Tónicos y lociones limpiadoras naturales
Son productos cosméticos que se utilizan para limpiar la piel y prepararla para el maquillaje o la aplicación de otros productos para el cuidado de la piel.
Los tónicos y las lociones limpiadoras naturales son productos de cuidado de la piel que se utilizan para limpiar, tonificar e hidratar la piel. Pueden ser una excelente opción para las personas con piel sensible o que buscan productos más naturales y saludables.
Después de la limpieza facial se recomienda usar un tónico. Su función es eliminar restos de la loción o crema limpiadora y depurar la piel. Aplica unas gotas de tónico en una almohadilla de algodón y da golpecitos en la piel. No lo enjuagues.
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Loción de manzanilla
Si tu piel tiende a ponerse roja cuando estás bajo estrés, este tónico la tranquilizará suavemente. Necesitas:
- 1⁄4 de litro de agua
- 25 g de flores de manzanilla
- 25 ml de jugo de limón
- 40 ml de agua de rosas
Calienta el agua, añade las flores de manzanilla y deja hervir 3 minutos. Tapa y permite que se enfríe. Usa un colador fino para vaciar la infusión en un recipiente, exprimiendo bien las flores.
Mezcla el líquido con el jugo de limón y el agua de rosas. Usando un embudo, vierte todo en una botella de vidrio oscura. Después de tu limpieza facial, aplica un poco de tónico en una bolita de algodón y frota suavemente el rostro, el cuello y el escote.
Para piel seca y sensible
Después de limpiar la piel, este tónico refresca el rostro. Los ingredientes necesarios son:
- 90 ml de agua de rosas
- 10 ml de tintura de caléndula
Vierte el agua de rosas y la tintura en una botella de vidrio oscura con atomizador; agita bien y guárdala en un lugar fresco. Después de la limpieza facial, aplica el tónico en una bolita de algodón y da golpecitos en el rostro, el cuello y el escote.
Loción de pepino y limón
Para la piel cansada, nada como la pectina del pepino, las vitaminas de la zanahoria y del limón y la humectación del aceite de almendras. Prepara esta loción con:
- 1⁄2 pepino
- 30 ml de aceite de almendras
- Jugo de 1⁄2 limón
- 60 ml de jugo de zanahoria
Pela y ralla el pepino. Exprime bien la pulpa a través de un colador fino hasta obtener todo el líquido. Con ayuda de un embudo, vierte el jugo de pepino, el aceite de almendras y los jugos de zanahoria y limón en una botella de vidrio oscura; mantenla en un lugar fresco.
Después de la limpieza facial, agita la botella, aplica el tónico en una bolita de algodón húmeda y frota suavemente la piel del rostro con ella.
Tónico con hamamelis
Esta loción con un olor agradable es apta para todo tipo de pieles. Los ingredientes que necesitas son:
- 50 ml de agua de rosas
- 1⁄2 cucharadita de miel de abeja
- 50 ml de agua de hamamelis
- 10 gotas de tintura de manzanilla
Calienta un poco el agua de rosas y disuelve ahí la miel. Agrega el agua de hamamelis y la tintura de manzanilla. Vierte todo en una botella de vidrio oscura. Después de cada limpieza facial, aplica un poco de tónico en una bolita de algodón y pásala suavemente por la piel del rostro y el cuello.
Puro y refrescante
Para preparar un tónico facial natural y refrescante, pela un pepino, córtalo en trozos pequeños y exprímelos a través de un paño limpio. Utilízalo de inmediato.
Tónico de menta
La menta estimula la circulación sanguínea y reduce los poros abiertos, comunes en la piel grasa. Prepara este tónico con:
- 1⁄4 de litro de agua
- 30 g de flores y hojas de menta
- 50 ml de agua de hamamelis
Calienta el agua con la menta y déjala hervir 15 minutos a fuego bajo. Una vez frío, cuela el líquido con ayuda de un filtro fino. Viértelo en una botella de vidrio oscura junto con el agua de hamamelis y consérvalo en un lugar fresco. Agita bien antes de usarlo después de la limpieza facial.
Cose tus propias almohadillas limpiadoras
Estas pequeñas almohadillas de algodón para desmaquillarte de forma rápida son muy prácticas. Su gran inconveniente es que son de un solo uso. Si te gusta coser y quieres ayudar al planeta, es muy fácil y económico reemplazar las almohadillas con versiones reutilizables de tela.
Solo debes buscar un paño de cocina, camiseta, sudadera o toalla de mano de algodón (o una fibra natural similar) que ya no uses. Cerciórate de que puedas lavar la tela mínimo a 60 °C y escoge un hilo de costura que no se despinte a esa temperatura. Con ayuda de una plantilla de cartón, corta la tela en pedazos iguales.
Para el tamaño, guíate con una almohadilla de algodón comprada (se recomienda un diámetro de 7 cm). Usa una tela fina en un lado de la almohadilla y una tela gruesa en el otro lado. Fija ambos círculos con alfileres y cose en zigzag.