La piel de naranja, también conocida como celulitis y la retención de líquidos van de la mano. Afecta a alrededor del 80-90% de las mujeres después de la pubertad.
Pero cada vez hay más tratamientos para combatir esta afección. Conoce algunos de ellos.
El problema de la grasa presente en el cuerpo de la mujer es que el 80 % de los receptores que posee, llamados alfa 2, son lipogénicos (eso quiere decir que forman grasa), y el otro 20 %, conocidos como beta, son lipolíticos (es decir, que consumen grasa).
Para que el tratamiento resulte exitoso hay que apuntar a dos aspectos: por un lado, se deben bloquear los receptores alfa 2 y, por el otro, estimular los beta. La medicación se aplica con inyecciones subcutáneas por medio de una pistola que permi- te colocar, debajo de la piel y en forma totalmente indolora, sustancias químicas que actúan localmente. El tratamiento dura, por lo menos, 16 sesiones.
Las primeras 6 se realizan una vez por semana y las otras 10, cada 15 días. Entre la cuarta y la octava sesión ya se notan cambios.
La movilización de los tejidos ayuda a hacer más fluida la circulación sanguínea y elimina toxinas a través de los riñones. Por medio de presiones suaves, que se realizan en el sentido de la circulación linfática, se impulsan los líquidos retenidos y contenidos en el organismo, facilitando la reabsorción linfática. El masaje dura unos 30 minutos. Después de 10 sesiones combinadas con dieta, ejercicio y cremas adelgazantes, se empieza a ver una piel más tensa y lisa. Se puede llegar a bajar hasta 2 tallas.
Activa la circulación de retorno y mejora la apariencia de la celulitis. Se hace un masaje con el que se consigue activar la circulación. Para ello se colocan dos botas de plástico con compartimientos (de 3 a 5) que están conectadas a un apara- to presurizador que va inflando de forma sucesiva los distintos compartimientos. Es una terapia secuencial que hace un masaje de abajo hacia arriba con una presión que aumenta progresivamente. Los resultados se ven después de un mes de tratamiento. También alivia la retención de líquidos.
Aplicado correctamente, este aparato proporciona un masaje de aspiración profunda que efectivamente moviliza los líquidos retenidos, eliminando la celulitis leve. Funciona dando un masaje con dos rodillos que levantan la piel y un sistema de aspiración que la separa de sus capas infe- riores. Cuando se pone sobre la piel, da un masaje que moviliza los depósitos de líquido para ser eliminados naturalmente por el cuerpo. Si se utiliza durante 15 minutos en cada pierna, tres veces por semana, al mes de tratamiento ya se notan los resultados.
Es el único tratamiento que se podría decir que previene y cura la celulitis desde dentro. En su fórmula de componentes naturales, estos comprimi- dos orales contienen centella asiática, Fucus vesiculosus, vitamina E y ginkgo biloba. El tratamiento permite combatir y prevenir la celulitis y las estrías cutáneas con eficacia y en forma segura.
El suministro de medicamentos a través de la piel se utiliza cada vez más en muchas especialidades médicas por su gran eficacia. Se debe colocar el parche antes de ir a dormir, ya que sus efectos duran 8 horas. Los componentes son extractos de ginkgo biloba y haba tonka. Al cabo de varias semanas de uso, se logra una llegada eficaz a las zonas afectadas, permitiendo el mejoramiento del estado de la piel y el tejido adiposo.
Remueve el tejido adiposo en las áreas que han resultado ser resistentes a otros tratamientos. Para ponerla en práctica se utiliza anestesia local y el cirujano esculpe el cuerpo utilizando un láser especialmente calibrado para actuar sobre los adipocitos, que son las células que contienen la grasa.
Es un aparato con dos rodillos que mueven el tejido celulítico y permiten la normalización del intercambio sanguíneo la eliminación de toxinas. El objetivo del movimiento es que las fibras afectadas se descompriman y recuperen su capacidad de generar colágeno. Se recomiendan 20 sesiones de 40 minutos (dos a la semana).
Dentro de este rubro existen numerosos productos que se recomiendan para el tratamiento. Te presentamos los más utilizados:
La celulitis es una alteración del tejido de grasa (adiposo). Un diagnós- tico correcto puede llevarse a cabo de tres formas diferentes:
1. Test de la caricia
Apoya los dedos de la mano en la zona afectada y deslízalos suavemente sobre la piel de la zona afectada, modificando la presión con movimientos circulares. Si la celulitis ya está presente, se percibirán gránulos más o menos gruesos debajo de la piel. Es el mejor modo de descubrir la celu- litis en sus comienzos (fase edematosa).
2. Test de la palmada
Para detectar la celulitis todavía en su fase inicial, se puede comprobar la presencia de agua en los tejidos simplemente golpeando la piel con una ligera palmada: si la piel vibra o la maniobra resulta dolorosa, la celulitis ya está presente. Es mejor iniciar el tratamiento lo más pronto posible.
3. Test del pellizco
Toma una porción de piel entre el pulgar y el índice: si la piel parece tener nódulos y estos duelen, se trata de una celulitis en la fase de “piel de naranja”, que corresponde al segundo estado (fase fibrosa). Conviene recordar que la celulitis, en su última etapa (fase esclerótica), es evidente al primer vistazo, sin necesidad de recurrir a maniobras manuales. En este caso, la superficie cutánea es irregular, con un típico aspecto acolchado, caracterizado por bultitos y depresiones. Además, la piel se siente fría al tacto, dura, poco elástica y dolorosa.
Una vez realizado el test, se recomienda empezar un tratamiento dirigido específicamente a eliminar la celulitis, que siempre debe ir acompañado de una dieta y un programa de actividad física.
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