La medición de la presión arterial determina la presión que la sangre ejerce sobre las arterias al ser bombeada desde el corazón hacia el cuerpo. Esta medición proporciona dos valores: la presión sistólica (que se produce en las arterias cuando el corazón se contrae) y la diastólica (que se produce cuando el corazón se relaja). Los valores de hasta 120/80 se consideran normales. Una presión arterial de entre 120/80 y 140/90 se denomina normal alta. Cualquier número encima de estos valores se considera presión arterial elevada, aunque para las personas de más de 60 años, el valor normal puede ser un poco más alto.
La hipertensión arterial no tiene por qué provocar síntoma alguno. Puedes tenerla y continuar sintiéndote bien. Sin embargo, esta aumenta el riesgo de padecer enfermedades graves, como infartos al miocardio, eventos vasculares cerebrales (EVC, también conocidos como embolias o derrames) y enfermedades renales, y requiere revisiones periódicas por parte de un médico. Los siguientes tratamientos pueden ayudarte a controlar tu hipertensión.
Pídele a tu médica que te prescriba un tratamiento específico si sospechas que pa- deces de hipertensión arterial. Necesitarás asistencia médica de urgencia si tienes hipertensión severa (180/110 o más) o si se presentan los siguientes síntomas:
✔ Estilo de vida: Si tienes hipertensión, debes dejar de fumar, llevar una dieta más sana, bajar de peso y reducir tu consumo de sal y alcohol. También debes hacer ejercicio regularmente.
✔ Meditación: Se ha visto que la práctica regular de esta actividad contribu- ye a bajar la presión arterial. Probablemente esto se deba a que equilibra el sistema nervioso autónomo. Busca clases presenciales o en línea.
✔ Técnicas de relajación: Numerosos estudios han demostrado que el yoga, el chi kun, el taichí y otros ejercicios que implican técnicas de respiración tienen un efecto muy positivo en la hipertensión arterial. La música también puede ayudar.
✔ Shiatsu: Este tratamiento libera la tensión de los músculos, por lo que la presión arterial se normaliza. Acude con una terapeuta calificada
✔ Ajo: Los resultados de una investigación amplia indican que el ajo tiene un efecto reductor de la presión arterial en pacientes con hipertensión. Para obtenerlo, deben consumirse entre dos y cuatro dientes de ajo al día. Después de machacarlo o cortarlo, recuerda dejarlo reposar 5 minutos antes de cocinarlo, a fin de permitir que se liberen las sustancias activas.
✔ Muérdago: El té de hojas de muérdago (Viscum album) tiene un efecto regulador de la presión arterial, tanto alta como baja. No te comas las bayas porque son muy venenosas.
✔ Homeopatía: Dependiendo de los síntomas de cada persona, pueden utilizarse remedios homeopáticos como el lachesis o el cactus. Para el tratamiento, se distingue entre los síntomas de una hipertensión producida durante un corto periodo y los de una hipertensión constantemente alta. Acude con un practicante profesional.
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