Reduce tu ingesta de carbohidratos, averigua por qué
Los carbohidratos pueden interponerse entre tu salud y bienestar, pues elevan el azúcar en sangre y añaden peso.
¿Por qué son tan problemáticos?
Estos alimentos se convierten en glucosa durante la digestión con una facilidad y a una velocidad extraordinarias, la cual entra en el torrente sanguíneo y eleva de manera pronunciada las concentraciones de azúcar en sangre, el auténtico problema que causa la diabetes, además suelen ser calorías vacías que lo único que provocan es ensanchar tu cintura.
¿Cuáles son los principales culpables?
Los refrescos con azúcar, las golosinas, los productos horneados y tres productos “blancos”: papas, arroz y pan blancos.
Al mejorar la calidad de tu ingesta de carbohidratos podrás bajar tu azúcar sanguíneo tanto como algunos fármacos contra la diabetes.
Sigue estos sencillos pasos para disminuir tu consumo de carbohidratos refinados sustituyéndolos con granos enteros, frutas, verduras y otros alimentos súper nutritivos
¿Has tenido un antojo desbordante por algo en especial? Te damos 5 pasos para evitar esos antojitos de culpa.
Sustituye los carbohidratos
Sírvete la mitad de pasta
La pasta no es un elevado de azúcar. Como sus moléculas de almidón se entretejen con las de proteína, se vuelve glucosa al digerir un alimento.
No comas un gran plato de pasta si es el único platillo. Limítate a media taza y añade pimientos, champiñones, espinacas u otras verduras salteadas.
Haz tacos de lechuga
Una tortilla contiene hasta 330 calorías y 55 g de carbohidratos. Mejor haz tacos de lechuga, usando las variedades de hoja ancha como la romana.
Para preparar un almuerzo delicioso, rellena una hoja grande de lechuga con atún o salmón de lata, zanahorias ralladas, apio en cubitos y rebanadas de pimiento.
No comas pan en la cena
Si te comiste un sándwich o desayunaste un pan tostado con huevos, ese es quizá todo el pan que necesites para el resto del día.
Elige el tipo de arroz que consumes
Limítate a una porción, o media taza, por comida, Evita el arroz jazmín, el arbóreo, el glutinoso y el precocido de grano largo; estas variedades son las que más elevan el azúcar sanguíneo.
Fríe verduras
Olvídate de las papas fritas a la francesa y conoce las frituras a base de verduras con una carga glucémica más baja.
Corta tiras delgadas de nabo, camote o zanahoria. Colócalas sobre una bandeja para hornear, rocíalas con aceite de oliva, salpimiéntalas y ásalas en el horno a 204 grados centígrados durante aproximadamente 40 minutos.
Elimina los refrescos en tus comidas
Los expertos dicen que las bebidas azucaradas se han convertido en la mayor fuente de calorías en nuestra dieta.
Casi todas esas calorías provienen del azúcar refinado o el jarabe de maíz: una porción de 350 mililitros de refresco común y corriente tiene el equivalente de ¡nueve paquetes de azúcar!
Prueba otra pasta
¿Ya conoces la pasta de trigo integral? Existen nuevas variedades con alto contenido de fibra y proteína; son aún mejores para tu glucosa sanguínea pues tienen un contenido más alto de fibra soluble.
Además, su sabor y si textura son sorprendentemente similares a las pastas normales.
Usa harina integral
Mejora tus productos horneados sustituyendo una tercera parte de la harina blanca con harina integral.
No todo es sal y pimienta
Añade sabor a la comida con condimentos fibrosos como el cereal de salvado, salvado de avena (la avena se cuenta entre las mejores fuentes de fibra soluble) y germen de trigo, así como, en las recetas que para su preparación requieran pan molido, mejor usa avena o pan integral tostado y previamente molido en el procesador de alimentos.
Si es arroz, que sea integral
De vez en cuando puedes disfrutar de un arroz integral en vez de consumir arroz blanco y de esta manera obtendrás seis veces más fibra y muchas más vitaminas, minerales y otros compuestos vegetales saludables.