Desde hace décadas, muchos de nosotros hemos crecido con la idea de que utilizar enjuague bucal después del cepillado es un paso esencial en nuestra rutina de higiene oral. Ya sea por el consejo de un dentista, la influencia de anuncios de televisión, o simplemente por el deseo de una sensación de frescura, el enjuague bucal se ha convertido en un hábito casi inquebrantable. Sin embargo, ¿es realmente necesario? ¿O incluso recomendable?
El enjuague bucal: ¿antes o después del cepillado?
Recientemente, la Dra. Anna Peterson desafió esta creencia común con un video viral en TikTok. En él, afirma que es más beneficioso utilizar el enjuague bucal antes de cepillarse los dientes o después de comer. La razón principal es la diferencia en la concentración de fluoruro entre la pasta dental y el enjuague bucal.
“La pasta de dientes contiene aproximadamente 1450 ppm (partes por millón) de fluoruro, mientras que el enjuague bucal solo tiene 220 ppm”, explica Peterson. Al enjuagar justo después de cepillarse, diluimos la concentración de fluoruro, disminuyendo su capacidad protectora contra los azúcares y ácidos presentes en los alimentos.
El impacto del enjuague bucal en la salud dental
Durante el consumo de alimentos, los azúcares disminuyen el pH en nuestra boca, creando un ambiente ácido que puede dañar el esmalte dental. Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer puede llevar a la erosión del esmalte, ya que se cepilla ese ácido sobre los dientes. En cambio, un enjuague bucal antes del cepillado puede ayudar a neutralizar los ácidos y proteger los dientes durante la limpieza.
¿Es realmente necesario?
Muchos dentistas coinciden en que, a menos que haya una recomendación específica, el uso del enjuague bucal no es imprescindible. Aunque puede brindar una sensación de frescura y limpieza, su efectividad en la prevención de enfermedades dentales no supera a la de un buen cepillado y el uso de hilo dental.
Según la Asociación Dental Estadounidense, los enjuagues bucales cosméticos solo ofrecen un control temporal del mal aliento. En contraste, los enjuagues bucales terapéuticos contienen ingredientes activos que pueden ayudar a reducir afecciones como la gingivitis, la placa y las caries. Sin embargo, incluso estos productos deben utilizarse de manera adecuada y en el momento correcto para no interferir con los beneficios del fluoruro en la pasta dental.
Conclusión: reconsiderando la rutina
En resumen, aunque el enjuague bucal puede ser una herramienta útil en la higiene oral, su uso debe ser reconsiderado. En lugar de seguir la tradición de enjuagarse después del cepillado, podría ser más beneficioso hacerlo antes, o incluso omitirlo, dependiendo de las recomendaciones de tu dentista. Lo más importante es mantener una rutina de cepillado adecuada y asegurar que tus dientes reciban la protección que necesitan del fluoruro, sin diluir sus efectos.