Descubre qué factores ayudan a mantener la atención y cuáles la distraen. Aprende cómo mejorar tu concentración y enfocarte en lo que realmente importa. En la escuela, aun cuando creías que prestabas atención a algunas clases, tu capacidad de retención era casi nula. Tratabas de recordar las leyes de física, por ejemplo, pero todo era en vano. ¿Por qué?
A sus 88 años, el explorador francés Paul-Émile Victor reveló el secreto de su tremenda vitalidad: “Nunca me acuesto sin haber planeado mis pequeñas fuentes de entusiasmo del día siguiente”. Al mantener vivo su interés, halló uno de los componentes clave para mantener un alto nivel de atención. La combinación de los siguientes factores es lo que te permitirá alcanzar un elevado grado de atención.
Te puede interesar leer: Cómo funciona la atención
Esto es lo que te atrapa desde el principio, pues lo que no te interesa o no te despierta emoción alguna no captura tu atención.
Quienes padecen ansiedad o estrés viven una avalancha de pensamientos y preocupaciones distractores. En cambio, ser de mente abierta y tener una actitud optimista son rasgos de personalidad que se vuelven grandes aliados.
Incrementa el nivel de atención que prestas a cualquier estímulo.
Motivación
La esperanza de lograr una meta, de tener éxi- to o desarrollar tu potencial automáticamente te lleva a prestar más atención.
Un estado de alerta tranquila favorece la atención sostenida por periodos largos, y ayuda a enfrentar las nuevas necesidades de enfocar la atención sin sentir fatiga.
Cuanta más curiosidad sientas hacia el entor- no y la vida en general, mayor será el número de estímulos que capten tu atención.
Ayuda a focalizar la atención en objetivos específicos sin permitir que interfieran posibles distractores. Recuerda que la concentración tiene límites, que su intensidad y duración es diferente en cada persona y que varía en cada uno de los momentos de la vida.
Tanto las positivas como las negativas captan tu atención de forma automática y la intensifican; por ejemplo, el miedo a perder el más mí- nimo detalle de información te obliga a prestar atención durante el mayor tiempo posible.
Cuando el entorno es favorable —sin distrac- tores auditivos o visuales— tu atención crece y puede enfocarse sin riesgo de distraerse.
Como viste, la ausencia de uno solo de estos factores podría afectar tu atención. De hecho, aun si no faltara ninguno, es posible que no siempre recuerdes algo, y deberás hacer un esfuerzo consciente para recordar.
Las circunstancias no siempre ayudan a mantener un alto grado de atención. Piensa en las dificultades que podrían presentarse a lo largo del día: fatiga, estrés, efectos secundarios de algunos medicamentos, un estilo de vida nada recomendable, algún padecimiento, etc.
Si bien se trata de obstáculos primarios que te impiden prestar atención, cuando no eres capaz de manejar estos problemas meno- res aparecerán otros aun más perjudiciales, como ciertas formas de comportamiento o reacciones al entorno. Y estos tienden a durar mucho tiempo.
Las bebidas energéticas prometen energía, pero ¿a qué precio? Te contamos todo lo que debes…
Sus semillas, de color amarillo y con un sabor ligeramente amargo, han sido utilizadas durante…
Al aprender a reconocer los signos del perfeccionismo y a desarrollar estrategias para superarlo, puedes…
Elegir la soltería no significa renunciar a la felicidad, sino explorarse y disfrutar de una…
El masaje linfático es ideal para eliminar toxinas, mejorar la circulación y apoyar la recuperación…
Incluir alimentos como frutos del bosque, huevo y pescado azul en tu dieta puede mejorar…