Armonía en pareja: Hablemos de finanzas

Discutir de vez en cuando sobre finanzas con la pareja le deja saber al otro lo que es importante para uno y difumina los resentimientos reprimidos. Pero los conflictos no resueltos que terminan en pelea son una fuente de estrés crónico que no aporta nada.

Los temas de dinero afectan a muchas parejas en algún momento y son un motivo común de desavenencias. Con el fin de aliviar el estrés, convierte la planificación financiera en una parte permanente de tu relación; sean francos el uno con el otro en cuanto a los ingresos, las cuentas y las deudas. Estas sugerencias pueden ayudar a evitar problemas mayores:

Consideren abrir una cuenta conjunta para cubrir los gastos de la casa y los gustos mutuos, como comer fuera o ir al cine (si uno de ustedes gana menos, el aporte debe reflejarlo).
De ser posible, también tengan cuentas individuales, lo cual les da cierta libertad y privacidad.
Convengan en que cada uno tiene la posibilidad de gastar o ahorrar su propio dinero sin dar a conocer los detalles, siempre y cuando no esté gastando más de lo que gana.
Decidan quién está más capacitado para pagar las cuentas y quién tiene la posibilidad de buscar las mejores ofertas.
Planifiquen juntos cómo van a pagar vacaciones, renovaciones en la casa, compra de muebles, arreglos del auto y otros gastos fuertes, de forma que estos no provoquen peleas innecesarias entre ustedes cuando se presenten.

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Finanzas saludables

Si el aspecto financiero se sale de control, la tensión y la preocupación de tratar de mantener la casa funcionando equilibradamente puede provocar sentimientos de ineptitud y desaliento, preocupación sobre las consecuencias de endeudarse, y pesimismo en cuanto al futuro. Así pues, es importante que planifiquen con anticipación. Ten en cuenta lo siguiente:

Vigila tus gastos con frecuencia. En un estudio, 40% de las personas admitió que revisaba sus finanzas menos de una vez al mes, aun cuando el 70% creía que era importante mantenerse al día en estos temas.
Cada mes, paga todo lo que puedas de tu tarjeta de crédito. Si solo haces el pago mínimo, acabarás gastando una fortuna en intereses.
Paga las cuentas importantes por transferencia o débito. Estas incluyen hipoteca o renta; servicios (gas, luz, agua, teléfono e internet), y aportaciones al seguro.
Trata de ahorrar algo cada mes, aunque parezca un monto insignificante. Para los consumos importantes y previsibles, como vacaciones y la temporada navideña, calcula cuánto gastas todos los años y divide la cantidad entre 12. Intenta ahorrar esa cantidad cada mes en una cuenta distinta.
Si no puedes pagar una cuenta a tiempo, habla con la empresa correspondiente. A menudo, podrían ayudarte a escalonar los pagos e incluso reducir egresos futuros. Asegúrate de que las cuotas mensuales sugeridas estén dentro de tu presupuesto. De no ser así, debes renegociar.

Asesoría financiera

Algunas agencias gubernamentales, universidades y bancos ofrecen asesoría gratuita para:

Organizar tu información financiera, elaborar un presupuesto personal y sugerir formas de cambiar y mejorar tu situación
Cerciorarse de que reclames todos los beneficios tributarios a los que tienes derecho
Calcular cuánto les puedes ofrecer a tus acreedores y, en algunos casos, negociar con ellos.

Lilo Flores