Trucos para limpiar todas tus telas de casa
Las telas son una parte esencial de nuestro hogar. Están presentes en los muebles, las cortinas, las alfombras, las almohadas, la ropa y mucho más. Por eso, es importante saber cómo limpiarlas adecuadamente para mantenerlas en buen estado.
Los textiles presentes en el hogar nos brindan una incomparable sensación de bienestar cuando están limpios y frescos. Para que nuestras telas se mantengan limpias y en buen estado, es importante seguir una serie de consejos de limpieza. Te puede interesar leer: Limpieza de alfombras y pisos
Cortinas gruesas y delgadas
¿Estás pensando en limpiar las ventanas? Pues es el momento ideal para prestarles atención a las cortinas. Aunque no es absolutamente necesario quitarlas para lavar las ventanas, tu casa no lucirá bien si cubres vidrios relucientes con telas sucias.
- Las cortinas delgadas, que por lo general se confeccionan con materiales sintéticos, deben lavarse a máquina en un ciclo delicado con centrifugado suave. Cuélgalas en su lugar cuando aún estén húmedas, y la tela se secará sin arrugarse. Si es posible, deja la ventana abierta para que se evapore la humedad.
- En el caso de las cortinas gruesas, es poco aconsejable lavarlas en casa. Lo mejor es buscar un servicio profesional de limpieza. Para mantenerlas lo más limpias posible, entre lavadas aspíralas usando el accesorio para tapices y una potencia moderada. No intentes lavar brocados, terciopelo o chintz en casa.
- Las cortinas de algodón pueden meterse a la lavadora en un ciclo delicado, pero toma en cuenta que suelen encogerse en la primera lavada. Una solución es confeccionarlas con un dobladillo de doble vuelta o canaleta; así habrá tela de sobra en caso de que las cortinas encojan después de lavarlas. La desventaja de esta técnica es que quizá no sea posible quitar completamente la marca del pliegue con la plancha. Otra alternativa es lavar la tela antes de hacer el dobladillo.
Truco de los expertos: Compra o confecciona las cortinas de telas propensas a encogerse de una longitud mayor a la necesaria (deben llegar hasta el piso). Esto creará un efecto decorativo de mayor longi- tud; incluso las telas que no se encogen a veces se confeccionan más largas para lograr esta apariencia.
Limpieza y secado
- Lava todas las cortinas de una habitación al mismo tiempo. Si estás muy ocupado, trata de concluir la tarea en dos o tres días máximo, para que queden igual de limpias. Esto es importante si hay fumadores en casa o si cocinas mucho; bajo esas condiciones, las cortinas pueden guardar humedad y tornarse amarillentas o percudirse rápidamente. Las fuentes más importantes de suciedad para las cortinas son las estufas, las velas y las chimeneas.
- Quita las cortinas únicamente cuando vayas a lavarlas; dejarlas descolgadas, aunque sea por un rato, puede crear arrugas difíciles de eliminar.
- Retira cualquier accesorio metálico (ganchos, aros, pesas) antes de lavarlas; estas piezas pueden dañar la tela o el tambor de la lavadora.
- Puedes dejar puestos los ganchos de plástico, pero mete la cortina en una bolsa grande para lavar prendas delicadas. Esto reducirá la probabilidad de que los ganchos se atoren en la cenefa.
- También es conveniente meter las cortinas de tela delicada en una bolsa para lavar ropa. Así las protegerás de la fricción causada por el tambor de la lavadora.
- Cuando laves cortinas blancas delgadas, usa un detergente especial para ropa de dicho color —esto eliminará cualquier percudido— y añade suavizante de telas para cerciorarte de que salgan de la lavadora sin arrugas y se mantengan limpias por más tiempo.
- Las lavadoras modernas, sobre todo las de carga frontal, usan muy poca agua. Esto no es ideal para lavar cortinas, pues para evitar que se arrugue la tela debe flotar libremente en el líquido. Si tu lavadora tiene la opción de agregar más agua, úsala.
- También puedes lavar las cortinas de telas muy delicadas en la tina del baño. Primero mójalas y luego sumérgelas en agua jabonosa tibia. Enjuágalas bien varias veces, pero evita exprimirlas; solo colócalas extendidas sobre la tina vacía. Una vez que dejen de escurrir, cuélgalas en su sitio.
Truco de los expertos: Para quitar una mancha difícil, te sugerimos tallar la tela con jabón líquido removedor de manchas o remojarla en un producto especial para prendas delicadas.
