Depresión invernal
Los síntomas de la depresión invernal pueden incluir cambios de humor, fatiga, problemas para dormir, cambios en el apetito y pérdida de interés en las actividades que solía disfrutar.
Los días más cortos de otoño e invierno tienden a ocasionar que algunas personas presenten un estado de ánimo depresivo, a menudo acompañado de agotamiento, antojo de carbohidratos, aumento de peso, mayor necesidad de dormir y falta de libido. La depresión invernal es un trastorno común que afecta a millones de personas en todo el mundo.
La glándula pineal reacciona al aumento de oscuridad liberando una mayor cantidad de melatonina, por lo que, en las personas afectadas, tanto el ritmo habitual del sueño y vigilia como el equilibrio energético se ven alterados. A menudo, el problema se resuelve por sí solo con la llegada de la primavera.
¿Cuando ir a consulta?
Se necesita apoyo médico para tratar cualquier forma de depresión. Consulta a tu doctora si experimentas una profunda tristeza con sentimientos de impotencia y desesperanza, así como trastornos del sueño o alimentación. Si estás pensando en hacerte daño, contacta de inmediato al servicio telefónico de atención psicológica.
Remedios recomendados
Nutrición
Los antojos de dulces son un efecto secundario común de la depresión invernal, debido a que el cuerpo trata de obtener más energía. Sin embargo, el azúcar y el almidón solo proporcio- nan energía durante un corto periodo, ya que el nivel de glucosa vuelve a bajar rápidamente y las ansias regresan. Por lo tanto, opta por alimentos que mantengan el nivel de glucosa constante. Evita el alcohol y la cafeína, ya que pueden aumentar los cambios de humor.
Estilo de vida
¡Sal al aire libre! Sobre todo en los meses de invierno sufrimos de una falta de oxígeno y luz natural, ya que pasamos la mayor parte del tiempo en interiores. Dar paseos o hacer ejercicio ligero al aire libre estimula el metabolismo y las hormonas.
Vitamina D
La luz solar favorece la formación de vitamina D, la cual mejora el estado de ánimo, reduciendo, así, el riesgo de sufrir depresión invernal. Por lo tanto, de ser posible, toma siempre el sol en las primeras horas del día.
Terapia de luz
El cerebro necesita 5 000 lux de luz natural para funcionar con normalidad, pero la intensidad media de la luz en las oficinas es de tan solo 400 lux. Por eso, procura exponerte a todo el espectro de luz lo más frecuentemente posible, de ser necesario utilizando terapia de luz. Para hacerlo, necesitas una lámpara especial de luz diurna que simule los niveles de luz exterior en las primeras horas de la mañana sin que emita los peligrosos rayos ultravioleta (UV).
Estrategias para conciliar el sueño
Procura acostarte y levantarte a la misma hora todos los días. Dar paseos diarios al amanecer y al atardecer ayuda a la zona del cerebro donde se encuentra tu reloj interno a acostumbrarse a las condiciones de luz.
Acupuntura
Esta puede ayudar a regular la liberación de melatonina y mejorar los patrones de sueño.
Si crees que puedes tener depresión invernal, es importante que hable con su médico. El tratamiento temprano puede ayudar a prevenir que la depresión se vuelva grave.