En una encuesta reciente llevada a cabo entre poco más de 1 000 mujeres y hombres sobre cómo se sentían acerca de su vida, 41 % de los mayores de 50 años dijeron que se sentían optimistas, es decir, felices y con grandes esperanzas. Además, 60 % incluso dijeron que se veían por lo menos cinco años más jóvenes de lo que eran. Esta investigación es una prueba de algo que cada vez más estudios demuestran: muchas personas se sienten más optimistas a medida que pasan los años.

Investigadores de la Universidad de California han descubierto pruebas de lo que ellos llaman el “efecto de la positividad”. Los especialistas revisaron los escaneos cerebrales de personas mientras estas veían imágenes positivas y negativas. Descubrieron que aquellas de mediana y avanzada edad reaccionaban con más fuerza cuando veían imágenes positivas que cuando estaban viendo imágenes negativas.

Y algo incluso mejor: una actitud positiva no solo hace que te sientas bien, sino que también tiene beneficios para la salud, por lo que vives más tiempo, estás más saludable y tienes un mejor estado de ánimo.

A continuación te hablamos de los beneficios físicos que aporta una actitud positiva.

Un corazón más saludable

En un estudio de la Universidad de Pittsburgh en 209 mujeres, los investigadores encontraron que una actitud optimista es- taba relacionada con un menor riesgo de padecer cardiopatías. En otro estudio, pero esta vez con 545 hombres mayores de nacio- nalidad holandesa, los altos niveles de op- timismo redujeron el riesgo de muerte por enfermedades del corazón.

Mayor inmunidad

En la Universidad de Kentucky, EE. UU., los investigadores hallaron que quienes se sienten bien acerca de los años por venir tienen sistemas inmunitarios más fuertes que quie- nes tienen una visión negativa del futuro.

El ABC de la felicidad

Para tener una actitud más optimista y positiva, empieza a reflexionar sobre tu realidad actual.

Encuentra lo bueno que hay en el mundo y en tu propia vida

Incluso los tiempos difíciles pueden tener un aspecto positivo si aprecias lo que estos te dejan, o si te acercas a tus seres queridos. Trata de encontrar el lado bueno de cada día que vives.


Dale la vuelta al pensamiento negativo

Si te descubres albergando un mal pensamiento sobre tu persona (como “Todo es mi culpa” o “No valgo nada”), recuerda todas las cosas buenas que has hecho no solo por ti, sino también por los demás. Haz una lista por escrito; verás cómo te ayuda.

Agradece

Pasar 30 minutos a la semana escribiendo sobre aquello por lo que sentimos agradecimiento puede reducir la preocupación y la ansiedad. Esto es lo que se descubrió en un estudio conducido por la Universidad Kean, de Nueva Jersey, EE. UU.

Dos grupos de voluntarios se reunieron dos veces a la semana para entrar a sesiones de 15 minutos de duración. Un grupo escribió una lista de gratitud (cosas por las que sen- tían agradecimiento), mientras que el otro grupo elaboró una lista de experiencias diarias. El grupo que escribió la lista de gratitud mostró un aumento de las emociones positivas. El otro grupo no.

Aquí te presentamos algunas maneras de crear una actitud de gratitud

  • Una vez a la semana comienza con una lista de gratitud. Escribe una lista de las cosas por las que sientes agradecimiento. Si no tienes un cuaderno, utiliza cualquier hoja que tengas a la mano para hacer tu primera lista.
  • Todos los días da gracias a alguien. Puede ser la persona que empaca tus víve- res en el supermercado o el empleado de la librería que te recomienda un nuevo título. Incluso puede ser alguien en tu vida a quien sientes que no le has agradecido algo de forma apropiada.
  • Permite que la gratitud te mueva a ayudar a otras personas. Inicia una cadena de gratitud para mejorar la vida de aquellos menos afortunados.

Cuando el dinero puede (o no) comprar la felicidad

Gastar dinero en vivir una buena experiencia genera más felicidad que adquirir bienes materiales. En otras palabras, comprar entradas de cine para la nueva comedia romántica o boletos de avión para tus anheladas vacaciones puede mejorar tu estado
de ánimo más que si invirtieras en objetos físicos.

Eso fue lo que descubrieron en la Universidad Estatal de San Francisco, EE. UU., acerca del estado de ánimo. Los investigadores se basaron en cuestionarios que aplicaron a cerca de 10 000 personas. Los llamados “gastadores experienciales” solían estar más contentos con la vida que aquellos que gastaron su dinero en artículos como zapatos o aparatos de lujo, además de ser también más proclives a disfrutar la compañía de los demás, a aventurarse y a experimentar menos ansiedad.

Los investigadores encontraron que cuando la gente gastaba su dinero en actividades con las que según ellos impresionarían a los demás, su felicidad no aumentó para nada. Las personas también obtuvieron más beneficios cuando ejecutaron algo nuevo que cuando realizaron una actividad que habían disfrutado numerosas veces en el pasado.

¿Qué significado tiene esto para ti?

Te lo decimos: lo mejor es dejar las compras para otro día y pasar el tiempo haciendo cosas que disfrutes con tus amistades y familiares.

Lilo Flores

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