Protégete del calor en exceso
La población de las ciudades está expuesta a trastornos relacionados con el calor. Susa calles y los edificios lo contienen y lo reflejan.
Si bien las altas temperaturas extremas no son tan peligrosas como el frío extremo, tienes que protegerte.
Se ha comprobado que los veranos muy calurosos provocan un pequeño incremento en los índices de mortalidad, principalmente por enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Aunque miles de personas mueren en invierno por motivos relacionados con el frío, también cientos de personas sucumben en las peores olas de calor (sobre todo adultos mayores).
Las personas mayores son más vulnerables al golpe de calor, pero los jóvenes también pueden sucumbir, y a las mujeres les afecta más que a los hombres.
En un estudio efectuado en Londres, por cada 1 °C de aumento en temperaturas superiores a 20 °C, la mortalidad incrementó en un promedio de 3% en hombres y 7% en mujeres de entre 75 y 84 años.
La gente que vive en las ciudades está más expuesta a trastornos relacionados con el calor, pues las calles y los edificios lo contienen y lo reflejan, generando “islas de calor”, sitios en los cuales las temperaturas suben varios grados respecto a los alrededores.
Si tú vives en la ciudad, probablemente no tiene sentido cambiarte al campo, pero estés donde estés, es recomendable tomar precauciones.
Debido a que se cree que un tercio de las muertes provocadas por olas de calor extremo son causadas por la contaminación del aire, también vale la pena tomar medidas para exponerse lo menos posible a las emanaciones del tráfico y otros gases tóxicos.
Lo que puedes hacer
Si hace calor, quédate dentro cuando las temperaturas estén más altas y cierra las cortinas de las ventanas que reciben todo el sol.
Al aire libre, usa un sombrero de ala ancha y prendas claras y flojas; mantente a la sombra lo más que puedas. Usa ventiladores eléctricos si los hay.
Si estás afuera en un calor extremo, intenta ir a sitios con aire acondicionado aunque no sea sino para dar una vuelta por el centro comercial más cercano.
Asegúrate de beber suficientes líquidos para evitar la deshidratación. Por el color de la orina puedes darte cuentas si estás hidratándote bien: como mucho debe ser de un color pajizo claro; si está más oscura, debes beber más.