A lo largo de numerosos siglos, la herbolaria ha formado parte esencial del kit básico para aliviar o mitigar diversos malestares corporales. Las plantas y hierbas aromáticas proporcionan innumerables beneficios no solo en términos de sabores y aromas en las recetas culinarias, sino para el organismo y el bienestar del cuerpo. Las plantas se han usado para curar desde tiempos prehistóricos, y los avances de la ciencia y la medicina han comprobado la eficacia de muchos de estos remedios tradicionales.
Matricaria recutita y Chamaemelum nobile
Las hojas secas tanto de la manzanilla alemana (Matricaria recutita) como de la romana (Chamaemelum nobile) contienen componentes activos similares y a menudo se usan indistintamente en la medicina herbaria y en los productos para el cuidado de la piel.
Sus aceites esenciales y flavonoides tienen propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas. En un estudio efectuado en Alemania, la preparación tópica de la manzanilla romana resultó ser igual de eficaz que la crema de hidrocortisona para tratar el eccema. Asimismo, la manzanilla alivia la indigestión al disipar los gases y relajar el músculo liso del intestino.
Se cree que la camomila es un sedante moderado debido a su flavonoide, la apigenina, que tiene un efecto tranquilizante en el cerebro. Investigaciones estadounidenses han demostrado que la manzanilla alemana tiene un ligero efecto ansiolítico en pacientes con un leve a moderado trastorno de ansiedad generalizada.
Para problemas en la piel, busca una crema que esté hecha con entre 3 y 10% de camomila. El té de manzanilla ayuda a relajarse, disipar la ansiedad y aliviar problemas digestivos.
OJO: Se considera muy segura, pero en un caso documentado provocó hemorragia interna al usarse conjuntamente con el anticoagulante warfarina.
Cinnamomum verum
En la medicina ayurvédica se usa para tratar infecciones en el pecho y restablecer a los enfermos; en la medicina china se receta a las mujeres con cólicos.
Se cree que un componente de la canela, el cinamaldehído, le aporta propiedades antibacterianas y antimicóticas. Se ha comprobado que es eficaz para combatir las bacterias E. coli y el estafilococo dorado. Varios estudios demuestran que es beneficiosa para tratar y prevenir enfermedades periodontales, infecciones torácicas y gastroenteritis.
Algunas investigaciones se han enfocado en el papel de la canela para tratar la diabetes tipo 2. Un estudio efectuado en 60 personas con diabetes indicó que tan solo 1 g de canela al día durante 40 días redujo los niveles de glucosa y de grasa en la sangre (triglicéridos), además de disminuir los índices totales de colesterol.
En la cocina, agrega canela a postres, cereales, compotas y licuados de frutas con yogur. Además, se puede beber en infusión. También se consigue en tabletas, cápsulas, aceite esencial y en forma de tintura.
OJO: En general, se tolera bien en los alimentos. Sin embargo, no se han hecho suficientes estudios de su efecto durante el embarazo o la lactancia, por lo que se debe evitar en grandes cantidades en esos estados.
Taraxacum officinale
Con fines curativos, se recogen tanto las hojas como las raíces, pues contienen complejo B y vitaminas A, C y D. Las hojas son especialmente ricas en potasio.
Se usa para eliminar los desechos líquidos y estimular la función del hígado. Las hojas constituyen un diurético muy potente, pero también sustituyen el potasio que se pierde debido a la mayor producción de orina, un efecto secundario muy común de los diuréticos
Además, es un estimulante digestivo amargo que promueve la secreción de bilis. Las raíces se usan como tónico hepático y laxante suave.
Es una excelente alternativa para aliviar la digestión y el metabolismo lentos. Es depurativo para la artritis, la gota y las afecciones de la piel. Las infusiones preparadas con las hojas se usan para tratar la retención de líquidos y el reumatismo. El látex del tallo sirve para eliminar verrugas: se unta el látex en la verruga todos los días durante varias semanas, con mucho cuidado de no tocar la piel circundante.
OJO: Los tallos no son comestibles, y el látex que contienen puede provocar una mancha café en la piel.
Allium sativum
Los beneficios del ajo para la salud se han registrado desde hace miles de años. Las investigaciones modernas lo ratifican como una potente medicina natural.
Contiene antioxidantes que podrían ayudar a prevenir tanto las enfermedades cardiovasculares como el cáncer. Igualmente, el compuesto activo, alicina, minimiza la oxidación celular y la inflamación que caracteriza estos padecimientos. Los beneficios cardiacos del ajo podrían incluir la reducción del colesterol y la disminución de la hipertensión. Se ha demostrado que tiene propiedades antibacterianas y antiparasitarias, fortalece el sistema inmunitario, actúa como estimulante y expectorante y ayuda al cuerpo a combatir diversas infecciones por hongos.
