Hogar y finanzas en orden
Los primeros años después del retiro son un buen momento para arreglar tu casa en una forma que satisfaga tus necesidades los siguientes 10, 20 o hasta 30 años
Mantener el hogar y las finanzas en orden conforme envejecemos requiere un enfoque integral que abarque diferentes aspectos de la vida diaria. A continuación, analizaremos algunos puntos clave para lograrlo.
Si una pareja alcanza los 65 años gozando de buena salud, hay un 50 por ciento de probabilidades de que uno de los dos aún esté vivo a los 95, y un 25 por ciento de que la mujer sobreviva hasta cumplir 100 años. Esta estadística algo sorprendente tiene importantes implicaciones: significa que debes considerar si tu hogar seguirá siendo adecuado para ti en los años futuros. Debes pensar en adaptarlo mientras tengas la fuerza y energía para hacerlo, o mudarte a un lugar más pequeño, más barato y que requiera menos mantenimiento.
¿Me mudo o no?
- Hay a quienes les gusta la idea de mudarse cuando se jubilan. Para ello, toma en cuenta lo siguiente:
- ¿Es seguro el hogar en el que planeas vivir?
- ¿Hay allí una comunidad a la que puedas integrarte? Si te mudas a una nueva localidad, ¿extrañarás a los amigos y a la familia?
- ¿Te sentirás cómodo en la casa y el vecindario?
- ¿Puedes pagar esa casa y sus gastos de mantenimiento (calefacción, aire acondicionado, etc.) o es mejor buscar algo más chico para liberar capital?
- ¿Cómo es la zona? ¿Hay sectores peatonales?
- ¿Quién vive cerca de tu casa?
- ¿Con qué servicios cuentas? ¿Dónde harás las compras? ¿Hay un consultorio médico? ¿Hay oportunidades de ocio de acuerdo con tus preferencias, como un café, un cine o un parque?
Para que el dinero alcance
Cada vez más personas, al llegar a la jubilación, descubren alarmadas que sus previsiones financieras pueden no ser suficientes para vivir los años siguientes. Una encuesta realizada en el Reino Unido comprobó que muchos mayores sobreestiman sus conocimientos financieros y no hacen cambios que mejorarían su situación. He aquí cómo mantenerte al día:
- Toma nota de gastos o ganancias importantes relacionadas con la jubilación (comprar un barco, vender tu casa, saldar una hipoteca).
- Calcula tu patrimonio neto: activos menos deudas. Incluye cualquier suma fija que recibirás al jubilarte.
- Calcula cuánto esperas recibir de jubilación. Incluye ingresos regulares, beneficios estatales, seguro o donaciones, y probables ahorros o ingresos de inversiones, tomando en cuenta posibles cambios en las tasas de interés.
- Si todavía tienes tiempo de ahorrar o ya cuentas con fondos significativos, recurre a un asesor independiente para saber cuál es la mejor forma de invertir tu dinero.
- Ahora calcula tu ingreso menos los gastos. Evalúa posibles variaciones futuras en tu forma de vida, fluctuaciones de ingreso y aumentos en el costo de vida. Reserva un fondo para eventualidades, como una reparación importante en el hogar o la necesidad de comprar un coche nuevo, la muerte de un ser querido y la consiguiente pérdida del ingreso laboral, la necesidad de mudarte o adaptar tu casa o cuidados a largo plazo. ¿Tienes lo suficiente para satisfacer tus necesidades?
- Si hay déficit, piensa cómo puedes aumentar tu ingreso, por ejemplo, postergando el retiro, tomando un trabajo de medio tiempo, reduciendo gastos o mudándote a una casa más pequeña. A menudo, no son los grandes desembolsos los que causan problemas, sino los pequeños pero constantes gastos cotidianos, aunque éstos son fáciles de recortar. Si un inconveniente inesperado te ocasiona un grave problema económico, ¿tienes la capacidad de reunir un fondo de emergencia?
- Una vez que tengas un panorama completo de tus metas y situación financieras, busca asesoría profesional. Haz una actualización todos los años, para asegurarte de que vayas por buen camino.
Cómo adaptar tu casa
Si tu casa comienza a resultarte incómoda, hay adaptaciones que pueden aliviar los problemas. Por lo general, las personas mayores necesitan ayuda en las escaleras y los baños. Un asiento para la tina o la regadera, o pasamanos y barras de sujeción pueden ser suficientes, o tal vez necesites un elevador de escalera o para baño, regadera a nivel, inodoro alto o un cuarto de baño en la planta baja. Puedes modificar la altura del lavabo para alcanzarlo mejor, así como cambiar la posición de los grifos para acercarlos.
Pasos simples
Una pequeña ayuda doméstica, incluso unas cuantas horas de jardinería o limpieza cada 15 días, pueden hacer una casa más manejable. Y tener cargos automáticos para pagar las cuentas es una ayuda. Ciertos dispositivos son muy útiles:
- Una agarradera para levantar cosas sin tener que agacharse.
- Tarimas bajo las sillas y los pies de la cama para levantarse más fácilmente, o un sillón reclinable con motor.
- Columpio para tetera, cubiertos de mango ancho, giragrifos, tazas de dos asas, platos de bordes levantados, abridores de frascos y botellas, tapetes antiderrapantes: todos facilitan o hacen más segura la vida en el hogar.
- Un portero eléctrico para ver quién llama y poder abrir la puerta desde el interior de la casa. Si vives solo, una alarma comunitaria puede ayudarte a mantener tu independencia y estar seguro. Hay sistemas modernos que incluyen sensores para detectar fugas de agua o gas, humo, fuego o monóxido de carbono, y que monitorean a las personas.
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