Los ingredientes saludables son aquellos que proporcionan nutrientes esenciales para el cuerpo. Estos nutrientes incluyen vitaminas, minerales, fibra, proteínas y grasas saludables.
La madre naturaleza ha sido sabia al llenar los alimentos con los nutrientes básicos para estimular tus defensas. Algunos ajustes sencillos a tu dieta, como poner jitomate extra —en vez de más queso— en tu sándwich, comer una naranja y no un panecillo en la mañana o escoger mejor los hongos para tu estofado, te ayudarán a aprovechar incluso más esos beneficios.
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Según un estudio de la Universidad de California-Davis, consumir a diario 1 taza de yogurt — pasteurizado o con cultivos activos— reduce en 25% el riesgo de contraer un resfriado.
Aportan hierro y oligoelementos —como el zinc— que refuerzan la inmunidad.
Un poco sobre tus ensaladas o yogurt proporciona hierro y complejo B para fortalecer tus células antiinfecciones.
Por ser rico en antioxidantes —como el selenio—, aumenta la producción de “linfocitos asesinos naturales”.
Según ciertos estudios, quienes siguen dietas cuyas calorías provienen en 15% de la grasa tienen defensas más fuertes que las personas cuyas dietas aportan 30% o más de lípidos.
Come a diario de cinco a nueve porciones de alimentos de origen vegetal de colores intensos. Son ricos en betacaroteno y vitamina C, que afianzan tu sistema inmunitario.
Según científicos de Harvard, los bebedores de té gozan de defensas más activas que quienes beben café, gracias al aminoácido teanina que contiene la infusión.
Si bebes, que sea solo una copa. Al ser una toxina, el alcohol reprime la respuesta del sistema inmunitario.
La sacarosa debilita la función inmunitaria; los jugos de frutas están repletos de ella.
Por su alto contenido de zinc, hierro y complejo B, sustancias esenciales para unas defensas sanas, elige fuentes proteínicas de alta calidad: carne magra, huevo, quesos desgrasados, legumbres, tofu, tempeh, etc.
Los vegetarianos adultos, así como las personas mayores, deben asegurarse de cubrir sus requerimientos diarios, es decir, 1 g por cada kg de peso corporal.
Busca uno que contenga cerca del 100% de la ingesta diaria recomendada para la mayoría de los nutrientes: al menos 20 mg de cinc, 100 mcg de selenio y 300 a 400 UI de vitamina E. Antes, pídele a tu médica que revise tu nivel de hierro, ya que el exceso de este mineral puede ser peligroso.
Si bien la variedad blanca estimula la función inmunitaria de modo temporal, los oscuros hongos chinos o los shiitake japoneses tienen nutrientes que protegen contra enfermedades.
Por los miles de antioxidantes que se esconden en estas frutas y verduras de colores vivos, consumirlas con regularidad aumentará tu protección contra las enfermedades.
* Cómete la piel, pues ahí se encuentra la mayoría de los antioxidantes.
Hay muchas maneras de incorporar ingredientes saludables en su dieta. Aquí hay algunos consejos:
Al incorporar una variedad de ingredientes saludables en su dieta, puede ayudar a mejorar su salud y bienestar general.
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