Afortunadamente, en los últimos 10 años se ha avanzado bastante en la investigación en este campo. Aún hay muchas preguntas sin respuesta sobre las alergias, pero en la primavera del año 2022 se publicaron nuevas recomendaciones para su prevención. De acuerdo con las investigaciones más actuales, ¿qué medidas sí ayudan para proteger a los niños de las alergias?
Los expertos tienen consejos desde incluso la etapa del embarazo: la futura madre debe llevar una dieta equilibrada y variada y seguir consumiendo alimentos potencialmente alergénicos —como el pescado, los huevos de gallina, la leche de vaca o los frutos secos—. Esto también aplica durante la lactancia.
En la medida de lo posible, el bebé debe ser amamantado de 4 a 6 meses y no debe recibir leche de vaca durante sus primeros días de vida. Si la madre no puede o no quiere amamantar y el niño tiene un alto riesgo de alergias, una buena idea es buscar un alimento infantil hidrolizado cuya eficacia haya sido probada.
Tal es el caso, por ejemplo, cuando la madre o el padre padecen neurodermatitis, rinitis alérgica o asma. En cuanto a la prevención de las alergias, los expertos también desaconsejan tomar otros preparados lácteos a base de leche de cabra, yegua o soya.
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Si el bebé está sano, a sus 4 meses puede comer lo mismo que los demás miembros de la familia. De acuerdo con los descubrimientos más recientes, es menos probable que aparezcan alergias si los bebés comen pescado, huevo cocido, un poco de leche de vaca o puré de frutos secos.
Esta variedad de alimentos entrena al sistema inmunitario (SI) del bebé y reduce el riesgo de que desarrolle alergias. Para aprovechar este efecto al máximo, los padres deben alimentar a sus bebés con una dieta variada desde el quinto hasta máximo inicios del séptimo mes.
El cacahuate (maní) tiene un papel especial, ya que en las familias en las que se consume regularmente, los niños deben consumir un poco de crema de cacahuate incluso si padecen neurodermatitis. Esto puede evitar que posteriormente desarrollen alergia al cacahuate. Por supuesto, esto solo aplica si es seguro que los bebés no son ya alérgicos a él.
La ropa de cama antiácaros no es necesaria para prevenir las alergias, pero los siguientes factores de riesgo sí deben evitarse: fumar, los contaminantes atmosféricos y las paredes húmedas con moho.
Si un miembro de la familia ya es alérgico a un animal de compañía, lamentablemente la mascota tendrá que mudarse. Sin embargo, si el objetivo es hacer todo lo posible para que un recién nacido no desarrolle una alergia, los perros y los gatos son de ayuda y no hay motivo para deshacerse de ellos como medida preventiva. Los expertos no desaconsejan tener un perro ni siquiera a los niños con un alto riesgo de alergias. Incluso es posible que los niños sanos que crecen con perros tengan menos propensión a las alergias.
Con los gatos, desgraciadamente, la situación es distinta. Las familias con niños que ya presentan un alto riesgo de alergia o que ya padecen neurodermatitis no deben tener un gato. Sin embargo, si en la casa ya había un perro o gato antes de que naciera el bebé, no es necesario deshacerse de ellos.
En los países desarrollados, el SMSL es la causa más frecuente de muerte inesperada de un bebé durante su primer año de vida. Como medida preventiva, los bebés deben dormir en un ambiente fresco y boca arriba. Sin embargo, sería deseable saber qué niños requieren una precaución especial para poder prestarles aún más atención. Los científicos no han podido identificar qué características indican un riesgo alto de SMSL.
Recientemente un grupo de investigadores dio un gran paso: hallaron butirilcolinesterasa en un grupo de bebés, una enzima importante para la transmisión de señales nerviosas al centro respiratorio de los recién nacidos.
Algunos de los bebés estudiados murieron de SMSL. De hecho, estos niños tenían una concentración muy baja de la enzima al nacer, lo cual puede afectar la regulación respiratoria. Si otros estudios lo confirman, esta enzima podría servir para identificar de manera temprana a los niños con un alto riesgo de sufrir SMSL. A partir de ese momento, se podría realizar un cuidadoso seguimiento durante sus primeros 12 meses de vida.
Recuerda: La información proporcionada en este artículo no sustituye la consulta con un profesional de la salud. Si tienes dudas sobre las alergias de tu hijo, consulta con tu pediatra o con un profesional de la salud confiable.
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