Aún no se sabe por qué los casos de cálculos renales han ido en aumento, pero seguir estos consejos te ayudará a que tus riñones y vejiga estén saludables.
Según una antigua tradición japonesa, proteger los riñones con un haramaki —una prenda que se utiliza alrededor del abdomen y la espalda baja— facilita la digestión, alivia los dolores menstruales, ayuda a conciliar el sueño y contribuye a prevenir el enfriamiento durante las actividades practicadas al aire libre. Vale la pena probarlo y es muy seguro. Las versiones modernas de este calentador corporal se volvieron muy populares tanto en Occidente como en Japón, y pueden adqui- rirse en muchos sitios web.
Tomar muchos líquidos, sobre todo agua simple, ayuda a prevenir todo tipo de cálculos renales. Antes se pensaba que el té, el café y el alcohol favorecían su formación, pero esto ha cambiado. Consumidos con moderación, la cerveza y el vino en realidad pueden brindar protección. Sin embargo, las bebidas con azúcar suelen incrementar el riesgo de tener cálculos renales, por lo que, si tienes propensión a este padecimiento, lo mejor es evitarlas.
Quizá no te sientas con ganas de hacer ejercicio cuando tienes cálculos renales, pero caminar puede ayudar a desalojarlos del riñón, de modo que puedas expulsarlos más rápido.
Antes, si tenías cálculos compuestos de fosfato de calcio u oxalato de calcio, la recomendación más común era evitar los productos lácteos y otros alimentos ricos en calcio. No obstante, estudios recientes han demostrado que los alimentos con alto contenido de este mineral pueden ayudar a prevenir la formación de ciertos tipos de cálculos. Para evitar los cálculos de oxalato de calcio, es mejor no comer alimentos ricos en oxalato (ruibarbo, espinacas, frutos secos, salvado de trigo). Consulta al médico antes de tomar complementos de calcio.
Aun cuando la sal no es un componente de los cálculos renales, cuando el sodio (principal ingrediente de la sal) pasa por los riñones, incrementa la cantidad de calcio que se expulsa en la orina. Las altas concentraciones de este mineral se pueden combinar con el oxalato y el fósforo para formar cálculos. Así que, si tienes propensión a desarrollar cálculos a partir del calcio, elimina la sal de tu dieta, lo que ade- más te ayudará a controlar la presión arterial.
Investigaciones recientes del Penn State College of Medicine sugieren que los fumadores tienen dos veces más probabilidades que los no fumadores de desarrollar cáncer de riñón. Además, el tabaquismo es la causa de casi la mitad de los casos de cáncer de vejiga en mujeres, una proporción mucho mayor de lo que se pensaba. Los estudios recientes han hallado que las fumadoras tienen el mismo riesgo que los hombres de desarrollar cáncer de vejiga. Investigaciones recientes sugieren que los fumadores tienen cuatro veces más probabilidades de desarrollar cáncer de vejiga —los exfumadores tienen dos veces más riesgo—, en comparación con las personas que nunca han fumado.
Esto puede ayudarle a tu médico a identificar el tipo de cálculo de que se trata. Si estás por pasar un cálculo, orina a través de una gasa o un colador fino para atraparlo y después llevárselo al doctor para que lo mande analizar. El resultado de las pruebas determinará qué dieta deberás seguir.
De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, el limón puede proteger contra la formación de cálculos de oxalato de calcio o ácido úrico; pero podría ser dañino para quien tiene propensión a formar cálculos de fosfato de calcio. Por
eso es importante conocer la composición de los cálculos y obtener la recomendaciones médicas adecuadas.
Una dieta rica en proteínas y purinas de ori- gen animal —presente en altos niveles en vísceras, pescado y mariscos— puede acidificar la orina, lo cual aumenta el riesgo de padecer cálculos de ácido úrico. Si es tu caso, limita al mínimo el consumo de estos alimentos.
Según un nuevo estudio, beber muchos líquidos puede protegerte contra el cáncer de vejiga. Los líquidos suelen barrer las sustancias cancerígenas y expulsarlas del cuerpo antes de que tengan oportunidad de provocar el daño que podría desencadenar el cáncer. Los investigadores hallaron que beber más de 2.5 litros de agua al día se asocia a un riesgo 24% menor de desarrollar cáncer de vejiga.
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