Caminar es un saludable ejercicio y fácil de hacer cinco días a la semana
Caminar puede servirte para reflexionar, además de pensar, observar y escuchar música al mismo tiempo...
Al margen de cuáles sean tus gustos, salir a caminar como ejercicio es más que un escape de la monotonía diaria: es una manera sorprendentemente eficaz de mantener a raya el azúcar sanguíneo, controlar el peso y mejorar la salud general.
Camina y aléjate de la diabetes
No es ningún secreto que caminar habitualmente sea tan bueno para los diabéticos. Como cualquier forma de ejercicio, una caminata larga obliga a las células de los músculos a quemar las reservas de glucosa, lo que ayuda a disminuir las concentraciones de azúcar en sangre.
De hecho, el ejercicio regular adiestra a las células de los músculos a volverse más receptivas a las señales de la insulina, la hormona que baja el azúcar sanguíneo. En un estudio amplio a más de 3,000,000 hombres y mujeres, los investigadores descubrieron que los caminantes asiduos reducían en 30% su riesgo de padecer diabetes tipo 2.
Si ya tienes diabetes y tomas medicina, adoptar un programa de caminata podría ayudarte a bajar tu dosis o a suspender por completo tus medicamentos contra la diabetes.
Caminar tiene otros beneficios vitales
Quema calorías, disminuye el estrés, sube los niveles de energía, reduce la presión arterial y las concentraciones de colesterol LDL, el malo, y sube las de HDL, el tipo saludable.
Empieza a caminar cinco días a la semana y verás rápidamente estos cambios importantes en tus análisis de sangre, la talla de tu cinturón y tu bienestar general. Aquí sabrás cómo hacer que sucedan todas esas cosas buenas.
La preparación
Un poco de planeación antes de empezar a caminar puede ayudarte a asegurar que tu nuevo programa sea un éxito. Vuélvete pro con ayuda de estos elementos y optimiza tus resultados.
Compra los zapatos adecuados
Un buen par de zapatos para caminar te ayudará a desplazarte más lejos y más rápido con mayor comodidad.
Tus viejos tenis para correr pueden estar bien en apariencia, pero es importante que te asegures de que los talones no sean más anchos que el zapato mismo en la base. Eso te da estabilidad si corres rápido, pero puede evitar que tu pie pise normalmente mientras caminas.
Los tenis o zapatos para caminar deben tener un talón con corte sesgado.
La mejor opción
Acude a una tienda prestigiosa de calzado atlético, donde un vendedor experimentado podrá recomendarte los tenis ideales para la forma y el tamaño de tu pie.
Explícale sobre qué tipo de terreno vas a caminar, y cuántos kilómetros planeas recorrer a la semana. Lleva contigo un par de tenis usados. Un vendedor avezado puede mirar el patrón de desgaste de tus zapatos y ayudarte a escoger el estilo que sea más indicado para tu tipo de pie.
Por ejemplo, si el talón interior está más desgastado que el exterior, es probable que te metas excesivamente el pie al caminar. En este caso necesitarás un poco de apoyo extra para el arco y un zapato diseñado para el “control del movimiento”.
Pruébate los tenis o los zapatos y da unos pasos por la tienda. Deben ajustarse bien a tu talón y no deslizarse hacia arriba y hacia abajo al andar. Los zapatos también deben ser flexibles, pero tener un soporte firme para el arco. Lo más importante es que debes sentir el calzado cómodo cuando camines.
Un buen zapato para caminar dura unos 550 kilómetros. Si caminas unos 16 kilómetros a la semana, su vida útil sería de alrededor de ocho meses.
Usa un podómetro
Este pequeño dispositivo lleva la cuenta de los pasos que das. Al ofrecer cifras que puedes comparar de un día para el otro