Cambia tu forma de comer con estos pequeños hábitos
Supongamos —solo supongamos— que no es tu elección de alimentos la que te hace engordar, sino la forma en la que comes...
En otras palabras, la velocidad a la que comes, la decoración del comedor, hasta tus compañeros de mesa. Imagina perder uno o más kilos por mes, seis o más para el verano y 12 o más en un año: lo único que necesitas hacer es modificar estos factores aparentemente superficiales.
Es bien sabido que el cerebro registra la saciedad unos 20 minutos después que el estómago. Ese retraso hace que comamos de más y, en consecuencia, aumentamos de peso. La solución más simple es hacer algunos cambios fáciles en la forma de comer para reducir la velocidad de la ingesta y habrá más tiempo para que el estómago y el cerebro se comuniquen. Y ya que estamos hablando de esto quizás te interese leer: ¿Sientes que comes de más? Estas estrategias te ayudarán controlar el impulso
Aquí tienes 10 ajustes científicamente comprobados para ayudarte a comer con más lentitud y cuidado:
Date más tiempo
Si comes con prisa, engullirás el alimento tan rápidamente que el cuerpo nunca tendrá la oportunidad de decirte que no necesitaba tanto. Ajusta tus horarios para tener 30 minutos para comer con calma.
Suelta los cubiertos entre bocados
Nueva regla: nunca sostener una cuchara o tenedor con las manos mientras haya comida en la boca. Toma un bocado, apoya el cubierto en el plato, mastica, traga, vuelve a tomar el cubierto y repite el proceso.
Usa palillos chinos
Busca unos palillos con los que te agrade comer frecuentemente, y úsalos para comer de todo, incluso platillos no asiáticos. Los palillos toman mucha menos comida en cada bocado que un tenedor; también requieren más destreza y concentración. Si esto te resulta demasiado frustrante, intenta sostener el tenedor o cuchara con la mano no dominante.
Concéntrate
La mayoría de las personas prefiere comer acompañada, y hacerlo proporciona todo tipo de beneficios para la salud. Pero si comes con alguien más, no te metas en la conversación al grado de perder la noción del proceso de comer. Es importante que aprecies cada bocado y comas de forma lenta y consciente, incluso mientras interactúas con los demás comensales.
Mastica más
Esto no solo reduce la velocidad a la que comes, sino que te permite registrar mejor el aroma y el sabor de los alimentos. Según expertos, las personas con peso normal mastican cada bocado 15 veces, mientras que las personas con sobrepeso lo hacen 12 veces.
Reduce el tamaño de la vajilla
En un estudio, los sujetos que recibieron cucharas pequeñas comieron 14.5% menos helado que quienes recibieron cucharas más grandes. Si, además, comían de un tazón más pequeño, las personas ingerían 57% menos helado. Esta estrategia también es válida para sopas y guisados. Si cambias a platos de 25 cm de diámetro y tazones de 15, podrás reducir el consumo de calorías en 20% y perder casi un kilo por mes.
Deja la olla en la estufa
El fácil acceso a grandes platones cargados de comida es una de las razones por las que la mayoría de las personas come en exceso en las reuniones familiares. Así que, cuando cocines porciones grandes, deja la olla o sartén en la cocina en lugar de colocarla en la mesa del comedor. También ofrece cucharones más pequeños. ¿La única excepción? Las verduras cocinadas sanamente. Colocarlas al alcance de la mano animará a los comensales a llenarse con estas opciones bajas en calorías.
Adereza el tenedor
En lugar de bañar tu saludable ensalada con un aderezo grasoso, viértelo en una taza pequeña, sumerge tu tenedor y toma con él un poco de lechuga. Eso no solo reduce la ingesta calórica sin sacrificar el sabor, sino que evita que comas demasiado rápido.
Bebe agua entre bocados
Si bien el agua no reduce el apetito, sí ralentiza el proceso de comer. Y, sin duda, es saludable para ti. Después de cada bocado, bebe un pequeño sorbo de agua antes de volver a levantar el tenedor.
Enciende una vela con aroma a vainilla
Se ha comprobado que este aroma disminuye el antojo de los alimentos dulces.