Lo sabías

¿Qué es la sinusitis?

Tienes la nariz congestionada y te duele; de hecho, sientes una incomodísima presión en toda la cara: tienes sinusitis, una afección que causa dolor de cabeza, secreción nasal y dolor en los pómulos. Si las alergias, un resfriado o la gripe te dejan con los senos paranasales tapados, estos remedios vienen al rescate y te proporcionan un alivio casi instantáneo.

Para empezar

Antes de recurrir a los remedios caseros, ocúpate de lo básico para ayudar a superar esta condición:

Debido a que el organismo se enfrenta a una infección, necesitarás reposo. Por eso, aunque el resto del cuerpo se sienta bien, toma las cosas con calma. Eso ayudará a combatir la infección y acelerará la recuperación.
Bebe abundantes líquidos claros: agua y, en especial, té de hierbas y caldos calientes. Evita la cafeína y el alcohol porque pueden causar deshidratación; además, el alcohol suele empeorar la hincha- zón de los senos paranasales y la nariz.
Los tratamientos de vapor y lavados que aquí se explican ayudan a calmar el dolor y facilitan el drenaje. Si nunca te has practicado un lavado nasal, este es el momento ideal para aprender; realmente notarás la diferencia.
Ten a la mano una caja de pañuelos desechables y úsalos. Es conveniente eliminar todas las secreciones que se están generando en el interior de los senos paranasales.
Por la noche, usa dos almohadas adicionales; esto ayudará a que la congestión drene y se calmará el dolor.

Remedios caseros

Disfruta galletitas con rábano picante

Esta raíz de sabor especiado es apreciada por su capacidad de despejar los senos paranasales congestionados. Combina 1 cucharada de rábano picante en polvo, 1 cucharada de aceite de oliva y 1 cucharada de jugo de limón. Unta galletas saladas con esa mezcla y cómetelas, hasta que sientas que los senos comienzan a drenar. También puedes mezclar el rábano picante con arroz cocido o puré de papa; o disfrutarlo directamente en dosis menores, si puedes tolerar la intensidad del sabor.

Prepara una compresa caliente de jengibre

El jengibre reduce la inflamación y alivia el dolor; esa doble acción, combinada con el calor de la toalla húmeda, hace maravillas. Corta en rodajas un trozo de raíz de jengibre de unos 7.5 cm. Hierve dos tazas de agua en una ollita y añade el jengibre. Tapa y cocina a fuego bajo durante 20 minutos. Empapa un paño en el té de jengibre; asegúrate de que no esté tan caliente como para quemar la piel. Aplícalo sobre el rostro durante unos 15 minutos. Para obtener los mejores resultados, recuéstate en un sofá con la cabeza elevada, a fin de ayudar al drenaje de los senos paranasales.

Vaporízate con hierbas antisépticas

Coloca en un recipiente 3 cucharadas de tomillo seco y 3 cucharadas de menta seca (o 3 bolsitas de té de menta) y añade agua hirviendo. Inclínate sobre el recipiente y cúbrete la cabe- za con una toalla gruesa. Inhala durante más o menos 10 minutos, manteniendo la cara a 20 o 25 cm por encima del agua. Repite esto2 o 3 veces al día, dependiendo de tus necesidades. El tomillo es antibacteriano, y el men- tol que contiene la menta es un descongestionante natural que facilita la respiración.

Ataca con eucalipto

Está demostrado que el aceite esencial de eucalipto mata varias cepas de bacterias que causan infecciones respiratorias, como la sinusitis. Mezcla 5 gotas de aceite esencial de eucalipto puro en 1 litro de agua hirviendo. Inclínate, cúbrete la cabeza y el recipiente con una toalla gruesa e inhala de 10 a 15 minutos. Repite 3 o 4 veces al día mientras estés com- batiendo la infección.