Lo sabías

Formas de ayudarte a tener una mejor vida sexual

Los cambios físicos que atraviesa tu cuerpo a medida que envejece a menudo significan que la intensidad del sexo juvenil puede dar paso a respuestas más moderadas durante la mediana edad y la vejez.

Pero esos no son los únicos cambios que se experimentan con la edad. También desarrollas una mayor confianza, mejores habilidades de comunicación y menores inhibiciones. Esta madurez emocional recién adquirida puede ayudar a crear una experiencia sexual más rica, más matizada y, en última instancia, más satisfactoria.

Puedes aprovechar todo el potencial del sexo en la vejez si comprendes los elementos físicos y emocionales cruciales que subyacen al sexo satisfactorio.


Si bien hay medicamentos y terapeutas sexuales profesionales disponibles si los necesitas, es posible que puedas resolver problemas sexuales menores haciendo algunos ajustes en tu estilo de hacer el amor. Aquí hay algunas cosas que puedes probar en casa.

  • Edúcate tu mismo. Hay muchos buenos materiales de autoayuda disponibles para cada tipo de problema sexual. Navega por Internet o por tu librería local, elige algunos recursos que se apliquen a ti y utilízalos para ayudarte a ti y a tu pareja a estar mejor informados sobre el problema. Si hablar directamente les resulta demasiado difícil, tú y tu pareja pueden subrayar los pasajes que les gusten especialmente y mostrárselos mutuamente.
  • Date tiempo. A medida que envejeces, tus respuestas sexuales se ralentizan. Tú y tu pareja pueden mejorar sus posibilidades de éxito si encuentran un entorno tranquilo, cómodo y sin interrupciones para tener relaciones sexuales. Además, comprender que los cambios físicos en tu cuerpo significan que necesitarás más tiempo para excitarse y alcanzar el orgasmo.
  • Utiliza lubricación. A menudo, la sequedad vaginal que comienza en la perimenopausia se puede corregir fácilmente con líquidos y geles lubricantes. Úsalos libremente para evitar relaciones sexuales dolorosas, un problema que puede convertirse en una disminución de la libido y crecientes tensiones en las relaciones. Cuando los lubricantes ya no funcionen, analice otras opciones con el médico.
  • Mantener el afecto físico. Incluso si estás cansado, tenso o molesto por el problema, besar y abrazar es esencial para mantener un vínculo emocional y físico.
  • Practica tocar. Las técnicas de concentración sensorial que utilizan los terapeutas sexuales pueden ayudarte a restablecer la intimidad física sin sentirte presionado. Muchos libros de autoayuda y videos educativos ofrecen variaciones de estos ejercicios. También puedes pedirle a tu pareja que te toque de la forma en que a él o ella le gustaría que lo toquen. Esto te dará una mejor idea de cuánta presión, desde suave a firme, debes utilizar.
  • Prueba diferentes posiciones. Desarrollar un repertorio de diferentes posiciones sexuales no sólo añade interés a hacer el amor sino que también puede ayudar a superar los problemas. Por ejemplo, la mayor estimulación del punto G que se produce cuando un hombre penetra a su pareja por detrás puede ayudar a la mujer a alcanzar el orgasmo.
  • Escribe tus fantasías. Este ejercicio puede ayudarle a explorar posibles actividades que cree que podrían excitarle a usted o a su pareja. Intenta pensar en una experiencia o una película que te haya excitado y luego comparte tu recuerdo con tu pareja. Esto es especialmente útil para personas con poco deseo.
  • Haz ejercicios de Kegel. Tanto hombres como mujeres pueden mejorar su condición sexual ejercitando los músculos del suelo pélvico. Para hacer estos ejercicios, contraiga el músculo que usaría si intentara detener la orina a mitad del chorro. Mantenga la contracción durante dos o tres segundos y luego suelte. Repita 10 veces. Intenta hacer cinco series al día. Estos ejercicios se pueden realizar en cualquier lugar: mientras conduce, sentado en su escritorio o haciendo fila para pagar. En casa, las mujeres pueden usar pesas vaginales para agregar resistencia muscular. Hable con su médico o terapeuta sexual sobre dónde conseguirlos y cómo utilizarlos.
  • Intenta relajarte. Hagan algo relajante juntos antes de tener relaciones sexuales, como jugar o salir a cenar. O prueba técnicas de relajación como ejercicios de respiración profunda o yoga.
  • Usa un vibrador. Este dispositivo puede ayudar a la mujer a conocer su propia respuesta sexual y permitirle mostrarle a su pareja lo que le gusta.
  • No te rindas. Si ninguno de tus esfuerzos parece funcionar, no pierdas la esperanza. El médico a menudo puede determinar la causa de tu problema sexual y puede identificar tratamientos efectivos. Él o ella puede sugerirte que consideres la posibilidad de acudir a un terapeuta sexual que pueda ayudarte a explorar los problemas que pueden interponerse en el camino de una vida sexual plena.

Si está buscando más formas de mejorar tu vida sexual y abrazar tu sexualidad, quizás te interese leer: Reanima tu vida sexual

Lilo Flores

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