Existen muchas formas sencillas de incorporar verduras a tu dieta. He aquí unas ideas fáciles para empezar.
Busca en línea empresas especializadas en el envío de estos productos a domicilio. Si te llega una caja de verduras a la semana, será más probable que las incluyas en tu dieta. También puedes pactar con los productores del tianguis orgánico de tu localidad.
Haz jugos de tus verduras favoritas, como zanahoria, betabel (remolacha) y apio, o prepárate un smoothie verde con espinaca, lechuga, col de Bruselas, apio, manzana y agua.
A la hora de la comida, coloca sobre la mesa un platón de verduras crudas en bastones o rodajas. Los jitomates, las zanahorias, el apio, los pepinos y los pimientos (pimentones) se distinguen por su frescura y agradable textura crujiente. Acompáñalos con aderezo, salsa o vinagreta.
Basta con un puñado de hortalizas de hoja verde, unos cuantos jitomates cherry y pepinos o manzanas en rodajas para armar una ensalada saludable en menos de un minuto. ¡Qué mejor manera de abrir el apetito!
En invierno, elige tubérculos, como la chirivía (pastinaca), el nabo, el betabel y las papas. En verano, opta por champiñones, calabacitas, jitomates, pimientos y cebollas. Corta las verduras más grandes en pedazos; agrega aceite y vinagre; condimenta y coloca en un molde.
Hornéalas a 180 oC unos 30 minutos de acuerdo a su grosor. Para que se cuezan de modo uniforme, coloca verduras de textura y tamaño similar en el molde para hornear.
Las papas, las zanahorias, la coliflor y el brócoli (en realidad cualquier verdura cocida o sobrante de ellas) se pueden utilizar para preparar cremosas sopas reconfortantes. Lícua- las con una papa cocida y disfruta.
Selecciona dos o tres de tus verduras favoritas y córtalas en pedazos del tamaño de un bocado. Calienta una sartén o un wok pequeño a fuego alto. Agrega un poco de aceite de oliva o de ajonjolí (sésamo) y mueve la sartén o el wok en círculos para distribuir. Una vez que el aceite esté caliente, añade las verduras. Saltéalas hasta que estén bien cocidas. Añade sal, pimienta, tomillo o salsa de soya y un poco de ajonjolí. Mueve la sartén de adelante hacia atrás y de arriba hacia abajo para saltear y combinar los ingredientes. Sirve de inmediato. (Puedes agregar trozos de tofu, tempeh, pollo o res antes de cocinar las verduras).
Para hacer salsas de manera rápida y fácil, utiliza jitomate, pepino, cebolla, pimiento, aguacate o champiñones, ya sea solos o con otras verduras, crudos o cocidos.
Son muy pocas las verduras que no funcionan como relleno de omelet, en especial si el plan es agregar un poco de queso rallado o desmoronado. Dentro de las más comunes para este fin se encuentran las cebollas, los pimientos, los jitomates, los champiñones y las papas.
Aunque a todos nos encantaría comer verduras recién cosechadas, no podemos despreciar las congeladas. Por lo general se cosechan en su punto y se congelan inmediatamente. Esta es una estupenda opción para preparar sopas y platillos salteados o para combinar con arroz y pastas. Utiliza verduras frescas y congeladas para preparar guisos rápidos que te saciarán y nutrirán.
Crudas y cortadas en bastones, como relleno de pan pita, en sopa o en sabrosas tartas de verano, las verduras pueden incorporarse de muchas formas sencillas para consumirlas a diario y en mayor cantidad.
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