Los antibióticos de la naturaleza
No son tan potentes como los antibióticos recetados, pero pueden ser útiles para tratar algunas infecciones leves o para prevenir su aparición.
Siglos antes de que el científico escocés Alexander Fleming descubriera la penicilina en 1928, las poblaciones de todo el mundo utilizaban remedios naturales para combatir las infecciones. Hoy día los investigadores están redescubriendo los poderes curativos de estos remedios, aun cuando tenemos una gama de antibióticos modernos a la mano.
El desarrollo de los antibióticos en el siglo XX transformó el tratamiento de las enfermedades infecciosas, como la tuberculosis, la sífilis y la meningitis. Pero los científicos que los descubrieron no predijeron que las cepas de algunas bacterias se harían resistentes a estos medicamentos, y que se necesitarían nuevos antibióticos para combatirlas.
El impacto de los antibióticos en el sistema digestivo y otros efectos secundarios también preocupan a los expertos. En la búsqueda de nuevos medicamentos, los científicos están volteando a ver los remedios tradicionales, y sus hallazgos sugieren que estos pueden tener cualidades para combatir las infecciones.
Regresemos a la naturaleza
Te presentamos una selección de remedios de todo el mundo; los estudios científicos han demostrado que son capaces de matar bacterias indeseadas o evitar que se multipliquen. No obstante, si tienes un problema de salud, es probable que también necesites medicamentos alópatas. Consulta siempre a tu médica.
- Ajo (Allium sativum): Es rico en alicina, un compuesto antibacteria- no, y se ha utilizado desde la antigüedad para tratar enfermedades potencialmente mortales y para evitar la sepsis en las heridas. Puedes tomarlo crudo o en cápsulas, o guisar con él.
- Albahaca (Ocimum bacilicum): Esta hierba (llegada a Occidente de la India hace más de 2 000 años) tiene propiedades antibacterianas. Úsala para cocinar o aplícala en ungüento sobre las heridas.
- Arándano azul (Vaccinium myrtillus): Contiene compuestos que contrarrestan las infecciones por E. coli. Sus taninos inhiben el crecimiento de bacterias y evitan que estas se adhieran a las células que recubren el tracto urinario. Encontrarás la mayor concentración de taninos en el jugo de arándano azul.
- Árbol del té (Melaleuca alternifolia): El aceite de esta planta australiana se aplica externamente. Ya que tiene poderosas propiedades antimicrobianas, es un gran remedio para infecciones en la piel y en las heridas.
- Cereza (Prunus cerasus): El jugo de las cerezas negras bloquea la activi- dad bacteriana que lleva a la formación de la placa dental, lo que ayudará a prevenir infec- ciones en las encías.
- Equinácea (Echinacea purpurea): Este remedio utilizado por los nativos americanos estimula el proceso en el que los glóbulos blancos destruyen a las bacterias. Suele tomarse como tintura.
- Espárrago (Asparagus officinalis): El extracto de espárrago aumenta el núme- ro y la actividad de los glóbulos blancos, los cuales te protegen de toda una variedad de bacterias, entre ellas la Escherichia coli y el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).
- Eucalipto (Eucalyptus globulus): Las hojas de este árbol australiano común son ricas en eucaliptol. Este poderoso ingrediente antibacteriano se inhala para tratar infecciones respiratorias o se aplica de forma externa para evitar que las heridas se infecten.
- Gayuba (Arctostaphylos uva ursi): Esta planta crece en Europa, Asia y Norteamérica, y contiene un compuesto que combate infecciones urinarias e intestinales. Puedes encontrarla como cápsulas y tintura.
Más antibióticos naturales
- Granada (Punica granatum): La cáscara de esta fruta, mezclada con vitamina C y sales de hierro, crea un ungüento que mata los microbios del Staphylococcus aureus. Su jugo —como bien sabían los antiguos chinos— contribuye a prevenir infeccio- nes en la boca y las encías.
- Miel: Tiene propiedades antibacterianas que ayudan a evitar que las heridas se infecten. La va- riedad más potente es la miel de manuka, tra- dicionalmente usada por los maoríes de Nueva Zelanda. Puede combatir al Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM).
- Orégano (Origanum vulgare): Esta hierba fácil de cultivar es rica en aceites esenciales que poseen propiedades antibac- terianas. Existen pomadas de venta libre que contienen aceite de orégano y que sirven para tratar heridas infectadas.
- Pimienta gorda (Pimenta dioica): Con esta especia puedes evitar que las bacte- rias se multipliquen en tus alimentos. Queda muy bien en platillos caribeños y asiáticos.
- Sello de oro (Hydrastis canadensis):Los nativos americanos lo han utilizado desde hace mucho tiempo para tratar infecciones, ya que esta planta contiene el alcaloide berbe- rina, el cual ataca a las bacterias y refuerza el sistema inmunitario.
- Té verde (Camellia sinensis): Contiene polifenoles, agentes antimicrobianos clave que interfieren en el metabolismo de las bacterias, lo cual evita que se multipliquen.
- Yo g u r: Las bacterias “buenas” del yogur de cultivos vivos estimulan la producción de glóbulos blancos, los cuales se encargan de atacar a los microorganismos invasores.