Complementos para nuestra salud
Pueden ser una forma útil de mejorar la salud y el bienestar. Sin embargo, es importante tomar precauciones al tomarlos y consultar al médico.
Los nutriólogos coinciden en que, si llevas una dieta equilibrada, no es probable que tengas alguna carencia, pero si padeces una enfermedad inflamatoria, puede ser útil tomar complementos.
Por diversas razones, es mejor ingerir los nutrientes que necesitamos por medio de nuestra alimentación diaria: allí están presentes en sus combinaciones naturales y el organismo puede usarlos mejor que cuando los recibe por medio de complementos.
Además, si estos no se utilizan de forma adecuada, puede darse una sobredosis; incluso es posible que se produzcan efectos secundarios no deseados o interacciones con ciertos medicamentos. Por lo tanto, los complementos solo deben tomarse después de consultar a tu médica, quien determinará si tienes una deficiencia y también sabrá qué complementos y en qué dosis son los más adecuados para ti.
Para sustituir el pescado
Los pacientes con enfermedades reumáticas graves pueden tener una necesidad adicional de ciertas vitaminas o minerales que no se satisfacen fácilmente con una dieta normal.
En el caso de las personas que no comen pescado, hay que encontrar la forma de suministrar al cuerpo la cantidad recomendada de su aceite.
Así, en lugar de comer pescado, puedes ingerir aceite de hígado de bacalao diariamente; si lo prefieres, en forma de cápsula este valioso aceite no presenta ningún sabor.
Los estudios demuestran que tomar aceite de pescado mejora la rigidez articular matutina y reduce el dolor en los pacientes con artritis reumatoide. A veces también puede ayudar a disminuir la cantidad necesaria de medicamentos para reducir la inflamación.
Sin embargo, no se pudo demostrar que hubiera inhibición alguna en la actividad de esta enfermedad o en la progresión del daño articular. Así que tomar cápsulas de aceite de pescado puede ser una buena idea, pues a los pacientes con reumatismo les ayuda a tener menos molestias y mejor movilidad.
Habla con tu médico al respecto, y ten paciencia, ya que también en este caso, los primeros efectos apenas empiezan a notarse hasta después de unos tres meses de ingesta.
Vitamina E
En el caso de los pacientes con reumatismo, no resulta fácil satisfacer las altas necesidades de vitamina E por medio de la alimentación. Los estudios demuestran que entre 50 y 60 % de quienes viven con enfermedades reumáticas tienen una carencia de este nutriente.
Los estudios han revelado datos contradictorios sobre la eficacia de los complementos de vitamina E en el reumatismo, pues parecen ser mejores para tratar la artritis reumatoide que la artrosis. Los efectos positivos en la artritis reumatoide se dan en lo que respecta a la rigidez matutina, el dolor y la necesidad de tomar medicamentos antiinflamatorios.
Otras vitaminas y oligoelementos
La vitamina D y el calcio son imprescindibles para mantener huesos saludables. Por eso, para los pacientes con reumatismo, que corren mayor riesgo de padecer osteoporosis, puede ser una buena idea tomar complementos de calcio si es que no pueden satisfacer sus necesidades por medio de su estilo de vida y alimentación. Esto suele ser más difícil en el caso de los vegetarianos y veganos, quienes evitan la carne, el pescado y los productos lácteos.
Dado que los pacientes con reumatismo suelen tener una movilidad tan limitada que rara vez se ejercitan al aire libre, también puede ser necesario recibir un aporte constante de vitamina D, que se forma en el cuerpo con ayuda de la luz solar.
Es sobre todo en el invierno y en la temporada de lluvias, cuando la gente sale menos al aire fresco de lo habitual, que este complemento se vuelve recomendable. Igualmente lo es para las personas mayores y los pacientes que toman corticoides regularmente, ya que estos medicamentos reducen el nivel de vitamina D en la sangre.
La ingesta adicional de complementos de vitamina C solo se recomienda a aquellas personas cuya dieta diaria contiene pocas frutas y verduras.