Las actividades que exigen gran precisión manual o una reflexión profunda y deliberada requieren una concentración total. Tan pronto como te desconcentras, pierdes el hilo de lo que estabas haciendo e incluso podrías tener que volver a empezar. Pero cuando realmente te concentras, ¡podría caerte el techo encima y no te darías cuenta!
La concentración es clave si la labor, ya sea física o mental, exige cierto esfuerzo de tu parte. Para definir la concentración, podría decirse que es la forma más intensa de atención. Hay que prestar atención para concentrarse mejor. Como puedes ver, esta siempre antecede a la concentración.
Por otro lado, puedes prestar atención a cierta información sin concentrarte necesariamente en ella a expensas de todo lo demás. Así, por ejemplo, puedes escuchar atentamente una conversación y estar consciente de lo que sucede alrededor.
Un alumno que está estudiando debe prestar atención a lo que está leyendo, pero también necesita concentrarse, a fin de retener toda la información durante mucho tiempo. Por otro lado, los deportistas de alto rendimiento pueden concentrarse tan intensamente en lo que están haciendo que alcanzan un elevado estado de abstracción, desconectándose de lo que sucede alrededor, como distracciones auditivas, visuales o táctiles.
Tu capacidad de concentración, como la de atención, es distinta a la de otros. Depende de condiciones biológicas, la hora del día, tu bienestar físico o mental, lo que está pasando en tu vida y, sobre todo, el interés que tienes en concluir la actividad.
Además, hay que tomar en cuenta tus hábitos de concentración. Algunas personas están acostumbradas a concentrarse por periodos largos en un ambiente ruidoso, mientras que otras necesitan rodearse
de paz y tranquilidad. Sin embargo, puedes modificar tus hábitos y aprender a concentrarte bajo casi cualquier condición.
A pesar de estas diferencias, todos podemos mejorar nuestra capacidad de concentración si dedicamos un poco más de tiempo a cada tarea. Desde luego, esto es más gratificante si la actividad es placentera. Recuerda que si no tienes interés ni motivación, el fracaso está a la vuelta. Cuando la labor en sí es poco atractiva, hay que encontrar algún tipo de motivación positiva e incluso prometerse una recompensa a fin de animarse a concentrarse en esa actividad, como por ejemplo, un cuadrito de chocolate si te encanta esta golosina pero estás intentando bajar de peso.
Lectura y color Haz estos ejercicios en orden. | |
Di los colores de estos círculos en voz alta. 🔴 🟢 🔴 🔵 🟢 🔵 🔴 🔵 🔵 🟢 | |
Lee las siguientes palabras en voz alta. Azul Rojo Verde Rojo Verde Azul Rojo Azul Rojo Verde Azul Verde Rojo Rojo Azul Verde | Di en voz alta de qué COLOR son estas palabras. Rojo Verde Azul Verde Verde Azul Rojo Azul Verde Rojo Azul Rojo Verde Azul Azul Rojo |
Seguramente el último ejercicio te pareció más difícil que los anteriores. Eso se debe a que une dos tipos contradictorios de información: por una lado, la lectura de las palabras, y, por el otro, el reconocimiento de los colores. La parte izquierda del cerebro procesa lo primero, mientras que la parte derecha procesa lo segundo. La lectura suele ser automática, como bien saben los publi- cistas. Así que primero leerás la palabra (rojo, por ejemplo), antes de percibir y verbalizar el color de la tinta (verde). Y tienes que hacer un verdadero esfuerzo de concentración y atención para evitar que lo primero (la lectura) se imponga. Si realmente te concentras podrás hacer este ejercicio cada vez más rápido. |
A pesar de que maestros y padres de familia los han denostado durante tanto tiempo, en moderación los videojuegos se consideran una buena herramienta para desarrollar y mantener la concentración visual de los niños. El ejército también los ha usado con el mismo propósito. Y cada vez más adultos les dedican tiempo. Sin embargo, también constituyen un refugio del estrés y pueden resultar adictivos. Algunos jugadores tienden a hipnotizarse y sus vidas se centran en ellos. Hay quienes hacen caso omiso de sus necesidades básicas de comer y dormir, por ejemplo, se vuelven irritables y pierdan la capacidad de interactuar con los demás.
Los crucigramas son un excelente pasatiempo solitario y una buena forma de lograr que tu diccionario personal funcione. La práctica continua promoverá la fluidez mental y verás que las palabras se te vienen fácilmente a la cabeza. Recuerda que llenar la cuadrícula tan rápido como puedas no es el objetivo del juego. Haz crucigramas apropiados para tu nivel y en vez de detenerte mucho tiempo en una palabra que tienes la certeza de conocer, sigue y haz pausas de unos segundos para revitalizar tu atención.
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