Los cuidados estomacales son una serie de medidas que se pueden tomar para mantener la salud del estómago. El estómago es un órgano importante del sistema digestivo, que se encarga de triturar y descomponer los alimentos para que puedan ser absorbidos por el cuerpo.
Los ácidos estomacales descomponen los alimentos que ingerimos para liberar sus nutrientes, pero si se mezclan con ciertas bacterias en el estómago, pueden provocar úlceras pépticas. Los consejos que te presentamos te ayudarán a prevenir o aliviar diversas afecciones estomacales. Quizás te interese leer: Una digestión saludable
Al dormir, tu cuerpo regenera la mucosa gástrica. Esto lo hace mediante un aumento de producción de la proteína trefoil humana (TFF2), que ayuda a reparar las mucosas dañadas del estómago e intestinos, algo que solo ocurre adecuadamente cuando duermes. Procura dormir de 7 a 8 horas diarias.
Nuevos estudios sugieren que la fresa (frutilla) alivia el malestar estomacal, pues podría ayudar a prevenir úlceras al disminuir el daño que recibe la mucosa gástrica. Los resultados aún no están confirmados, pero no te hará daño disfrutar de este remedio delicioso.
Elegir los alimentos correctos puede mejorar la eficacia del tratamiento médico para este mal. Un régimen común es el de siete días de “terapia triple”, que consta de dos clases de antibióticos y un fármaco conocido como inhibidor de bomba de protones.
Mientras el tratamiento surte efecto, el jugo de arándano, el yogur probiótico y la cúrcuma pueden ayudar a reforzar las paredes estomacales. También puedes añadir pescado graso y vegetales color verde oscuro a tu dieta.
Intenta respirar profundamente para aliviar esta molestia. Científicos afirman que esto reduce la cantidad de ácidos gástricos que se filtran hacia el esófago. Si padeces de acidez estomacal crónica, realiza a diario una respiración profunda y consciente por 30 minutos para mejorar tu calidad de vida y evitar el uso de fármacos. Además, disfrutarás de un deli- cioso estado de relajación.
Si se tratara de un medicamento, esta técnica podría generar una fortuna: basta con bajar el tenedor entre cada bocado, tomarse un tiempo para masticar y no levantarlo inmediatamente después; puedes distraerte platicando, leyendo un libro o escuchando la radio.
Con esta pausa, le darás más tiempo a los jugos gástricos para trabajar y tu estómago tendrá oportunidad de mandar la señal al cerebro de que está satisfecho antes de que comas de más.
Procura que tus comidas duren más de 20 minutos, mastica bien y come despacio para reducir la acidez y evitar comer en exceso.
Prueba la goma de mascar sin azúcar. Al masticar se genera saliva, que recubre el esófago con un gel protector que previene la acidez. Sin embargo, hazlo con moderación, ya que mascar por mucho tiempo puede generar un exceso de ácidos gástricos, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una úlcera estomacal.
Se ha demostrado que las algas nori, wakame y kelp que se utilizan en la gastronomía japonesa forman geles en el estómago que ayudan a prevenir la acidez.
Toma una cucharada de vinagre de sidra de manzana diluida en medio vaso de agua antes o después de una comida pesada para acelerar la digestión. El vinagre eleva los niveles de ácidos gástricos y suele facilitar la descomposición de los alimentos. Esto puede beneficiar a personas que no producen suficientes ácidos estomacales y padecen de dolor e inflamación abdominal y sensación de pesadez después de comer.
Este remedio no se recomienda a personas que sufren de algún padecimiento en el que se presenten niveles altos de ácidos gástricos, como reflujo gastroesofágico (ERGE).
Una copa de vino que acompañe una comida balanceada no aumentará el riesgo de tener gases o acidez, afirman científicos suizos. Los investigadores evaluaron la velocidad y calidad digestiva en personas sanas que habían comido fondue de queso y bebido té negro o vino y una copa de brandy. El grupo que optó por los licores digirió los alimentos más lentamente, ya que el alcohol ralentiza el vaciado gástrico. Sin embargo, ningún grupo fue más propenso a generar gases o tener acidez.
Esta semilla aromática tiene propiedades antiespasmódicas y antibacterianas. Además de usarse para calmar cólicos en bebés, es un excelente remedio casero para aliviar los síntomas de la indigestión. Disfrútala en pan, bizcochos, pasteles, curry y estofados.
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