Necesidades nutricionales durante el embarazo
Durante el embarazo la nutrición es más importante que nunca. Necesitas muchos nutrientes importantes que ayudarán a tu bebé.
Si estás embarazada (o quieres estarlo)
Comer correctamente durante el embarazo es una opción natural, ya que esto te protege a ti y a tu bebé en desarrollo. No obstante, es posible que ni siquiera los mejores alimentos te brinden todos los nutrientes que necesitas. Antes de embarazarte es conveniente cubrir cualquier deficiencia de ácido fólico y hierro que tengas.
Si al embarazarte tienes un nivel bajo de folato, es más probable que tu bebé nazca prematuro y con bajo peso. El ácido fólico ayuda a prevenir defectos congénitos como labio leporino y cardiopatía congénita, que pueden desarrollarse incluso antes de que sepas que estás esperando un bebé.
Antes del embarazo y durante el primer mes, el ácido fólico ayuda a prevenir los defectos del tubo neural, que pueden resultar en malformaciones devastadoras de la columna vertebral, el cráneo y el cerebro.
Las mujeres que están en posibilidad de embarazarse deberían tomar diariamente 400 microgramos de ácido fólico a través de alimentos enriquecidos y complementos, y las mujeres embarazadas deben aumentar su ingesta a 600 mcg.
El hierro es casi tan esencial para un embarazo sano como el ácido fólico, ya que podrías necesitar hierro adicional para la sangre extra de tu organismo, y para apoyar el crecimiento del bebé. La cantidad recomendada es de 27 mg al día.
Como muchas mujeres no reciben suficiente hierro de los alimentos, varias organizaciones importantes de salud aconsejan tomar complementos de hierro durante el embarazo. Tu obstetra puede ayudarte a ajustar la cantidad ideal para ti.
La solución más fácil para satisfacer todas las necesidades nutricionales especiales del embarazo es un complemento prenatal. Estos suelen contener ácido fólico, hierro y todas las demás vitaminas y minerales que tu bebé y tú necesitan.
Cuídate de tomar cualquier otro complemento cuando estés esperando un bebé. Los investigadores no han determinado los riesgos de la mayoría de los complementos herbales o botánicos al usarlos durante el embarazo, de modo que es prudente evitarlos.
Si estás dando pecho
Al amamantar podrías necesitar un multivitamínico o mineral para complementar incluso una dieta sana. Comenta las opciones con tu obstetra o dietista.
Si eres vegetariana estricta, el bebé al que das pecho podría no estar obteniendo suficiente vitamina B12, y es posible que esta deficiencia cause daño neurológico. Si eres vegana y amamantas a tu bebé, pregúntale al médico si debes tomar un complemento.
Para el bebé, la leche materna está repleta de nutrientes y estimulantes inmunitarios, pero es un mito que contenga todo lo que necesita un recién nacido.
La leche humana normalmente tiene 24 UI de vitamina D o menos por litro, lo que no es suficiente para un bebé. Los niños que no reciben suficiente vitamina D pueden presentar raquitismo, un reblandecimiento o debilitamiento de los huesos.
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los bebés exclusiva y parcialmente alimentados con pecho reciban 400 UI adicionales de vitamina D al día a través de complementos.
Si tu bebé sigue tomando únicamente leche materna a los cuatro meses de edad, pregúntale al pediatra si es necesario agregar un complemento de zinc.
La leche materna brinda suficiente zinc (2 mg al día) a los recién nacidos, pero entre los cuatro y los seis meses de vida la necesidad de este mineral aumenta a 3 mg al día.
A los bebés de menos de un año no debe dárseles leche evaporada ni leche hervida de vaca, pues el calor destruye la pequeña cantidad de vitamina C de la leche de vaca y podría causar una deficiencia.
La leche de pecho y las fórmulas lácteas contienen suficiente vitamina C para los bebés.