El dolor es una reacción natural al daño causado por una enfermedad o lesión. Consiste en una serie de señales transmitidas por los nervios ubicados en el sitio en cuestión desde el sistema nervioso periférico y hacia el sistema nervioso central, donde el cerebro los interpreta como “dolor”. Sigue leyendo para saber lo que puedes hacer a fin de disminuir tu percepción del mismo.
Las investigaciones de las últimas dos décadas han demostrado que el cerebro y nuestros pensamientos y sentimientos juegan un papel importante en la creación del dolor que experimentamos. Los nuevos enfoques para el control del dolor se centran en la forma en que nuestros pensamientos y las cosas que hacemos en respuesta al dolor pueden hacer que empeore.
El mindfulness (atención plena o consciente) utiliza técnicas de meditación para desarrollar la conciencia, la calma, la aceptación y la autocompasión. La práctica continua te permite ver patrones de pensamiento y respuestas habituales que son poco útiles, liberándote para responder de formas nuevas y más positivas. Hay infinidad de cursos tanto en línea como presenciales.
Los patrones de pensamiento negativo hacen que las personas con problemas crónicos de salud sufren más dolor, tanto al anticiparlo como al experimentarlo. En otras palabras, si esperas que el dolor sea intenso, probablemente lo será. Los escaneos cerebrales de las personas que meditan regularmente muestran que sufren menos dolor porque pasan menos tiempo anticipándolo, ya que la meditación entrena al cerebro a concentrarse en el presente.
Un estudio encontró que basta una hora de meditación para reducir el dolor inmediato a casi la mitad. Busca clases presenciales o en línea, si prefieres seguir en aislamiento.
La próxima vez que experimentes dolor físico, trata de distraerte con algo que te absorba. Para demostrar que esta técnica funciona, unos investigadores probaron la capacidad de un grupo de sujetos de mantener sus manos en agua helada mientras escuchaban música. La distracción funciona mejor cuando atraecompletamente la atención, y la técnica fue más eficaz para quienes mostraban más ansiedad por el dolor.
Intenta concentrarte en algo que normalmente te absorbería por completo, como tu música favorita o un libro fascinante, o pide a alguien que te distraiga con una conversación o una actividad atractiva.
La TCC es un tratamiento que te ayudará a entender el dolor y la forma en que tus pensamientos afectan la manera de experimentarlo. Se enfoca en enseñarte a entender tu patrón de pensamientos negativos, a fin de sustituirlos. Busca un curso presencial o en línea.
Muchas personas que padecen de síndrome del túnel carpiano informan que la piridoxina (vitamina B6) alivia el dolor de la muñeca y el brazo. La dosis habitual es de 50 mg dos o tres veces al día. Recuerda hablar con tu médico antes de tomarla.
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