Las terapias alternativas
Son las prácticas y tratamientos que se utilizan como complemento de la medicina occidental.
Los enfoques de la medicina alternativa suelen tener su origen en prácticas culturales o tradicionales y pueden abarcar una amplia gama de modalidades, como la herbolaria, la acupuntura, la quiropráctica, la naturopatía, la homeopatía y diversas formas de curación energética.
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Un enfoque holístico
Ver a cada paciente como un ser individual, y no solo como un conjunto de partes corporales, es el sello distintivo de la medicina alternativa. Esta suele hacer hincapié en un enfoque holístico de la salud, centrándose en el tratamiento integral de la persona y no solo en los síntomas de una dolencia concreta. Los practicantes de la medicina alternativa (también llamada medicina complementaria) creen que nuestra salud depende de la interacción del cuerpo, la mente y la vitalidad o energía espiritual. Se cree que la enfermedad surge cuando estos tres elementos están desequilibrados.
Por eso, los profesionales de la medicina complementaria buscan un enfoque integral de la persona. En la primera sesión, típicamente elaborarán una historia clínica completa del paciente, indagando acerca de sus actitudes, relaciones y emociones, así como cualquier tema físico. El terapeuta tomará en cuenta los síntomas de la persona, y también procurará ayudarle a encontrar las causas subyacentes de una enfermedad. Es importante que el paciente participe plenamente en su tratamiento, porque la actitud mental es primordial para la recuperación.
La integración de los conocimientos
Una de las desventajas de la medicina occidental es que los síntomas físicos particulares de una persona pueden no dar una indicación real de la causa de una enfermedad. Por ejemplo, el dolor de espalda puede deberse a un esfuerzo físico repentino o a un accidente, pero también puede ser el resultado de una mala postura, que a su vez puede ser consecuencia de ansiedad, miedo, ira, resentimiento o estrés crónico. El alivio no será permanente hasta que se identifiquen y aborden los problemas emocionales que provocan el dolor. De este modo, puede decirse que un enfoque no físico, como la terapia psicológica, es una forma de tratar el dolor de espalda.
Tradición y modernidad
Como ya vimos, la mayoría de las terapias naturales y tratamientos médicos complementarios más comunes han evolucionado a partir de antiguas tradiciones de atención a la salud. Otros son el resultado de la inspiración, la innovación y la dedicación de sanadores y médicos de todas las culturas. Han desarrollado, cultivado y perfeccionado sus habilidades y su fe en las asombrosas propiedades curativas del mundo natural.
Las hierbas medicinales, por ejemplo, se han utilizado desde la prehistoria, mientras que los masajes, la reflexología y el uso de aceites esenciales ya se conocían en el antiguo Egipto. Por su parte, las terapias equivalentes a la osteopatía, la quiropráctica y la medicina física se practicaban en Oriente desde la antigüedad.
Hoy día, los terapeutas disponen de las herramientas de la medicina moderna para ayudarles en sus tratamientos. Por ejemplo, los quiroprácticos y los naturópatas pueden utilizar radiografías y otras pruebas médicas estándar para ayudarles en sus diagnósticos.
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La seguridad ante todo
Para la mayoría de quienes gozamos de buena salud, las dolencias agudas leves como resfriados, tos, diarrea y erupciones cutáneas pueden seguir su curso natural mientras el cuerpo trabaja para restablecer su equilibrio. Los periodos de descanso y relajación, el consumo de alimentos nutritivos y la práctica regular de ejercicio pueden ayudar a que el sistema inmunitario recupere la fuerza necesaria para deshacerse del problema.
El principal peligro de utilizar remedios naturales en casa es el riesgo de diagnosticar erróneamente la afección. A veces, los síntomas que parecen tener una causa obvia pueden ser engañosos. Un dolor de espalda, por ejemplo, puede ser un simple caso de distensión muscular, pero en raras ocasiones puede ser causado por un tumor. También es fácil descartar síntomas leves que podrían ser indicios de un problema grave. Por ejemplo, una tos crónica puede parecer inofensiva, pero siempre debería ser evaluada por un profesional.
Tratar afecciones médicas en casa con remedios naturales sin recibir antes un diagnóstico profesional es potencialmente peligroso. Si ya hay una enfermedad, los síntomas pueden seguir avanzando y el tratamiento casero podría empeorarla o enmascararla. En caso de duda, siempre consulta a un médico alópata o a un profesional de la medicina alternativa, especialmente si los síntomas no mejoran en dos días.
Obtener ayuda profesional
La mayoría de los profesionales de terapias alternativas tienen su consulta privada, aunque cada vez más médicos alópatas utilizan terapias naturales en su práctica. Al elegir un terapeuta complementario, guíate por recomendaciones personales y asegúrate de que tenga una formación adecuada.
La consulta
Como mencionamos, la primera vez que visites a un profesional de medicina complementaria, te hará un análisis detallado de tus síntomas actuales, cuándo comenzaron, si son continuos o intermitentes, y si se ven exacerbados por alguna actividad en particular. También te hará una serie de preguntas sobre tu alimentación, sueño, emociones y relaciones.
Aunque algunas de estas preguntas puedan parecer irrelevantes, todas son necesarias para crear una imagen completa de tu salud.
La segunda parte de la consulta puede consistir en un examen físico y pruebas diagnósticas para obtener la información necesaria para un tratamiento adecuado.
Se necesita tiempo
El número de tratamientos que requerirás dependerá de varios factores, y el profesional te dará alguna orientación al respecto. Mucho dependerá de tu actitud y de cuánto estés dispuesto a trabajar entre cada consulta. Las enfermedades crónicas, por ejemplo, pueden haberse acumulado a lo largo de varios años, por lo que su tratamiento también requerirá tiempo.
La medicina complementaria, aunque segura, puede causar que los síntomas empeoren antes de mejorar, ya que el cuerpo empieza a sanar. Mantente en contacto con tu terapeuta para asegurarte de que el tratamiento avance correctamente.