Un rato en familia

Seguramente alguna vez te has quejado de que sentías demasiado cansancio como para reunirte con alguien o asistir a un evento social, pero después de haber hecho el esfuerzo descubriste que aumentaron tanto tu energía como tu sensación de felicidad. Aquí te dejamos algunas sugerencias para pasar más tiempo de calidad con tu pareja y tu familia.

Reserva un “tiempo en pareja”.

Puede parecer innecesario hacerlo tan formal, pero si agendan una fecha en el calendario para estar juntos, significa que no pueden ocupar ese día para nada ni nadie más. Si surgiera alguna otra salida o invitación, tendrán una razón genuina para decir: “Lo siento, pero ya tengo un compromiso para esa fecha”. No cancelen su cita por nada a menos que se trate de una verdadera emergencia.

Asegúrate de darte un “tiempo para charlar” con amigos y familiares.

No se trata simplemente de ir al cine, a bailar y beber en lugares concurridos y ruidosos, o solo tumbarse frente al televisor, por más agradables que sean esas actividades.

Organicen reuniones frecuentes con comida rica y, si lo desean, un buen vino.

Uno de los mejores momentos para hablar es cuando están cenando juntos alrededor de una mesa, ya sea que preparen una comida sencilla, pidan algo a domicilio o vayan a un restaurante local. Esto crea y fortalece los lazos de amistad y brinda una sensación de comunidad. Eso sí, esto debe ser prioritario para todas las personas involucradas.

Insiste en que tu familia coma junta en la mesa en lugar de frente al televisor.

Es probable que esto no sea posible todos los días, pero pon como objetivo al menos un día o una noche a la semana.

Procura persuadir a tu pareja o a tus hijos

para que te acompañen a practicar alguna actividad o para que asistan a clases de algo que puedan disfrutar juntos, sobre todo si tienes una agenda muy ocupada.

Las situaciones son temporales

Reconoce que las situaciones son temporales y que la presión no siempre será tan intensa durante esos periodos en los que tengas que emplear gran parte de tu tiempo para hacer algo, como cuidar a un bebé o a un adulto mayor; de esta forma, será más sencillo aceptar dicha situación. No intentes hacer todo lo que hacías antes de que tus circunstancias cambiaran.

No seas perfeccionista.

Cuando tu tiempo esté muy ocupado, es mejor dejar tus estándares un poco de lado en lugar de ter- minar con tus relaciones. Si no has tenido tiempo de limpiar la casa, apaga las luces y enciende algunas velas, así el polvo no se notará. No pierdas tiempo organizando cajones o alguna otra nimiedad que el resto del mundo jamás verá.

Ahorra tiempo comprando tus víveres con entrega a domicilio.

Pagar una pequeña tarifa por el envío es un gasto justificable si contribuye a mejorar tu calidad de vida y te deja más tiempo libre para pasarlo con tus seres queridos.

Permite que te ayuden, y tendrás más tiempo libre.

Si tienes niños pequeños, pídele a un familiar que los cuide un rato para que puedas salir a divertirte con amistades un par de horas. O pregúntale a tus vecinos si alguno de sus hijos quiere ganar dinero extra por ayudar a lavar tu auto, cortar el césped, deshierbar el jardín o realizar alguna otra tarea doméstica.

Pide a tus hijos que ayuden con las tareas de la casa.

En especial aquellas que podrían hacer contigo, como limpiar las ventanas o ayudar a preparar la comida. Los niños mayores, especialmente los adolescentes, necesitan del tiempo y la atención de sus padres, aunque no lo admitan, y hacer las tareas del hogar juntos les permitirá conversar en un ambiente relajado en el que se sientan cómodos para platicar de cosas personales, además de hacer que se sientan más útiles.

De hecho, realizar alguna labor o actividad con cualquier familiar o amistad es una excelente manera de acercarse de forma natural.

Lilo Flores