Hay mil canciones que nos enseñan lo que es la felicidad, pero no siempre practicamos esos consejos. La exabogada Gretchen Rubin pasó un año analizando los estudios y las teorías sobre cómo ser más felices. Escribió sobre su experiencia en el libro Objetivo: Felicidad, y recomienda que las personas hagan su propia versión en casa. “Identifica lo que te da alegría, satisfacción e interés”, dice “y también qué te hace sentir culpa, enojo y aburrimiento.
Para aumentar tu nivel de felicidad, toma nota de las actividades que te darán más de lo primero y menos de lo segundo. Después viene lo interesante: llévalas a cabo”. Aquí te presentamos algunos métodos para aumentar tu nivel de felicidad.
La gente que siempre está aprendiendo cosas nuevas y retándose a sí misma suele ser más feliz que la gente que se estanca en la rutina. Si eres amante de la buena comida, haz una reservación en ese nuevo restaurante tailandés; si te gustan las manualidades, aprende a tejer. Lo importante es expandir tus horizontes. Cuanto más sepas, más encontrarás que hay por saber. Y aparentemente mientras más sepas, más feliz serás.
Tal vez no sea tu idea de diversión, pero según Rubin la fatiga es una de las principales razones por las que la gente está de mal humor. Dormir más te da más energía para hacer las cosas que te hacen feliz. Y privarte del sueño te puede quitar las ganas de ejercitarte, que según la autora es un gran componente de la felicidad.
La mayoría de los días hacemos lo que tenemos que hacer. Asegúrate de que el tiempo que no pases trabajando o estudiando o preocupándote por otros lo uses para hacer lo que te gusta. Lee un libro, ve al cine, o acude a un parque o museo. En cuanto al ejercicio: tomar aire fresco y un poco de sol y acelerar tu ritmo cardiaco con una caminata enérgica rara vez falla en levantar el ánimo.
Conduce tu bici sin un destino fijo. Pierde el tiempo en actividades frívolas, ríe fuerte, canta, baila, salta, juega, grita. Camina sobre el césped, de preferencia sin zapatos. Deja de preocuparte acerca de lo qué pasará después y solo disfruta la diversión. Vive el aquí y el ahora. ¡Vuelve a tu infancia!
La Madre Teresa una vez dijo: “Regala hasta que duela”, pero la verdad es que no se tiene que llegar tan lejos. Donar tiempo, dinero u objetos te da felicidad y seguridad. Ciertos estudios han demostrado que la gente que se ofrece para hacer trabajo voluntario es más sana, tiene menos males e incluso vive más, dice Rubin. ¿Te empieza a dar curiosidad?
Somos animales sociales y al unirnos a un grupo —de lectura, deportivo, gourmet o lo que sea en el cual los miembros estén conectados por intereses en común— ayuda a que florezcan los vínculos sociales que añaden a nuestra felicidad personal. ¿Crees que no te gusta ser sociable? Pon a un montón de personas que te agraden en un mismo cuarto con bocadillos y trata de no sonreír.
Mientras menos desorden tengas que mirar, más tranquila y contenta estará tu mente. Tómate unos minutos para despejar los muebles y ordenar las cosas. Acomoda los documentos, responde a correos y mensajes de voz sin responder. Después disfruta el espacio que has limpiado tanto en tu cabeza como en tu escritorio.
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