Así son los síntomas de un ataque cardíaco en una mujer
Las enfermedades cardiacas son causa frecuente de muerte en las mujeres. Los síntomas son distintos a los que sienten los hombres.
Las mujeres no son hombres
Existe una gran desconexión entre lo que las mujeres piensan que un ataque cardíaco se sentiría—dolor agudo en el pecho—y como realmente suele sentirse. “Después del sistema reproductivo, el sistema cardiovascular tiene la mayor cantidad de diferencias entre los géneros“, dice Jean McSweeney, profesora y decano asociada de investigación en University of Arkansas for Medical Sciences College of Nursing.
Así que es de esperarse que los síntomas de un ataque cardíaco femenino—aunque a veces se comparte con los hombres en un sentido general—también se puede experimentar de manera distinta. Después de todo, “tenemos vasos mucho más pequeños en nuestro corazón“, dice la Dra. McSweeney, quién estuvo entre los primeros en centrarse en los síntomas de los ataques cardiacos en las mujeres en un estudio en el 2003, publicado en el diario Circulation. “Y estamos construidos de manera distinta”.
Cuándo las arterias principales de una mujer están bloqueadas, a menudo experimentará una constelación de señales, incluyendo dolor en el pecho, presión o rigidez, junto con múltiples síntomas fuera del pecho, dice Judith Hilevi Lichtman, jefa del departamento y profesora asociada de epidemiología en Yale School of Public Health in New Haven, CT.
Además, no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas, y los síntomas no suceden necesariamente a la vez. Hablamos con expertos y mujeres sobrevivientes de ataques cardíacos sobre cómo podrían ser algunos de esos síntomas y cómo se sienten. Estos son los ocho que más nos sorprendieron.
Tu brazo se siente raro
“Sentí como si mi brazo estuviera dormido“, dice Tara Robinson, una consejera escolar, quien, increíblemente, sobrevivió tres ataques cardiacos en una semana a los 40 años.
Durante los primeros dos, la sensación emergía durante un par de minutos y después desaparecía. Para cuando llegó al hospital, los síntomas se habían ido y la enviaron de vuelta a casa sin tratamiento. “Pensé que tal vez me estaba ejercitando demasiado fuerte en el gimnasio o dormía sobre mi brazo“, dice. Para cuando llegó el tercer ataque, esa sensación era mucho más intensa y persistente—e imposible de ignorar.
Otra superviviente de un ataque cardíaco Lilly Rocha, describió su brazo como sintiéndose adolorido. De hecho, sintió dolor general en su lado izquierdo superior entero, junto con su mandíbula y pecho. En esa época, tenía 37 años y era la vicepresidenta de una corporación que organizaba eventos internacionales; viajaba de país a país con regularidad—así que atribuyó el dolor al estrés de viajar.
No fue sino hasta que un colega (que había experimentado un ataque cardíaco) insistió en llevarla a un hospital que se dio cuenta de la increíble de verdad: Había tenido un ataque al corazón.
Una mandíbula muy dolorida
Junto con problemas en el brazo, fatiga, y falta de aliento, los problemas en la quijada suelen emerger meses antes de un ataque y luego intensificarse durante el evento actual.
Robinson, portavoz de Go Red for Women de la Asociación Americana del Corazón lo describió como “la forma en la que tu boca se siente cuando vuelves a casa del dentista y la anestesia no se ha ido del todo“.
Al igual que el brazo, la mandíbula también actúa por lo que los doctores llaman dolor “referido”, explica Suzanne Steinbaum, DO, cardióloga y directora de Women’s Cardiovascular Prevention, Health, and Wellness en el Hospital The Mount Sinai en la Ciudad de Nueva York y autora de Suzanne Steinbaum’s Heart Book: Every Woman’s Guide to a Heart-Healthy Life.
“Ese dolor viene del corazón“, dice la Dra. McSweeney recuerda un paciente que se quejó primero de su mandíbula con su dentista y se le dio tratamiento para trastornos de articulación. Cuando eso no la ayudó, se le retiraron las muelas del juicio. Por supuesto, el dolor solamente empeoró—hasta que terminó en el hospital con ataque al corazón y finalmente se le atendió correctamente.
Nauseas y vómito
En un estudio en el 2018 en Circulation que examinó a hombres y mujeres que experimentaron un ataque cardíaco antes de los 55 años, 2/3 de las mujeres dijeron haber experimentado problemas epigástricos, como indigestión, nauseas, o dolor estomacal, nota la Dra. Lichtman, la autora principal del artículo. Sólo la mitad de los hombres reportaron problemas similares.