Se puede usar libremente en la cocina y también hay complementos del mismo. El ajo machacado, aplicado en forma de emplasto, es un viejo tratamiento para la infección de un absceso o verruga. Las preparaciones comerciales de aceite o de gel de ajo también se pueden aplicar tópicamente. Al cocinar con ajo fresco, déjalo reposar entre 5 y 10 minutos después de rebanarlo, picarlo o molerlo, para que se forme la alicina, que aumenta sus propiedades medicinales.
OJO: Verifica con tu médico antes de usar complementos de ajo si estás tomando medicamentos anticoagulantes o remedios antihipertensivos.
Zingiber officinale
Se ha usado durante muchos siglos como condimento y como remedio.
Contiene una sustancia antioxidante llamada gingerol, que alivia la náusea sin efectos colaterales como boca seca o somnolencia. Igualmente, se ha comprobado que alivia los síntomas de la indigestión, como la flatulencia y la distensión abdominal. Se cree que el gingerol inhibe la producción de elementos inflamatorios conocidos como prostaglandinas y leucotrienos, por lo que el jengibre podría aliviar algunos de los síntomas de la artritis reumatoide, la osteoartritis, los malestares musculares y los cólicos menstruales.
A menudo se receta jengibre como tónico para combatir los escalofríos y mejorar la circulación, pues tiene propiedades anticoagulantes leves. Igualmente, tiene efectos antimicrobianos y diaforéticos (induce la sudoración), por lo que es estupendo en casos de tos, resfriados, laringitis y dolores de garganta.
Se toma fresco, seco, encurtido, en jalea, cristalizado, y como jarabe, infusión y complemento.
OJO: Consulta al médico si consumes grandes dosis de jengibre mientras tomas anticoagulantes.
Lavandula angustifolia
La lavanda, una hierba originaria del Mediterráneo, tiene una larga historia de usos terapéuticos.
Tiene propiedades analgésicas, antisépticas, antibacterianas, digestivas, sedantes, carminativas (reduce los gases) y antiespasmódicas. Se cree que sus beneficios terapéuticos se deben a dos componentes, el linalol y el aldehído linoleico, que contrarrestan el dolor y la inflamación mientras protegen contra la infección. Puede aliviar varias dolencias menores, incluidas las alteraciones gastrointestinales, náusea, exceso de gases, músculos adoloridos, dolores de muela, de oído, de cabeza y migrañas relacionadas con el estrés.
La capacidad de la lavanda para cicatrizar la piel la convierte en un remedio para los problemas cutáneos, como cortadas y raspones, quemaduras leves, comezón, salpullido, herpes y úlceras.
Es muy útil para hacer gárgaras y como inhalante, pues ayuda a aliviar los síntomas de la bronquitis, la tos, los resfriados y la gripe. También sirve para mitigar el asma inducida por el estrés.
Vierte agua hirviendo sobre hojas frescas o secas de lavanda y deja reposar la infusión unos 5 minutos (cuando compres las hojas, asegúrate de que sean de calidad alimentaria). En el caso de aplicaciones tópicas, el aceite esencial de lavanda sin diluir es lo suficientemente suave como para utilizarse en baños de aromaterapia, aceites para masajes, ungüentos, compresas o inhalaciones.
OJO: El aceite esencial es solo para uso externo. Las personas con cálculos biliares u obstrucciones del tracto biliar deben evitarla, pues podría estimular la secreción de bilis.
Melaleuca alternifolia
Desde hace siglos, los aborígenes de Australia han molido las hojas del árbol del té para colocarlas en heridas o como remedio contra tos, resfriados, dolores de garganta y diversas dolencias de la piel.
Se ha comprobado que el aceite esencial de árbol del té posee propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias. Tiene la capacidad de combatir eficazmente una gran variedad de bacterias, virus e infecciones por hongos, pues destruye los organismos que provocan acné, mal aliento y pie de atleta, entre otros. Por ser un estupendo insecticida también mata los piojos y evita brotes sucesivos.
El aceite de árbol del té se puede aplicar directamente a las picaduras de insectos y a las infecciones por hongos en las uñas. También es posible diluirlo y utilizarlo externamente en salpullidos y quemaduras de sol. Para hacer un enjuague bucal, agrega 20 gotas de aceite esencial de árbol del té a 250 ml de agua. Como inhalante para tratar síntomas de gripe, añade 2 a 3 gotas de aceite a un tazón de agua hirviendo.
OJO: El aceite esencial no es para uso interno. El uso tópico podría provocar reacciones alérgicas en ciertas personas. No se han hecho suficientes pruebas del efecto de esta sustancia durante el embarazo o la lactancia, por lo que es mejor evitarlo o usarlo únicamente bajo vigilancia médica en esas circunstancias.
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