¿Por qué es bueno hacer ejercicio?
La actividad física frecuente no solo añade años a tu vida, sino que le da vida a tus años. Te sentirás mejor, te moverás mejor y le sacarás mayor partido a todo lo que hagas.
Todos sabemos que el ejercicio es benéfico. Sin embargo, queda claro que, desde una perspectiva de salud, el estilo de vida de la persona promedio todavía está muy lejos de ser ideal. Si bien muchas personas hacen ejercicio a menudo, el nivel de actividad física de otras es terriblemente bajo.
No obstante, a medida que los efectos positivos del ejercicio se difunden y son más convincentes, mucha más gente empieza a valorar la importancia que tiene llevar un estilo de vida activo y está haciendo algo al respecto.
Un cuerpo potenciado
Desde la perspectiva más amplia posible, hay dos beneficios claros que se obtienen del ejercicio físico habitual: una mejor salud general y un buen estado físico. Las palabras salud y estado físico se usan frecuentemente como sinónimos, pero hay una distinción clara entre ambas.
Salud
Disfrutar de buena salud significa que no tienes ninguna enfermedad y que el organismo se desempeña sin dificultad. El ejercicio mejora el rendimiento de los sistemas del cuerpo, sobre todo de los sistemas cardiovascular y respiratorio. También puede estimular el sistema inmunitario, con lo cual serás menos propenso a contraer enfermedades como gripes y resfriados.
Estado físico
Puede definirse como la capacidad de desempeñar tareas físicas con energía. A un nivel elemental, podría implicar ir caminando a hacer las compras y regresar sin que te falte el aliento, o poder jugar futbol con tus hijos. A un nivel superior, estado físico podría significar empujarte a ti mismo al límite, a fin de competir contra otros atletas, los libros de récords o los elementos. Actualmente, se considera que un mal estado físico es un problema muy serio y que incluso constituye el mayor factor de riesgo para la salud en general. Sobre todo, se relaciona con la tendencia a contraer enfermedades cardiovasculares y otros males metabólicos, como la diabetes tipo 2.
Una mente despejada
Los mismos conceptos de la salud física se aplican al estado mental y al emocional. Así como el ejercicio beneficia tu cuerpo, también mejora tu salud emocional y psicológica. Uno de los beneficios más importantes del ejercicio es que reduce el estrés y actúa como una barrera contra sus efectos físicos, potencialmente devastadores.
Un estilo de vida activo
El ejercicio tiene un papel preponderante en un estilo de vida sano. Mientras haces ejercicio, quemas calorías y así disfrutarás la comida sin preocuparte por engordar. Además, mejora la fuerza, la resistencia y el tono muscular, adquieres mayor confianza y, en consecuencia, disminuye el estrés.
Cosecha los beneficios
Los argumentos a favor de hacer ejercicio con frecuencia parecen enteramente convincentes. Sin embargo, la tendencia en los últimos años ha sido hacia un estilo de vida menos activo. Los niños, especialmente, pasan más tiempo dedica- dos a distracciones sedentarias, como ver televisión y jugar videojuegos, que en actividades físicas. Es muy probable que esta tendencia desemboque a futuro en problemas serios de salud.
Afortunadamente, la gente tiene mucho más acceso que antes a gimnasios, clubes e instalaciones deportivas. Si no cuentas con facilidades para asistir a sesiones organizadas o simplemente no te gusta la idea, hay innumerables maneras de aumentar la cantidad de ejercicio que haces.
Conforme redescubras el potencial de tu cuerpo y notes que cada vez tienes mayor resistencia, te darás cuenta de lo divertido que puede ser el ejercicio y cosecharás los frutos de un buen estado físico.
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¿Qué tipo de ejercicio es más adecuado para mí?
Hay quienes están a favor de correr, caminar, hacer pesas o yoga. Sin embargo, cuando estás empezando, el mejor ejercicio es el que estás más dispuesto a hacer. Si caminar es lo más sencillo, empieza por ahí; pero si te gusta nadar, concéntrate en la natación. Si es algo que disfrutas, las probabilidades de que lo abandones son mucho menores.
Prioridades
El plan: Una manera de estar seguro de que te vas a dedicar a tu nuevo régimen de ejercicios es convertirlo en una prioridad en tu vida y dejárselo saber a los demás.
- Programa las horas a las que harás ejercicio y comprométete a cumplirlas. Júrate a ti mismo que no habrá nada ni nadie que pueda interferir con esas sesiones.
- Avísale a tu familia cuál es tu horario de ejercicios. Diles que a esas horas no estarás disponible.
- Haz lo mismo en el trabajo. No dejes que la presión social te obligue a comer con el mismo grupo de siempre si a esas horas tienes planeado salir a caminar.
Siete beneficios de hacer ejercicio
Evita la pérdida de masa muscular: En 2010, el Estudio Japonés Nakanojo de ejercicio en personas mayores detectó que dar entre 7,000 y 8,000 pasos al día le ayudó a un grupo de 175 personas entre los 65 y los 84 años a mantener la masa muscular.
- Duermes mejor: En pruebas efectuadas en la Universidad Northwestern de Chicago, un programa de 16 semanas de ejercicio durante 40 minutos cuatro veces a la semana, junto con reco- mendaciones sobre la higiene del sueño, ayudó a romper el ciclo de insomnio crónico en personas de 55 años o más.
- La mente se mantiene alerta: Estudios sugieren que mantenerse físicamente activo ayuda a conservar las funciones mentales. Un estudio de 2011 detectó que una caminata diaria de media hora podría retrasar el deterioro cognitivo entre 5 y 7 años. También se asocia la actividad física con niveles más bajos de placas proteicas, características de la enfermedad de Alzheimer.
- Respiras mayor calma: En 2011, el Instituto Universitario de Geriatría de Canadá encontró un vínculo químico entre el ejercicio y el estado de ánimo: una hora en la caminadora fortaleció la absor- ción de triptófano (un aminoácido relacionado con un ánimo relajado) en hombres de entre 57 y 70 años.
- Fortalece los huesos: Investigadores finlandeses sometieron a 149 mujeres de entre 70 y 78 años a un pro- grama de ejercicios que combinaba equilibrio, agilidad y trabajos con pesas; encontra- ron que sus huesos se fortalecieron y redujeron el riesgo de caídas y osteoporosis.
- Aumenta la confianza: El ejercicio hace que te sientas mejor contigo mismo y te motiva a seguir adelante, según un estudio de la Universidad Stanford, en California.
- Vives más: Un estilo de vida activo después de los 50 años puede aumentar cuatro años y medio a la vida, de acuerdo con el Estudio del Corazón de Framingham, realizado desde 1948 entre 5,209 residentes de la ciudad del mismo nombre, en Massachusetts.