Calmantes naturales del dolor
El dolor puede ser causado por una variedad de factores, como lesiones, enfermedades y trastornos.Si no te sientes seguro al comprar analgésicos o te preocupan sus efectos colaterales, hay alternativas más seguras.
Si no te sientes seguro al comprar analgésicos (sobre todo si son de venta libre) o te preocupan sus efectos colaterales, hay alternativas más seguras. El dolor puede ser causado por una variedad de factores, como lesiones, enfermedades y trastornos. Hay muchos analgésicos naturales que pueden ayudar a aliviar el dolor. También te puede interesar: El dolor crónico
Algunos de los analgésicos naturales más comunes son:
Corteza de sauce
Un estudio mostró que cuatro cápsulas de extracto de esta sustancia por día, cada una de ellas con un contenido de 240 mg de salicina —el ingrediente activo—, era igual de efectiva que los inhibidores COX-2 para reducir el dolor lumbar. Sin embargo, vete con cuidado: la corteza de sauce usada durante un mes seguido puede causar úlceras estomacales.
Jengibre
Un estudio de la Universidad Estatal de Nueva York encontró que el gingerol 6 previene la producción de citoquinas, sustancias involucradas en la inflamación. Este ingrediente se consigue como raíz fresca o seca, infusión, en polvo, en tabletas, cápsulas o extracto. Toma de 1 a 5 g en cápsula a diario. Distribúyelos a lo largo del día en dosis pequeñas.
Aceite de pescado
El salmón, el atún y los peces azules poseen ácidos grasos omega 3, que combaten la inflamación. Si bien son conocidos sus beneficios para el corazón, los estudios demostraron que pueden reducir la rigidez matinal y la sensibilidad articular en personas con artritis reumatoide. El aceite de pescado también puede potenciar los beneficios analgésicos de los antiinflamatorios no esteroideos. Otra opción son las cápsulas de aceite de pescado. Una dosis típica sería de 1200 a 2400 mg dos veces por día. Consulta a tu médico antes de consumirlo.
Los calmantes naturales del dolor ofrecen una alternativa efectiva y segura para aliviar diversas molestias y mejorar la calidad de vida. Pero recuerda que es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporar nuevos tratamientos a tu rutina, especialmente si tienes condiciones médicas preexistentes.
