Alergia a flor de piel: el eccema
El eccema no es contagioso y no tiene cura, pero hay tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas.
El eccema es un salpullido escamoso en la epidermis que afecta la cara y la cabeza o los antebrazos y las pantorrillas. Los síntomas pueden recrudecerse por el frío, el viento, el estrés y algunos alimentos —el huevo, la leche, los mariscos y los cacahuates son detonantes comunes—. En muchas personas, la severidad de esta alergia disminuye en la adolescencia, cuando su sistema inmunitario aprende a lidiar con sustancias externas.
El eccema es una condición de la piel que causa enrojecimiento, hinchazón y picazón. Puede afectar cualquier parte del cuerpo, pero es más común en las manos, los pies, la cara y el cuello. El eccema no es contagioso y no tiene cura, pero hay tratamientos que pueden ayudar a controlar los síntomas.
Hay muchos tipos diferentes de eccema, pero los más comunes son:
- Dermatitis atópica: este es el tipo más común de eccema y se asocia con alergias.
- Dermatitis de contacto: este tipo de eccema se desarrolla cuando la piel entra en contacto con una sustancia irritante o alérgica.
- Dermatitis seborreica: este tipo de eccema se caracteriza por una erupción roja y escamosa que suele aparecer en el cuero cabelludo, la cara y el pecho.
Te presentamos algunos consejos para manejar esta situación:
- Mantén tu piel bien humectada con cremas y ungüentos.
- Los antihistamínicos pueden ayudar a combatir la comezón.
- Averigua con el médico si los preparados tópicos con inmunomoduladores podrían servirte.
- Evita que tu piel entre en contacto con baños de burbujas o detergentes fuertes.
- El ambiente en la habitación debe ser fresco. Cubre tu cama con sábanas de algodón y un edredón ligero.
- No permitas mascotas en los lugares donde sueles dormir.
- No te bañes con agua excesivamente caliente.
- Evita prendas de lana.
- No te rasques.
- Trata de identificar factores detonantes. Es bueno llevar un diario de esto.
- Por lo general, quienes tienen problemas de este tipo presentan bajos niveles de ácido gamma linolénico, una sustancia que puede encontrarse en los aceites de prímula, borraja y semillas de grosella negra.