Las fuentes de estrés y ansiedad en la vida cotidiana son numerosas. Los problemas con el trabajo o los estudios, las discusiones con familiares, las dificultades económicas y las relaciones personales problemáticas pueden agotar tus reservas emocionales, aumentando tu propensión a presentar cosas como la irritabilidad, la tensión nerviosa y el estrés. Estas condiciones pueden volverse crónicas y causar síntomas físicos si no te das tiempo para relajarte.
[Quizás este tema sea de interés: Beneficios de la honestidad para fortalecer tus relaciones]
Tener mal genio o enfadarse con facilidad es una respuesta emocional y fisiológica natural ante acontecimientos que parecen amenazadores. La irritabilidad puede deberse a:
Sentirse irritable puede tener repercusiones físicas: aumentar el pulso, tensar todos los músculos y provocar una sensación como de un nudo en el estómago. Es poco probable que un médico le recete algún tipo de medicamento a alguien que sufre irritabilidad. Más bien, te preguntará sobre las tensiones y presiones subyacentes, y te aconsejará que descanses mucho y que te inicies en alguna forma de relajación.
Suele deberse a la incapacidad para hacer frente a las presiones de la vida. Se caracteriza por una sensación de no poder concentrarse o completar una tarea, y puede ir acompañada de:
Según la gravedad del problema, se puede recomendar reposo y un periodo de baja laboral. En casos muy graves de tensión nerviosa, también pueden recetarse ansiolíticos.
[Otro tema que puedes leer: Ejercicios para godínez ¡No hay pretextos!]
Suele deberse a cualquier cosa que perturbe la sensación de bienestar de una persona, como una separación o divorcio, un duelo, una mudanza, una lesión o enfermedad grave, o la pérdida del empleo. El cuerpo responde a un acontecimiento estresante produciendo más adrenalina, lo que aumenta el ritmo cardiaco y el flujo sanguíneo a los músculos, ralentizando otros procesos como la digestión, para estar preparados para correr o luchar. Un periodo prolongado de estrés que no disminuye puede ocasionar:
Los síntomas emocionales y físicos específicos pueden tratarse temporalmente con medicamentos convencionales, como ansiolíticos y relajantes musculares, pero solo deben utilizarse como remedios a corto plazo.
¿Quieres ver el vaso medio lleno? Adopta estos sencillos hábitos.
Tal vez no puedas volver el tiempo atrás, pero sí retrasar sus efectos en tu…
Sí, el planeta está en crisis. Pero no necesitamos más pánico. Necesitamos más curiosidad, empatía…
Conoce el "Plato de la Alimentación Saludable", la guía de la dieta Harvard que promueve…
Comer así puede reducir el riesgo de muerte prematura, según un nuevo estudio.
En México, hasta un 1% de la población puede vivir con estas condiciones sin saberlo.…