Si cuidas a tus riñones también ayudas a la salud de tu corazón
Una persona que vive con diabetes, y desarrolla enfermedad renal crónica, tiene tres veces más riesgo de morir por accidente cardiovascular.
Tal vez la mayoría de la gente no lo tiene en cuenta, pero la relación entre el corazón y los riñones es bastante estrecha. Estos órganos glandulares se encuentran llenos de arterias y vasos capilares, de tal forma que el inadecuado flujo de sangre puede afectarlos considerablemente.
La obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo, las malas dietas y la diabetes son los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular y enfermedad renal.
México, bajo el yugo de las enfermedades cardiovasculares
Entre 2015 y 2020, las enfermedades del corazón fueron la primera causa de muerte entre los mexicanos. Esto se debe, entre otros factores, a la alta prevalencia de diabetes y obesidad. De hecho, la diabetes es la primera causa de enfermedad renal.
El porcentaje de que una persona con diabetes sufra una cardiopatía isquémica es de 127 por ciento, destaca Gerardo Payró, cardiólogo intervencionista del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán.
Una persona que vive con diabetes, y desarrolla enfermedad renal crónica, tiene tres veces más riesgo de morir por accidente cardiovascular.
¿Por qué estos datos deben importarnos?
Porque México ocupa el sexto lugar mundial de personas que viven con diabetes. Y la tendencia va al alza.
Y tampoco hay buenas noticias en obesidad e hipertensión, lo que coloca a la República Mexicana como un país en alto riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, las cuales pueden tener un final trágico.
Pero hay buenas noticias. La diabetes se puede prevenir y, si ya está presente, pueden evitarse sus complicaciones. Una de las primeras acciones son el conocimiento de los niveles de azúcar en la sangre, la frecuencia cardiaca, la presión arterial.
Estas mediciones deberían ser realizadas a diario para conocer el funcionamiento de nuestro organismo, pues ante cualquier cambio se pueden tomar acciones pertinentes.
Actualmente existen infinidad de opciones digitales que ayudan con la toma de estos niveles. Una buena opción para saber sobre la salud renal es la calculadora creada por la National Kidney Foundation.
Esta calculadora es gratuita, segura y solo se necesita la realización previa de un estudio de laboratorio para conocer los niveles de creatinina.
“Al menos una vez al año las pacientes con diabetes deben tener una evaluación del riesgo cardiovascular incluyendo pruebas de función renal” precisó el Dr. Gerardo Payró.
En México, 2 de cada 5 pacientes con diabetes tipo 2 desarrollarán enfermedad renal crónica, y desafortunadamente 1 de estos 2 pacientes fallecerá a causa de una enfermedad cardiovascular, agregó.
Más educación
El conocimiento de los factores de riesgo, así como de los primeros focos rojos también es primordial. El desconocimiento es el principal motivo de evolución de la enfermedad renal y también es causante del aumento del riesgo cardiovascular, comentó Marisol Robles, presidenta de la Fundación Mario Robles Ossio (NEF).
“Necesitamos alzar la voz para alertar a la población mexicana sobre estos problemas” dijo Robles, quien fue sometida a un trasplante renal hace algunos años.
Además de esta educación, que empodera al paciente, deben de realizarse cambios de hábitos en diversas facetas, sobre todo entre los más pequeños, pues la diabetes se cierne sobre los menores mexicanos.
Durante el 2021 se registró una prevalencia del 10.2% en adultos de 60 años en adelante. Sin embargo, las poblaciones jóvenes también son un sector que debe comenzar a considerar cambios de hábitos. El Dr. Payró comentó los resultados de un estudio realizado en Centroamérica.
En aquella región profesionales de la salud le dieron pautas de alimentación sana a niños de comunidades de bajos recursos y, con el tiempo, se corroboró que las dietas sugeridas por los menores en sus casas impactaron benéficamente en la salud familiar. “Esto también deja ver que comer sano no es costoso” destacó el cardiólogo especialista.
Marisol Robles recordó un estudio que reveló la elevación que sufre la presión arterial (y el consiguiente daño a los riñones) en los niños que usan el transporte público regularmente. “Eso no lo podemos controlar, pero sí podemos controlar lo que sucede en casa”, enfatizó.
“Entre más sal y más azúcar tenga una dieta más daño habrá al corazón y al riñón” comentó Rafael Valdez Ortiz, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga.
El nefrólogo explicó que una dieta alta en carnes rojas, embutidos y alimentos ultraprocesados golpea la salud renal, pues como son productos que generan gran cantidad de toxinas, los riñones hacen más trabajo para depurar al cuerpo.
El eje cardiorenal se rompió en México desde que se abandonaron los hábitos sanos. Ahora es decisión de todos trabajar en la prevención y en el control de las personas que ya padecen estas enfermedades.
Las ocho reglas de oro para un riñón saludable
- Hacer ejercicio
- Moderar el consumo de azúcar y mantener bajo control los niveles de glucosa
- Monitorear la presión arterial
- Comer saludablemente y mantener el peso bajo control
- Tomar agua simple
- No fumar
- No automedicarse
- Ir al médico y checar la función renal
Estas alternativas impactan positivamente en la prevención y el control de las enfermedades crónicas no transmisibles que conducen a la enfermedad renal crónica.
Alzar la voz
“Es fundamental enfatizar en la relación que existe entre la diabetes, la enfermedad renal y la enfermedad cardiovascular. Si comenzamos a cambiar de manera general nuestros hábitos por opciones más saludables será diferente la historia que contemos en los próximos años”, finalizó Marisol Robles.