Como Robinson describe ese día se apresuraron a llevarla al hospital con su tercer ataque cardíaco: “Tenía tantas ganas de vomitar“. Después del tratamiento, adoptó cambios en su estilo de vida que incluían comer una dieta saludable para su corazón. Ahora ayuda a guiar a otros pacientes a vivir más saludablemente. Aprende a identificar las arritmias.
Falta de aliento
Eso te puede tomar por sorpresa cuando estás en medio de una carrera o en una reunión en el trabajo, haciendo limpieza en casa o incluso estando recostada. Un síntoma temprano de una condición cardiaca puede ser la necesidad de levantarte de la cama para poder respirar mejor. “Te sientes sin aliento porque tus arterias están bloqueadas, no hay suficiente oxígeno en el cuerpo“, explicó la Dra. Steinbaum.
“Si el corazón se ha dañado o está sucediendo un ataque cardiaco, podría no tener la habilidad de bombear la sangre y eso puede causar que el fluido se meta en los pulmones“.
Fatiga extrema
“Las mujeres tienden ignorar los síntomas de ataques cardíacos porque estamos acostumbradas a sentirnos incómodas una vez al mes“, dice la Dra. Steinbaum. “La clave para saber cuando revisarse es reconocer si las cosas que haces todos los días y son normales para ti de repente se vuelven difíciles o tienes síntomas mientras tratas de hacerlas“.
Robinson recuerda tener que gatear de vuelta a su dormitorio tras limpiar su regadera; se sentía débil y tenía que tomar una siesta. La Dra. McSweeney cuenta de una paciente reportó sentirse tan cansada que sólo podía hacer un lado de la cama. Necesitaba descansar antes de hacer el otro. “No es tan pronunciado en todas las mujeres“, dice la Dra. McSweeney, la autora principal de la declaración científica de la Asociación Americana del Corazón.
Pero si la fatiga se vuelve progresivamente peor, o si no te sientes mejor después de haber dormido, deberías de ver a tu médico. Cuando Rocha (quien también es portavoz para Go Red for Women) fue azotada con episodios de fatiga extrema, lo asoció con su frenética agenda de viaje.
Para cuando llegó al hospital, donde esperó mucho tiempo para ser vista—nadie sospechó que estaba teniendo un ataque cardiaco—la fatiga y sensación en el lado izquierdo de su cuerpo se volvió tan abrumadora que no podía moverse o hablar.
“Sentía como si me fuera desmayar“, dice. Afortunadamente, recibió tratamiento antes de que fuera demasiado tarde. Ahora es dueña de su propia compañía para poder tener control sobre el balance de su vida laboral y ayuda a otros a aprender la importancia de conocer tus factores de riesgo de enfermedades cardiacas.
Dolor en la espalda alta
Robinson reporta que su problema de espalda fue el único síntoma que describiría como realmente doloroso. “Sentía como si estuviera detrás de mi corazón“, dice. Otras mujeres lo han descrito como un dolor agudo entre los omoplatos, que se intensifica al momento del ataque cardíaco.
Un sentimiento extraño en el pecho
Las mujeres no lo describen necesariamente como un “dolor en el pecho”—mucho menos el tipo de dolor como para llamar a emergencias. Lo podrían llamar ‘rigidez en el pecho’ o ‘presión en el pecho’, dice la Dra. Lichtman, quien añade que las mujeres podrían no asociar sus síntomas con ataque cardíaco porque están experimentando otros síntomas que no se relacionan con el pecho, como fatiga o dolor muscular.
Rocha sintió una sensación de fuerte hormigueo—”casi como si se disparara electricidad desde mi pecho“. Iba y venía, recuerda, y al principio duraría dos o tres minutos a la vez.
Cerca de seis meses antes del ataque cardiaco, fue a su médico de cabecera (quien también era su ginecólogo) porque estaba convencida de que tenía cáncer de mama. El doctor hizo un examen, no encontró nada, y la envió a casa. Rocha notó eventualmente que su lado izquierdo completo—pecho, quijada, y brazo—se sentían “extraños.
Síntomas parecidos al de un resfriado
“Las mujeres podrían decir, ‘estoy muy cansada. Debo tener un virus’“, dice la Dra. Steinbaum. Podrían convencerse a sí mismas que solamente son síntomas de gripe, muchos de los cuales se parecen a las condiciones antes mencionadas, incluyendo dolores musculares, fatiga, y náuseas. Pero si las sensaciones parecen distintas o más intensas que cualquier otra que hayas sentido antes, entonces ve a revisarte.
Mientras que podrían no ser síntomas de una condición cardíaca o precursores de un ataque al corazón, es mejor que descartes la posibilidad, aunque tengas menos de 55 años y especialmente si tienes una historia familiar de enfermedades cardiacas tempranas. Si tienes incluso la más mínima duda de qué estás teniendo un ataque cardíaco, llama a emergencias.