Várices
Las várices son vasos sanguíneos inflamados de color púrpura y aspecto filamentoso. Por lo general, aparecen en las piernas; sin embargo, pueden hallarse en cualquier sitio del cuerpo
Las várices son venas dilatadas y tortuosas que se encuentran generalmente en las piernas. Se producen cuando las válvulas unidireccionales de las venas se debilitan o fallan, lo que permite que la sangre se acumule y refluya.
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¿A quiénes afecta?
Mujeres, en especial si han estado embarazadas o si utilizan anticonceptivos o tratamientos de reemplazo hormonal después de la menopausia; personas con antecedentes familiares de várices; quienes, por sus profesiones, pasan mucho tiempo de pie (enfermeras, profesores, obreros, chefs); personas con sobrepeso u obesidad.
¿Qué son?
Las várices son vasos sanguíneos inflamados de color púrpura y aspecto filamentoso. Por lo general, aparecen en las piernas; sin embargo, pueden hallarse en cualquier sitio del cuerpo. Se forman cuando las válvulas de las venas afectadas, cuya misión en condicio- nes normales es impedir que la sangre se regrese hacia los pies, dejan de funcionar. Como resultado, la sangre se estanca en las venas y estas se ensanchan.
Cualquier situación que eleve la presión en las venas de las piernas, como la obesidad, el estreñimiento, el embarazo o estar de pie mucho tiempo, puede favorecer la aparición de várices. Los médicos no siempre pueden identificar la causa puntual del problema; sin embargo, creen que, en algunas personas, se debe a una tendencia hereditaria. Tener antecedentes de trombosis venosa profunda (formación de un coágulo sanguíneo en las venas grandes de las piernas) también podría propiciar la aparición de várices.
Consejos de nutrición
- Usa la C a tu favor. La vitamina C fortalece los vasos sanguíneos y los protege del daño atribuible a los radicales libres. El pimiento rojo, el brócoli, los cítricos y los frutos rojos son ejemplos de frutas y verduras ricas en vitamina C.
- Date un festín de fibra. La fibra disminuye el esfuerzo durante la defecación, lo cual reduce la presión en los vasos sanguíneos de las piernas. Consume cereales integrales, pasta de trigo entero, frijoles (poro- tos), lentejas y palomitas de maíz.
- Acércate a los flavonoides. Estos son antioxidantes que puedes hallar en varias frutas y verduras. Producen distintos efectos benéficos en los vasos sanguíneos e intervienen en las reacciones que permiten evi- tar los padecimientos cardiovasculares. Por ejemplo, un estudio pequeño demostró que el flavonoide hesperidina, presente en las naranjas, atenúa las várices.
- Recoge algunos frutos rojos. Los arándanos azules y rojos, las zarzamoras, las fresas (frutillas) y las frambuesas contienen antioxidantes que ayudan a disminuir las filtraciones de sangre y, además, protegen los vasos sanguíneos del daño atribuible a los radicales libres.
Consejos para la vida diaria
- Eleva las piernas. ¿Tienes várices o antecedentes familiares de este mal? Evita estar de pie por periodos prolongados. Si tu trabajo te exige estar de pie, haz pausas frecuentes para elevar los pies y mantener- los en alto durante unos 10 minutos.
- Haz ejercicio aeróbico. Una buena caminata de 20 minutos de duración a paso vigo- roso es de las mejores cosas que puedes hacer para atenuar las várices. Cada vez que con- traes los músculos de las piernas al caminar, facilitas el retorno de la sangre al corazón.
- Toma un descanso. De pie, párate lentamente de puntitas y luego regresa los talo- nes hacia el suelo. Haz este ejercicio para las pantorrillas durante 10 minutos varias veces al día para ayudar a que los vasos san- guíneos empujen la sangre hacia arriba.