Venas y arterias
Para prevenir las enfermedades venosas, se recomienda practicar actividades que trabajen las piernas, como la caminata , el senderismo, la natación, el ciclismo y el esquí de fondo, ya que favorecen la circulación sanguínea
Los trastornos venosos son una enfermedad bastante extendida. Para prevenirlos, lo mejor es caminar y acostarse y evitar estar mucho tiempo en posición parada o sentada. Nuestro cuerpo tiene un sistema venoso ramificado que contiene alrededor del 60% de la sangre que circula por el organismo. A diferencia de las arterias, que bombean la sangre rica en oxígeno desde le corazón hacia el resto del cuerpo, las venas tienen que llevar el corazón la sangre desoxigenada que se utiliza en los órganos u músculos.
Otro de los factores que interviene es este proceso es la presión muscular sobre las venas, conocida como bomba muscular. Es evidente que las funciones de esta bomba pueden consolidarse o mejorarse haciendo ejercicio.
Debido a que el trayecto de las piernas al corazón es el más largo, resulta particularmente importante mantener las venas en forma. Para prevenir las enfermedades venosas, se recomienda practicar actividades que trabajen las piernas, como la caminata , el senderismo, la natación, el ciclismo y el esquí de fondo, ya que favorecen la circulación sanguínea, al igual que los ejercicios que presentamos a continuación.
Ejercicios
Coordinación fina en los pies
Nuestros pies suelen estar muy poco desarrollado sen cuanto a motrocidad fina, a pesar de las grandes exigencias que supone el hecho de caminar; sin embargo, estos puede entrenarse. Los movimientos pequeños y finos trabajan la coordinación del pie y también estimulan la circulación sanguínea.
- Siéntate sin zapatos y con la espalda erguida en una silla, sin recargarte en el respaldo. Dobla una toalla y colócala en el suelo frente a ti . Apoya las manos en los muslos.
- . Levanta una pierna y toma una esquina de la toalla con los dedos gordo e índice del pie. Después trata de desdoblar la toalla.
- Ahora cambia de pierna e intenta volver a doblar la toalla con el otro pie.
- Haz un breve descanso y en la siguiente ronda cambia el orden: el pie que desdobló la toalla ahora tendrá que doblarla.
Activa tus pies
La mejor forma de ejercitar los músculos de las pantorrillas es moviendo los pies, lo cual ayuda a cuidar las venas.
- Siéntate sin zapatos en una silla y no te recargues en el respaldo. Coloca los pies en el suelo frente a ti.
- Ahora junta los pies por los tobillos y muévelos hacia un lado. Los talones se levantan del suelo, pero permanecen en el mismo lugar: son solo los empeines y los dedos los que se mueven y desplazan de izquierda a derecha en una línea imaginaria frente a tu cuerpo.
- En la segunda parte del ejercicio, mueve los pies de modo que, con los talones levantados, se toquen primero lso talones y luego los dedos gordos. Cuando los dedos se tocan, los talones se separan; cuando los talones se tocan, los dedos se separan.Haz tres series de más o menos un minuto, descansado unos 30 segundos entre cada una.
Remar
El transporte de la sangre desde las piernas hasta el corazón normalmente se realiza en contra de la fuerza de gravedad. Los ejercicios que la utilizan para activarlos músculos de la pantorrilla son particularmente eficaces y producen excelentes resultados en poco tiempo. Si lo haces con regularidad, este ejercicio evitará la hinchazón de las piernas que puede llegar a producirse a lo largo del día.
- Acuéstate sobre una esterilla con ropa cómoda y pies descalzos. Coloca los brazos sueltos a los lados, junto a tu cuerpo.
- Ahora estira las piernas hacia arriba, llevando los dedos de un pie hacia tu nariz y luego los del otro.
- Si experimentas fatiga, una sensación de hormigueo o un tirón en las piernas, detente por un momento y toma un descanso de unos 30 segundos hasta que los síntomas desaparezcan. Repite el ejercicio cuando lo prefieras.
Baja las piernas de forma alternada
Los ejercicios sobre la espalda evitan que la sangre se estanque en las piernas y, por lo tanto, que se produzca hinchazón, enrojecimiento y dolor en las pantorrillas.
- Acuéstate en una esterilla con ropa cómoda, con los brazos sueltos al lado del cuerpo.
- Estira ambas piernas hacia arriba y bájalas alternadamente doblando la respectiva rodilla. Asegúrate de que el movimiento sea fluido, y no contengas la respiración.
- Haz cinco series de más o menos un minuto, descansando 30 segundos entre cada una.
Activa tus pantorrillas
Es sobre todo después de estar mucho tiempo de pie que las piernas se engrosan y se cansan. A fin de contrarrestarlos, haz ejercicio para activar las piernas y, más específicamente, los músculos de la pantorrilla.
- Párate sin zapatos detrás de una silla estable y tómate con ambas manos del respaldo sin hacer presión.
- Dobla las piernas alternadamente para que el talón de cada pierna se levante y la rodilla toque la silla. Haz los movimientos de forma alternada y fluida, de manera que en ningún momento los talones tioque el suelo.
- Realiza cinco series de aproximadamente un minuto, descansando unos 30 segundos entre cada una. Durante los descansos puedes sentarte en la silla.