diferencia entre qué le hace mal al cuerpo y qué bien. Nuestro organismo aprende en una etapa temprana de su desarrollo a diferenciar entre los cuerpos extraños benignos y los malignos (y a respetar los propios).
Una forma de hacerlo es mediante los encuentros con las endotoxinas, moléculas que aparecen en la envoltura de toda bacteria y que, al morir esta, se liberan al ambiente.
Cuantas menos endotoxinas encuentre el sistema inmunitario durante la infancia, menos probable es que capte esa importante diferencia. En su lugar, puede empezar a atacar todos los cuerpos, incluyendo el propio. El resultado de ello es desde las alergias y el asma hasta enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple, la fibromialgia y la artritis reumatoide.
Estudios
Un estudio en Basilea, Suiza, mostró que los hijos de granjeros de medio tiempo tenían un riesgo 76% mayor de contraer fiebre del heno y otras alergias que los de aquellos que laboraban tiempo completo, lo que sugiere que una mayor exposición al ambiente agrícola puede resultar benéfica.
En otro estudio sobre asma en niños de los atolones de Tokelau que viven todavía ahí, y en otros de la misma región que emigraron a Nueva Zelanda, se halló que solo el 11% de los infantes que permanecieron en su lugar natal tenía asma, comparado con el 25% que vivía en un ambiente más moderno.
Otras investigaciones muestran que los pequeños con mascotas son menos propensos a desarrollar afecciones alérgicas. Esto no quiere decir que debas enviar a tus niños al bosque a valerse por sí mismos, sino que puedes relajar los cuidados excesivos y considerar la posibilidad de que tengan un perro. Un poco de suciedad no los matará e incluso puede beneficiarlos.