Las mesas lucen mejor con un mantel puesto
Los manteles pueden confeccionarse con distintos materiales. Lee las instrucciones de lavado de cada uno y hazte las siguientes preguntas: ¿la tela se puede meter a la lavadora? ¿A qué temperatura? ¿Debe llevarse forzosamente a la tintorería? ¿Se puede meter a la secadora?
Antes de lavar manteles de algodón o lino por primera vez, remójalos toda la noche en agua fría para evitar que se encojan. Después, mételos a la lavadora con agua caliente. Puedes usar detergente concentrado para ropa blanca o de color.
Elimina las arrugas con una plancha caliente, mientras la tela siga ligeramente húmeda.
Las telas de poliéster requieren menos cuidados: difícilmente se arrugan y son resistentes a las manchas. Puedes lavarlas con agua caliente y detergente concentrado para ropa blanca o de color, según sea el caso. Si el mantel tiene encaje o bordados, mételo en una bolsa para ropa y evita poner demasiadas prendas en la lavadora. Usa una plancha tibia, presionando levemente, mientras la tela todavía está húmeda.
Solución fácil: Quitar manchas de grasa es mucho más sencillo si actúas de inmediato, mientras aún están frescas. La mayoría de las grasas se disuelven a una temperatura de 60 °C o mayor, así que primero dirígete al fregadero y coloca la tela bajo el chorro de agua caliente. Luego, aplica removedor de manchas o detergente líquido directamente sobre la tela (tam- bién puedes usar una pasta hecha con detergente en polvo mezclado con un poco de agua). Lava el mantel inmediatamente después de este tratamiento, a una temperatura adecuada para el tipo de tela.
Truco de los expertos: Puede ser especialmente difícil eliminar con la plancha todas las arrugas de
un mantel de lino o una mezcla de lino, aun con la temperatura más caliente y la ayuda de almidón en aerosol. Lo mejor es llevar el mantel directamente a la tintorería para que lo planchen ahí.
Cambia las toallas con frecuencia
Las toallas para manos y las de baño, así como los paños de cocina, son caldos de cultivo de numerosos gérmenes, así que debes cambiarlas con regularidad y lavarlas a la máxima temperatura posible.
- No pongas toallas mojadas en el cesto de ropa sucia. Si no puedes meterlas a la lavadora de inmediato, cuélgalas para que se sequen primero. a humedad favorece el desarrollo de bacterias, y esto se traduce en malos olores.
- Antes de lavarlas, separa las toallas por colores: blancas, oscuras y de tonos claros.
- Lava las toallas de color a 60 °C. Esto será suficiente para dejarlas bien limpias. Las blancas toleran temperaturas de hasta 95 °C.
- Las toallas soportan ciclos de centrifugado rápido en la lavadora, lo cual ayuda a que sequen más apri- sa. Si no tienes secadora de ropa, cuélgalas al aire libre; esto tendrá un efecto suavizante. Al secarlas en interiores, sobre todo cerca de una fuente de calor, pueden ponerse tiesas y ásperas.
- Evita plancharlas. La presión aplanará las fibras de la tela y reducirá su capacidad de absorber agua. Simplemente, extiéndelas y dóblalas con cuidado.
- Con el fin de ahorrar gas, quizá prefieras no lavar las toallas a 95 °C, pero las temperaturas altas ma- tan bacterias y hongos de las telas.
Ahorra dinero: Lava varias toallas en una sola carga, para aprovechar la capacidad máxima de la lavadora, ahorrar agua y detergente.
Cómo cuidar la ropa de cama
Hoy día la ropa de cama es fácil de cuidar. Se lava, se seca y se vuelve a colocar rápidamente, de modo que ya no es necesario tener varios juegos.
- El tejido de punto, el algodón, el rayón, la microfibra y las telas peinadas, como la franela, no se planchan. Estas fibras deben lavarse a 60 °C. Por lo general, las sábanas de algodón y lino toleran temperaturas cercanas a los 100 °C, pero es necesario plancharlas bien.
- Las telas blancas y las de color deben lavarse por separado. Si hay cierres, asegúrate de subirlos, pues esto ayudará a que conserven su forma, sobre todo en el caso de telas económicas. Los tejidos finos rara vez pierden su forma.
Ahorra tiempo: Si la carga que vas a lavar es pequeña, elige un ciclo rápido. Aunque el tiempo de lavado dure poco, las sábanas saldrán perfectamente limpias