Te salen más hematomas que antes
Un signo importante y a menudo pasado por alto del envejecimiento prematuro es que te salen moretones con más facilidad y te curas de ellos más lentamente que antes, dice el Dr. Adam Friedman, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud George Washington de Washington D.C. “Un signo de fotoenvejecimiento en las zonas expuestas al sol es la fácil aparición de hematomas, llamada púrpura solar, que es consecuencia del daño crónico a las estructuras de soporte que rodean los pequeños vasos sanguíneos de la piel”, dice. “Hasta el traumatismo más simple provoca su rotura, y la piel fina y frágil por el daño solar crónico no da mucha protección a los vasos”. En consecuencia, es mucho más fácil que se produzcan hematomas.
Inventas pretextos para no salir
La depresión no necesariamente aumenta con la edad, pero puede continuar presente cuando una persona no envejece bien, dice Karol Ward, trabajadora social de Nueva York. “La gente puede deprimirse si su salud física empeora y no puede desempeñarse social o físicamente como antes”, dice. Algunas personas ponen excusas para no salir con sus amistades porque sienten que ya no pueden seguirles el ritmo, afirma. “Decir la verdad sobre cómo te sientes a personas en las que confías es una buena forma de combatir la sensación de aislamiento y depresión”, concluye.
Se te debilitan las manos
La disminución de la fuerza de presión de la mano puede estar relacionada con un mayor riesgo de pérdida de independencia y, posiblemente, con una muerte más temprana, afirma Maria Cole, terapeuta ocupacional del Hospital de Rehabilitación Spaulding de Framingham, EE.UU. Un estudio publicado en The Lancet descubrió que los individuos con disminución de la fuerza de prensión tenían un 16% más de probabilidades de morir por cualquier causa que sus homólogos cuya fuerza de prensión de la mano se mantuvo fuerte y estable durante el periodo de estudio.
“Se necesitan más estudios para determinar si trabajar en aumentar la fuerza de la mano mejorará la salud”, afirma. “Sabemos que, a medida que envejecemos, perdemos masa muscular, aunque algunas personas lo hacen más que otras”. No esperes a que tus manos se debiliten, dice. “Usar pesas para fortalecer el antebrazo y ejercicios de manos como apretar una pelota son formas de prevenir la debilidad”. Un terapeuta ocupacional puede ayudarte a encontrar ejercicios que funcionen para ti.
Tienes la piel más reseca que nunca
“A medida que la piel envejece, disminuye su capacidad para regenerarse y fabricar todas las proteínas y grasas buenas que solidifican la capa superior (capa córnea) y mantienen la humedad; además, el envejecimiento acelerado de la piel por la exposición al sol sin protección lo acelera”, dice el Dr. Friedman. Sin embargo, hay otras causas de la resequedad excesiva de la piel, como lavarse demasiado y no utilizar crema hidratante.
“El ambiente también puede influir: las temperaturas frías y secas, la baja humedad y el calor de los radiadores crean la tormenta perfecta para la piel seca”, dice. La resequedad cutánea grave también puede estar asociada a problemas médicos subyacentes, como el hipotiroidismo y la diabetes. “Ambos, si no se controlan, tienden a empeorar la piel seca y, en última instancia, acelerar su envejecimiento, por eso es importante que acudas anualmente con tu médica para que te haga revisiones y evaluaciones adecuadas a tu edad”.
Duermes mal
El insomnio o los problemas para dormir bien pueden ser una señal de que tu cuerpo está envejeciendo rápidamente. A menudo se debe a niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés. “Las subidas de cortisol son inevitables a medida que envejecemos, pero en muchas personas sube demasiado deprisa, normalmente debido al estrés”, explica la Dra. Sue Decotiis, especialista en antienvejecimiento y medicina regenerativa de Nueva York. Es importante controlar tu nivel de estrés, ya que un exceso de cortisol no solo te envejece más rápido, sino que puede favorecer el aumento de peso, disminuir la función inmunitaria y provocar numerosas enfermedades crónicas.
Tu rostro luce demacrado
La pérdida de masa ósea (el grosor de los huesos) es, por desgracia, una parte normal del envejecimiento, y perder masa ósea en la cara te da ese característico perfil avejentado, con mejillas hundidas, labios finos y sienes prominentes, dice la Dra. Decotiis. Algunas personas aceleran este proceso porque fuman, tienen una mala alimentación o una mala salud cardiovascular, o adelgazan demasiado, lo que les hace parecer mayores de lo que son, explica. Para contrarrestar la pérdida de masa ósea, come y haz ejercicio adecuadamente y mantén un peso saludable.
Has perdido velocidad
¿Te quedas atrás constantemente cuando caminas con amistades y familiares de tu edad? Resulta que la velocidad normal al andar de una persona es un indicador bastante bueno de lo bien que estás envejeciendo, dice el Dr. Steven Austad, catedrático del Departamento de Biología de la Universidad de Alabama en Birmingham. “La velocidad al andar es un indicador del funcionamiento de los músculos de las piernas y dice algo sobre la velocidad de conducción nerviosa, dos factores que intervienen en el envejecimiento”, explica. Por suerte, esto tiene fácil solución: da más paseos y mejora tu condición física.
Aparentas mayor edad de la que tienes
Cuando se trata de evaluar la “verdadera” edad de una persona —y no su edad cronológica—, nuestros cerebros son bastante precisos, dice el Dr. Austad. “Pide a una docena de desconocidos que adivinen tu edad y el valor medio que obtengas será un indicador bastante bueno de la edad biológica de tu cuerpo”, afirma.