Hay varias terapias cuyo objetivo es restaurar el flujo energético a un estado de armonía. Se pueden usar como tratamientos preventivos o para tratar padecimientos dolorosos. La acupuntura, el reiki, el shiatsu y la reflexología tienen sus raíces en la antigua medicina de Asia.
Esta disciplina cree que el dolor y la enfermedad provienen de un exceso o una deficiencia de energía en la parte afectada. Según ella, la energía del cuerpo fluye a través de una red de canales o “meridianos” que se localizan bajo la piel. A fin de corregir los desequilibrios en el flujo, la acupuntura se concentra en puntos especiales de los meridianos para aliviar el dolor y las enfermedades.
Los acupunturistas insertan en la piel agujas finas de acero o de una aleación de plata en puntos específicos del cuerpo. Este procedimiento no causa dolor; la única sensación es un ligero hormigueo a medida que la aguja llega al punto previsto. Las agujas se pueden colocar de distintas formas, ya sea vertical o casi horizontalmente, y se rotan o manipulan para una mayor estimulación.
El alivio del dolor mediante el uso de la acupuntura puede ser instantáneo; sin embargo, hay pacientes que reportan mejoría después de varias sesiones. La acupuntura ha probado ser eficaz para contrarrestar el dolor provocado por:
Esta terapia tiene el mismo objetivo que la acupuntura: restaurar el flujo de energía a lo largo de los meridianos y liberar bloqueos, pero en vez de usar agujas se aplica presión con los dedos en ciertos puntos o con algún objeto de punta redondeada. El tratamiento consiste en mantener un nivel firme de presión durante un minuto o más en los puntos de acupuntura seleccionados, o bien estimular los puntos mediante un movimiento de fuerza circular.
Muchas personas han reportado que la acupresión es eficaz para aliviar varias afecciones, incluida la artritis, el dolor de espalda y problemas digestivos y circulatorios. Además, ha probado ser útil para el tratamiento de padecimientos como:
Tiene el objetivo de volver a equilibrar la energía en el cuerpo, a fin de estimular los sistemas naturales de sanación del mismo. Se basa en el concepto de que el organismo irradia una energía vital. Los practicantes de reiki primero “entran en sintonía” con esta energía vital, y luego aprenden a colocar las manos en ciertas posiciones para tratarse a sí mismos y a otras personas.
Durante una sesión de reiki, el terapeuta te pedirá que te acuestes en una mesa de masajes. Después colocará sus manos sobre tu cuerpo, en los puntos que aparentemente emiten una energía débil. Sus manos deben estar con las palmas hacia abajo y los dedos extendidos y juntos. El tratamiento es suave, pero los practicantes aseguran que estimula la capacidad autocurativa del organismo.
Las personas que han recibido una terapia de reiki dicen haber experimenta- do un calor relajante y una sensación agradable de cosquilleo. Se cree que esta terapia es eficaz para aliviar el dolor relacionado con:
Esta terapia la desarrolló el doctor George Goodheart, un quiropráctico estadounidense. Su principio es que la debilidad de ciertos músculos, con los consecuentes cambios de postura, provocan dolor debido a un desequilibrio en los canales de energía corporales. Ciertos músculos “indicativos” están relacionados con estos canales y brindan información sobre todo el cuerpo.
El terapeuta verifica la postura del paciente para detectar desequilibrios musculares; luego hace pruebas de presión en varios músculos (la forma en que estos responden revela el funcionamiento del organismo). Si identifica una zona problemática, da un masaje suave con las yemas de los dedos en puntos específicos, a fin de revitalizar la zona.
Después de una sesión de quinesiología, mucha gente ha dicho sentir mayor vitalidad y energía. El tratamiento se usa para prevenir o reducir:
Esta popular terapia cree que estimular ciertos puntos en la superficie corporal influye en el funcionamiento de los órganos internos. El terapeuta usa las yemas de los dedos, las manos, los codos, las rodillas e incluso los pies para aplicar una presión firme en distintos puntos, con el fin de estimular el flujo de energía y eliminar los bloqueos.
El shiatsu usa golpes ligeros en los sitios donde la energía está congestionada, y aplica una presión continua para estimular la piel. En el caso de una articulación adolorida, el terapeuta no solo se concentra en ella, sino en los puntos situados a lo largo de los canales de energía que pasan por el área afectada.
Cómo ayuda Los pacientes de shiatsu han reportado sentir una mayor vitalidad y alivio de la depresión y el insomnio. Es especialmente eficaz para tratar:
Al parecer se originó en China hace más de 5,000 años, pero en los años 30 la retomó y desarrolló Eunice Ingham, una terapeuta de Nueva York. Ella descubrió que ciertos puntos, principalmente en las plantas de los pies, tenían una correspondencia con órganos y zonas del cuerpo. Un dolor en cierta parte, como la cabeza, podía aliviarse aplicando presión en el punto correspondiente del pie.
El reflexólogo usa el pulgar y otros dedos para estimular puntos reflejos en los pies y las manos. Si el paciente tiene un problema grave de salud, la presión puede resultar muy dolorosa.
Los pacientes comentan que la reflexología les brinda un gran estímulo energético, pero también relaja el cuerpo y le devuelve el equilibrio. Esta técnica es más indicada para padecimientos generales que para afecciones concretas, y se dice que ayuda con el tratamiento de:
La neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés), una versión moderna de la electroterapia —que se remonta a la época de los romanos—, abarca aspectos tanto físicos como energéticos. Se desarrolló a raíz de los beneficios observados con la electroacupuntura; sin embargo, esta terapia se basa en el principio de estimular los nervios.
El terapeuta coloca un electrodo en partes de nervios periféricos o puntos de acupuntura. Dicho electrodo está conectado a un estimulador portátil transistorizado que envía una corriente de alta frecuencia y baja intensidad para producir un zumbido o cosquilleo agradable que puede durar 30 minutos o más.
Cómo ayuda El estímulo breve, aunque intenso, de la corriente eléctrica viaja por las rápidas fibras nerviosas “A”, lo cual bloquea o interrumpe los mensajes de dolor que viajan por las fibras “C”, más lentas. La interrupción puede durar más que la estimulación en sí, y el alivio prolongarse por horas. La TENS se usa como una alternativa a los analgésicos a largo plazo para tratar padecimientos como:
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