Lo sabías

Verdades y mentiras sobre el sueño

Dejarte llevar suavemente, dormir ocho horas, tener sueños agradables y brincar de la cama a la mañana siguiente con el cuerpo y los ánimos renovados es lo que la mayoría consideraríamos una buena noche de sueño.

Pero para muchos esto no sucede. Conoce diez de los mitos más comunes sobre el sueño y entérate de su veracidad.

¿Se debe dormir de manera continua toda la noche?

Una de las concepciones erróneas acerca de dormir es la idea de que debes hacerlo de corrido. En realidad, nadie duerme sin interrupción. Aun quienes creen dormir de lo mejor se despiertan cerca de 30 veces en la noche.

Cada uno de los periodos en que despertamos dura menos de tres minutos; estos son tan breves que, por lo general, no nos damos cuenta cuando suceden, y eso nos lleva a la creencia común de que dormimos profunda y continuamente.

Es importante saber que estos periodos en que despertamos no afectan la acción reparadora del sueño. Los problemas se presentan cuando en reiteradas ocasiones tenemos conciencia de que nos despertamos, y no logramos volver a conciliar el sueño. Esto provoca ansiedad y puede ser el inicio de un ciclo en escalada, que culmina en un trastorno del sueño.

¿Hay que dormir ocho horas?

Cada quien tiene sus necesidades individuales de sueño. Las dificultades pueden surgir cuando tratas de encajar en un patrón que no te queda bien. Para la mayoría de las personas, los requisitos se dan en un rango de entre seis y nueve horas. Son pocos quienes no entran dentro de este.

Además, hay factores de otro tipo que pueden influir en la cantidad de tiempo que dormimos. Por ejemplo, los enamorados pueden dormir menos y no sentir efectos negativos por algún tiempo. Si una persona hace ejercicio físico extenuante y no está acostumbrada, a la mañana siguiente verá que durmió un poco más.

Cuando las vacaciones nos relajan, podemos dormir cerca de una hora más; pero también se da el caso de que el hecho de estar en un lugar nuevo nos tienta a salir de la cama más temprano de lo habitual.

¿El sueño de mejor calidad sucede antes de la media noche?

En este caso, “media noche” no se refiere a las 12 en punto que marca el reloj. Más bien, debemos prestar atención a lo que nuestro reloj biológico interno considera como media noche. En otras palabras, es mejor dormirse antes del punto del ciclo diario en que el cuerpo está funcionando más lentamente.

Esta “media noche nocturna” no sucede a las 12 de la noche, sino entre las 3 y las 4 de la madrugada. Por tanto, la persona promedio debe tratar de llevar dormida de cuatro a cinco horas antes de este punto. Esto asegurará que la mayor parte de las fases de sueño profundo ocurran antes de este punto “bajo”.

Esto es importante para lograr una buena calidad de sueño, porque los procesos de recuperación son más eficaces durante las fases de sueño profundo. Por ende, tus horas de sueño después de la media noche pueden ser tan buenas como las que duermas antes de la media noche. Procura dormir suficientes horas antes de tu punto bajo, con el fin de cubrir tus necesidades.

¿Los mayores necesitan dormir mucho menos?

Por años, incluso los especialistas en sueño creían que las personas de más edad dormían menos que las jóvenes. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los hábitos de sueño se modifican poco con el paso del tiempo. Sin duda, hay mucha gente mayor retirada de la vida laboral que duerme menos en la noche, pues ya no realiza actividades físicas o mentales agotadoras durante el día.

Por lo general lo que sucede es que las personas de edad avanzada pueden irse a dormir más temprano, pero la cantidad de tiempo que descansan solo disminuye una hora, más o menos.Lo que sí es cierto es que de los 30 años en adelante nos despertamos con más frecuencia en la noche.


Las personas mayores de 60 tienen más propensión a despertarse más veces y a tener un sueño menos reparador. Las investigaciones de los laboratorios del sueño revelan que esto se relaciona con cambios en los patrones: la gente mayor pasa más tiempo de la noche en fases de sueño en las que se puede despertar con más facilidad. Esto puede relacionarse con los cambios biológicos que se dan en el cerebro y en la producción de hormonas conforme envejecemos.

¿El sueño es un periodo de descanso completo?

