Fatiga y enfermedades autoinmunes
¡Toma el control de tu energía y vive una vida plena a pesar de la enfermedad autoinmune!
Tener una enfermedad autoinmune puede cambiar tu vida de manera profunda. Para muchas personas con enfermedades autoinmunes, la fatiga es el síntoma más debilitante.
No se comprende del todo por qué las enfermedades autoinmunes y la fatiga van de la mano, aunque la inflamación puede explicar algo de ello. Otros posibles factores incluyen dolor, falta de sueño, inactividad y estado de ánimo deprimido.
La fatiga difiere del cansancio que la mayoría de las personas siente después de largos períodos de trabajo o ejercicio o cuando no han dormido bien. Es una sensación de agotamiento constante que dificulta pasar el día, y mucho menos participar en actividades que disfruta. La fatiga suele resultar frustrante para los pacientes. No es algo que tu médico pueda medir o probar. A menudo no es evidente para los demás, pero es muy real para ti.
Estrategias que pueden ayudar a controlar la fatiga.
Si experimenta fatiga que agota completamente tu energía, no intentes superarla. Presta atención a tu cuerpo, toma tu ritmo y trata de encontrar estrategias que te ayuden. Estas ideas pueden resultarte útiles:
- Tómalo con calma. No intentes hacer demasiado. Si te cansas, toma una siesta o haz algo relajante como leer, escuchar música, meditar o realizar una actividad creativa. Programa descansos a lo largo del día si eso ayuda.
- Planifica con anticipación. Si tienes energía limitada, úsala para las actividades más importantes de tu calendario. Si tiene un día ajetreado por delante, haz planes la noche anterior para que el día transcurra más fácilmente.
- Informar a familiares y amigos. Cuéntele a tus personas cercanas sobre tu condición y explícales que pueden causar fatiga para que entiendan si necesitas cancelar o modificar planes.
- Consume una dieta saludable. Comer alimentos como avena o nueces puede aumentar tu nivel de energía. En algunas afecciones autoinmunes, es posible que deba seguir ciertas restricciones dietéticas o dietas especiales.
- Ejercicio con regularidad. La actividad física puede mantener tu cuerpo en buenas condiciones, lo que ayudará a aumentar la energía. Trata de mantener un horario regular de ejercicio que puedas tolerar.
- Dormir lo suficiente. El sueño es importante, pero debe ser un sueño reparador. Para dormir mejor, practica buenos hábitos de sueño.
- Encuentra apoyo. Los desafíos de afrontar una enfermedad crónica pueden desgastarlo. La fatiga mental puede minar tu energía. Si tu estado de ánimo está bajo, habla con tu médico sobre formas de encontrar apoyo emocional.