Potencializa tu productividad

Aumenta tu eficiencia en el trabajo y en tu vida diaria para lograr tus metas de manera más efectiva. ¡Descubre cómo aquí!

 ·  24/04/2023
Potencializa tu productividad

¿Te has sentido abrumado con tu lista interminable de tareas pendientes? ¿Te gustaría tener más tiempo para dedicarte a tus pasiones o simplemente para relajarte? ¡No te preocupes! En este artículo, aprenderás cómo potencializar tu productividad y maximizar tu eficiencia tanto en el trabajo como en tu vida diaria.

Siempre tenemos muchas cosas que hacer, y los dispositivos que supuestamente ahorran tiempo y trabajo en realidad nos complican. Según la experta en administración del tiempo Julie Morgenstern, podemos hacer algo respecto a la disparatada forma en que tratamos de cumplir con todo.

Elabora un plan de productividad

No simplemente te sumerjas en el ajetreo diario; es más, trata de evitarlo. La experta sugiere que nos sentemos durante 5 o 10 minutos antes del inicio de la jornada laboral (o, mejor aun, la noche anterior) para planear qué debemos hacer y cuándo. Redacta una lista de tareas y asigna horarios a distintos pendientes a lo largo del día para que puedas avanzar.

Gánale al reloj

Programa un temporizador por 10, 15 o 30 minutos y proponte completar la mayor parte de una tarea. Fijarte un plazo límite es una gran motivación y una poderosa ayuda para evitar la mayor fuente de distracciones: el Internet.

Enfócate

Apaga el teléfono e ignora el correo electrónico cuando realices tareas que requieran concentración. Si alguien se acerca a ti con un asunto que puede esperar, “no temas decir: ‘¿Puedo buscarte cuando termine?’”, señala la experta.

Atrévete a delegar

No evites asignarles tareas a los demás en casa porque crees que es más fácil hacerlo tú. Esa actitud es sufrida y agotadora. Asigna a cada miembro de la familia tareas adecuadas para su edad y tiempo disponible, y te sorprenderá cuánto pueden hacer.


Divide y vencerás

En vez de escribir “limpiar la casa” en tu lista de pendientes, divide la tarea en trabajos más pequeños: lavar los platos, poner tres cargas en la lavadora, aspirar la sala y las habitaciones. Verás que avanzarás con mayor rapidez y sentirás que has logrado más.

Anticipa sorpresas desagradables

¿El médico o la línea aérea se retrasaron? Lleva siempre contigo un libro, un pequeño proyecto para organizar o planear, una lista de llamadas telefónicas pendientes, cartas para escribir (o leer) o un tejido. Así tendrás algo que adelantar mientras esperas.

Cultiva la flexibilidad

Si algo no funciona como esperabas en tu agenda del día, no permitas que te preocupe o te haga perder el ritmo. Simplemente pasa a la siguiente tarea. Tampoco dejes que la lista de pendientes te esclavice. Recuerda que no trabajas para ella; ella trabaja para ti. Si una tarde agradable alguien te invita a tomar un helado, ve, aconseja Morgenstern. Ten por seguro que esa lista estará allí cuando regreses.

Lo que no debes hacer

Planear en exceso es una manera infalible de socavar lo que puedes hacer en un día, y te hará sentir como si rindieras menos de lo esperado, aunque corras a un ritmo que haría palidecer a un velocista olímpico. En días muy ajetreados, revisa tu lista de pendientes y elimina lo que no sea esencial. Tal vez no necesites ir al supermercado hoy. Recuerda que no existe un premio por asumir demasiado, así que niégate de vez en cuando. Esto se hace más fácil con un poco de práctica, y con el tiempo se convertirá en una importante herramienta que te ayudará a administrar tu tiempo y tu vida.


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