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Reflexología podal

La reflexología podal es una técnica de medicina complementaria y alternativa que se basa en la estimulación de puntos específicos en los pies, llamados zonas reflejas, que se cree que están conectados a diferentes órganos y sistemas del cuerpo.

Principios

Para los reflexólogos, el cuerpo, los órganos y las funciones se proyectan sobre determinadas zonas del cuerpo: los pabellones auriculares de las orejas, el iris del ojo y, por último, los pies y las manos. Los dedos de los pies corresponden a la cabeza y el cráneo; los talones, a la pelvis y su contenido; los bordes interiores de los pies, a la columna vertebral; los bordes exteriores, a las extremidades.

  • La presión sobre un punto concreto puede tratar la zona correspondiente. Los reflexólogos han planteado muchas hipótesis para explicar la acción de estos masajes: podrían eliminar los obstáculos al libre flujo de energía, liberar endorfinas y estimular los sistemas nervioso y linfático. Algunos evocan la teoría de la compuerta (gate-control), según la cual la estimulación no dolorosa provoca, a distancia, una acción que inhibe el dolor. Para otros, los desequilibrios del organismo generan depósitos de microcristales de ácido úrico en los puntos reflejos correspondientes, haciéndolos dolorosos; el masaje los destruye y restablece así el flujo de energía.

Lo que cura

  • Puedes consultar a un reflexólogo si sufres dolores de espalda, cuello, cabeza o migrañas, en caso de sinusitis crónica, síndrome premenstrual y estrés, por ejemplo.
  • Si tienes dificultades para concebir, la reflexología puede ayudarte. También podría mejorar tu calidad de vida si padeces una enfermedad grave (cáncer, diabetes insuli- nodependiente, esclerosis múltiple, etc.).
  • Se utiliza regularmente en la medicina deportiva y en los cuidados paliativos.

Contraindicaciones

  • Algunas son absolutas (al menos temporalmente): flebitis reciente, artritis aguda de uno o ambos pies, una fractura de pie que aún no se ha curado.
  • Ten cuidado en caso de artrosis, dolor o infección de los pies (micosis, verrugas, etc.).

Advertencias

  • Consulta al médico antes de iniciar el tratamiento de reflexología para descar- tar cualquier enfermedad grave.

Cómo se desarrolla una sesión

El diagnóstico

  • La primera consulta dura aproximadamente una hora; las siguientes, de 30 a 60 minutos.
  • El reflexólogo realiza una evaluación completa de tu problema: un interrogatorio detallado seguido del examen de tus pies. Para ello, estás en posición recostada, con los pies descalzos ligeramente levantados. En primer lugar, el terapeuta buscará una afección que requiera un tratamiento específico de antemano (callos, durezas, verrugas plantares, infecciones, etc.).

El tratamiento

  • El terapeuta masajea suavemente ambos pies y luego procede al examen reflexológico propiamente dicho. Con el pulgar, explora metódicamente toda la superficie de los pies (suelas, bordes, parte superior y empeines, zona del tobillo) a fin de detectar las zonas sensibles para el tratamiento.
  • Una vez completado el examen, el reflexólogo comienza el tratamiento global de estas zonas. Aplica una presión sostenida con el pulgar. A veces amasa el arco del pie con el puño. Una vez completado el tratamiento de un pie, pasa al otro.
  • En general, son necesarias de seis a ocho sesiones. A veces basta con una sesión, pero es mejor consolidar el resultado con una o dos sesiones adicionales.

Autosanación

  • Si bien nada se compara con acudir a consulta con el especialista y aprovechar su vasta experiencia, puedes practicar el tratamiento en tus pies o en los de un ser querido con el fin de aliviar algunos de los pequeños dolores de la vida cotidiana. La mejor respuesta se obtiene en caso de dolores de cabeza, de espalda, de riñones y de cuello, así como en contracturas musculares, problemas digestivos, resfriados y sinusitis.
  • Es imprescindible tomar algún tipo de iniciación, ya sea en un curso o con un manual que explique detalladamente los movimientos que debes realizar. En cualquier caso, necesitarás un “mapa” de las zonas reflejas de los pies.
  • Para llevar a cabo un autotratamiento, elige una habitación tranquila con una temperatura agradable. Siéntate cómodamente en un sillón, en una cama o en el suelo, con la espalda bien apoyada, y comienza dando un ligero masaje en ambos pies. Luego, toma tu pie derecho con la mano derecha. Con el pulgar izquierdo, presiona las zonas dolorosas o las regiones a tratar según las indicaciones del mapa. Luego pasa al pie izquierdo (sujetándolo con la mano izquierda), utilizando el pulgar derecho.
  • Como con las demás terapias, si los problemas persisten, consulta al médico.

¿Cómo se realiza una sesión de reflexología podal?

La sesión de reflexología podal se realiza en una camilla, donde el paciente se tumba con los pies descalzos. El reflexólogo utiliza sus dedos para aplicar presión en las zonas reflejas de los pies. La presión puede ser suave o firme, dependiendo de las necesidades del paciente. 


Lilo Flores

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