Las fotografías tomadas a intervalos de tiempo a personas dormidas deja muy claro que el sueño no es un periodo ininterrumpido de descanso. Casi todos cambiamos de posición hasta varias decenas de veces durante la noche. Contraemos los brazos y las piernas, y movemos la cabeza de un lado al otro… y estos son solo los signos externos.

La mayor parte de la actividad nocturna del cuerpo es invisible para el observador casual. El organismo en realidad no se desconecta; más bien cambia a una modalidad de funcionamiento diferente. En el momento en que nos dormimos se activan una serie de procesos que forman parte esencial de los efectos reparadores del sueño.

¿El alcohol ayuda a conciliar el sueño?

Es cierto que el alcohol relaja y provoca cierto cansancio, así que puede ayudar a dormir. Sin embargo, en términos generales, el alcohol reduce la calidad del sueño. Si bien promueve el sueño profundo en la primera mitad de la noche, lo perjudica seriamente en la segunda mitad. Incluso una sola bebida antes de ir a dormir puede causar que sueñes y te despiertes con más frecuencia, además de provocarte dolor de cabeza, sudoración nocturna, pesadillas y un descanso mucho menos reparador.

Los científicos no están seguros exactamente de la manera en la que el alcohol crea esta interrupción, pero es probable que se asocie con sus efectos en los neurotransmisores del cerebro que regulan el ciclo de sueño-vigilia. El efecto general ocasiona cansancio y agotamiento al día siguiente.

¿La habitación debe estar fría?

Para asegurar un buen descanso, mantén tu habitación a unos 18 °C. Por ningún motivo debes sentir frío. Escoge los cobertores adecuados o utiliza una botella con agua caliente o una almohadilla térmica con semillas. Si usas un cobertor eléctrico, asegúrate de desconectarlo antes de meterte a la cama.

Dicho lo anterior, procura no cerrar las ventanas por completo. Es importante que la habitación esté bien ventilada, pues el aire viciado y desprovisto de oxígeno tiende a deteriorar el efecto reparador del sueño. Esto se debe a que el oxígeno es vital para el metabolismo, el cual está especialmente activo durante la noche.

¿Hacer ejercicio en la noche ayuda a conciliar el sueño?

Este mito se origina en el hecho de que experimentar cansancio físico te ayuda a dormir. Sin embargo, el ejercicio estimula el organismo e incrementa la temperatura corporal, por lo que no es buena idea hacerlo justo antes de acostarse.

Esto también vale para la actividad mental que requiere de concentración. Debes permitirle al cuerpo descansar por lo menos dos horas antes de irte a dormir, pero lo ideal es dejar pasar cuatro o seis horas entre cualquier actividad física o mental y el momento de acostarte. Sin embargo, si tu única oportunidad de ejercitarte es en la noche, no debes omitirlo por completo. Con ejercicios de relajación bien orientados puedes reducir a la mitad el tiempo que tu cuerpo necesita para desconectarse.

¿La luna llena impide dormir a pierna suelta?

Muchos creen que la luna llena tiene un efecto en su forma de dormir. Sin embargo, los expertos dicen que no es así. De acuerdo con algunas investigaciones, no hay ningún vínculo entre la luna llena y los problemas para dormir. No obstante, la mente es poderosa y puede ser que no duermas bien cuando hay plenilunio solo porque tienes la convicción férrea de que ambas cosas están relacionadas.

¿La televisión ayuda a dormir?

Sin duda conoces a muchas personas que tienen la costumbre de quedarse dormidas con el televisor encendido. La verdad simple y llana es que esto interrumpe el sueño. El sonido y la luz titilante llegan al cerebro incluso cuando está dormido, lo cual impide que haya un sueño profundo y saludable. Las computadoras portátiles, las tablets, los teléfonos celulares y otros dispositivos electrónicos son incluso peores, ya que hacen ruido, emiten luz y provocan la tentación de revisar las redes sociales.

De las concepciones erróneas a la verdad

Los expertos concuerdan en que los mitos contribuyen a los problemas del sueño. Por ejemplo, quien está convencido de que tiene que dormir ocho horas quizá se preocupe si se despierta durante la noche, y esto puede impedir que vuelva a dormirse. Pero al leer que es normal despertarse en la noche, no se inquietará demasiado cuando le suceda y será más probable que vuelva a conciliar el sueño.

Lilo Flores

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