Actividad física para alcanzar tu bienestar
La actividad física es una de las mejores maneras de alcanzar tu bienestar. Aquí te mostramos lo fácil que es aumentar tu actividad diaria.
La actividad física es una de las mejores maneras de alcanzar una sensación de paz y bienestar. Nacimos para movernos. Aquí te mostramos lo fácil que es aumentar tu actividad diaria, y de qué modo pueden ayudarte durante un día activo unos sencillos ejercicios de respiración y relajación.
La actividad física nos tranquiliza porque conlleva cambios fisiológicos benéficos en el cuerpo. Libera la tensión de los músculos, estirándolos y fortaleciéndolos, y al mismo tiempo permite que la sangre circule más libremente (la tensión provoca que los vasos sanguíneos se contraigan).
Llevar a acabo una actividad física libera endorfinas, sustancias químicas analgésicas del organismo, funcionan de manera similar a la morfina, y se les conoce como “hormonas de bienestar” porque elevan el estado de ánimo y nos pueden hacer sentir muy estimulados.
La actividad física como liberador
La actividad física es lo mejor que puedes hacer cuando los sucesos de la vida, u otras personas, te ponen nervioso o te sientes enojado y frustrado.
Intenta poner en práctica las siguientes actividades. Te ayudarán.
- Da patadas vigorosa y fuertemente en el piso, como un niño que está haciendo un berrinche.
- Sube y baja las escaleras corriendo unas cuantas veces, o camina rápidamente alrededor de la manzana.
- Escribe lo que te está molestando o estresando. Ésta puede ser una manera positiva de “vaciar” el cuerpo y la mente; además, puede inspirarte a escribir una rutina de actividad física.
- Empieza una tarea de limpieza que hayas estado evitando por años, y deléitate al sentirte completamente infeliz (Sí). Te sentirás mucho mejor una vez que hayas terminado la tan postergada tarea.
- Golpear una almohada o un cojín para liberar la tensión, la frustración y el enojo contenidos, si estás en el trabajo, ve al baño e intenta “boxear” en el aire.
Una vez que te hayas desahogado, asegúrate de practicar una o dos técnicas de relajación para inducir la calma, con el objeto de que las funciones de tu organismo se normalicen. Y cambia tu actitud sobre el ejercicio.